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Saltarse el desayuno podría aumentar el riesgo de lesiones cardiovasculares

Una investigación determinó que aquellas personas que no tienen el hábito de tomar un desayuno de alto valor energético tiene el doble de posibilidades de desarrollar alguna situación de riesgo.

03 de Octubre de 2017 | 10:41 | EFE
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AP
MADRID.- Desayunar bien no sólo es importante, sino que tomar un desayuno pobre o saltarse este hábito puede considerarse un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares como lo son el tabaco, el colesterol o el sedentarismo.

Así lo advierte esta semana un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de España (CNIC) y publicado en The Journal of American College of Cardiology.

El estudio "Progression and Early Detection of Atherosclerosis" explica que desayunar unas cien calorías, es decir, menos del 5% de las 2 mil calorías diarias recomendadas para una dieta completa, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas.

La investigación, liderada por el director general del CNIC, Valentín Fuster, hizo un seguimiento a largo plazo de la salud de 4 mil personas de mediana edad que fueron controladas para determinar la prevalencia y progresión de las lesiones ateroscleróticas latentes (llamadas "subclínicas" porque no muestran síntomas).

En este trabajo, el 20% de los participantes tomaba un desayuno con alto valor energético, el 70% un desayuno de bajo valor energético, y el 3% desayunaba muy poco o nada y apenas invertía 5 minutos en desayunar: tan sólo tomaban un café o zumo de naranja o incluso nada.

Además, apuntan los investigadores del CNIC, este último grupo se caracterizada por seguir una dieta menos saludable y mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.

Con estudios de tecnología de ultrasonido vascular, los científicos observaron que aquellos que se saltaban el desayuno tenían 1,5 veces más placas ateroscleróticas y una afectación en varias regiones de hasta 2,5 veces mayor que los del grupo que tomaba un desayuno energético.

Y todo ello, independientemente de la presencia de factores de riesgo y hábitos de vida poco saludables, explica la doctora Irina Uzhova, investigadora del CNIC y primera autora del trabajo.