LIMA.- El rostro del señor de Sipán, un antiguo gobernante indígena cuyos restos se hallaron en 1987, fue develado el jueves tras ser reconstruido por un grupo de antropólogos, informó el arqueólogo Walter Alva.
"La reconstrucción se realizó en base al cráneo y a los huesos de la cara del señor. Tomando las mediciones, los antropólogos se acercaron al rostro del personaje", explicó Alva, su descubridor, desde la ciudad de Chiclayo, en la región Lambayeque, ubicada en la zona norte del país.
"El cráneo estaba bastante afectado por la presión de la tierra y las joyas de su entierro, pero [los antropólogos] tienen técnicas que hicieron posible la reconstrucción virtual y la recreación en base a datos y mediciones antropométricas", detalló.
El experto indicó que el señor de Sipán tendría entre 45 y 55 años de edad en la fecha de su muerte, según análisis que realizó luego de su descubrimiento en 1987.
"Se ha develado una escultura del busto hecha con resina sintética y con ayuda de un maniquí logramos representarlo de cuerpo entero", agregó.
El rostro del monarca de nariz aguileña fue mostrado en una ceremonia que contó con la presencia del ministro de Cultura de Perú, Salvador del Solar, al conmemorarse 30 años del descubrimiento de la tumba del antiguo gobernante lambayecano.
La imagen del rostro fue reconstruido a partir de los restos óseos, que estuvo a cargo del diseñador 3D brasileño Cícero Moraes e investigadores de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de Perú.
"Tuvimos bastante trabajo porque el cráneo del señor de Sipán estaba bastante deformado, tuvimos que quebrarlo digitalmente para proceder con su reconstrucción", comentó Moraes cuando presentó los primeros resultados de estudio hace unos meses.
Este hecho fue catalogado como histórico debido a que se logró llegar a la exactitud del rostro del antiguo monarca mochica.
Los hallazgos en la tumba del señor de Sipán comprenden un conjunto de osamentas y la armadura del antiguo jefe tribal peruano, compuesta de oro y plata, que fueron rescatados por Alva del subsuelo en unos arenales de la región Lambayeque, en una tumba real del complejo arqueológico Huaca Rajada.