BONN.- Inyectar miles de millones de partículas reflectantes en la estratosfera podría contribuir a enfriar la Tierra, sin embargo, esta medida que busca disminuir las consecuencias perceptibles del cambio climático también tendría efectos en la intensidad de las tormentas tropicales, advierte un estudio publicado esta semana en la revista Nature Communications.
Si estos aerosoles fueran diseminados en el hemisferio norte, habría menos huracanes que golpean el Atlántico norte y serían menos violentos, pero si las partículas vinieran del hemisferio sur, estos saldrían reforzados, señala el estudio.
El Sahel, en África, podría sufrir sequías aún peores, añadieron los investigadores del Met Office, que han estudiado el impacto de estas técnicas en el océano y la atmósfera.
La comunidad internacional ha establecido como objetivo limitar el calentamiento climático por debajo de los 2 grados Celsius respecto a la era preindustrial, algo que está retratado en el Acuerdo de París. No obstante, los esfuerzos para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero no son suficientes y llevan a algunos científicos a imaginar "soluciones milagro" para controlar la temperatura.
Ante esto surge la posibilidad de manejar las radiaciones solares: la idea es evitar que una parte de los rayos del Sol alcance la Tierra dispersando partículas reflectantes, para que sean devueltos al espacio. Esta idea podría ser puesta a prueba en el segundo semestre de 2018 en Estados Unidos.
Análisis anteriores ya han entregado conclusiones contrarias a esta medida, precisamente por el impacto que tendría en las precipitaciones para el resto del mundo. Científicos también han alertado sobre el peligro de un "choque": un calentamiento repentino si el sistema falla.
En su estudio, los investigadores exigen una "puesta en marcha rápida de una reglamentación internacional, para controlar el despliegue a gran escala de la geoingeniería solar".