MADRID.- Desayunar bien no sólo es importante, sino que tomar un desayuno pobre o saltarse este hábito puede considerarse un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares como lo son el tabaco, el colesterol o el sedentarismo.
Así lo advierte esta semana un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de España (CNIC) y publicado en The Journal of American College of Cardiology.
El estudio "Progression and Early Detection of Atherosclerosis" explica que desayunar unas cien calorías, es decir, menos del 5% de las 2 mil calorías diarias recomendadas para una dieta completa, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas.
La investigación, liderada por el director general del CNIC, Valentín Fuster, hizo un seguimiento a largo plazo de la salud de 4 mil personas de mediana edad que fueron controladas para determinar la prevalencia y progresión de las lesiones ateroscleróticas latentes (llamadas "subclínicas" porque no muestran síntomas).
En este trabajo, el 20% de los participantes tomaba un desayuno con alto valor energético, el 70% un desayuno de bajo valor energético, y el 3% desayunaba muy poco o nada y apenas invertía 5 minutos en desayunar: tan sólo tomaban un café o zumo de naranja o incluso nada.
Además, apuntan los investigadores del CNIC, este último grupo se caracterizada por seguir una dieta menos saludable y mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.
Con estudios de tecnología de ultrasonido vascular, los científicos observaron que aquellos que se saltaban el desayuno tenían 1,5 veces más placas ateroscleróticas y una afectación en varias regiones de hasta 2,5 veces mayor que los del grupo que tomaba un desayuno energético.
Y todo ello, independientemente de la presencia de factores de riesgo y hábitos de vida poco saludables, explica la doctora Irina Uzhova, investigadora del CNIC y primera autora del trabajo.