LOS ÁNGELES.- En menos de una semana, el sueño de Elon Musk de vender sus lanzallamas podría tener un gran problema, al menos en el estado de California. Esto luego de que uno de los miembros de la Asamblea estatal, el demócrata Miguel Santiago, expresara su oposición a lo que ha considerado una "cachetada en la cara" por parte del empresario y líder de SpaceX y Tesla.
Cuando Musk presentó -a través de redes sociales- la preventa de su lanzallamas, parte del merchandising de The Boring Company, en sólo dos días superó las diez mil unidades vendidas en el sitio web (de un total de 20 mil). Sin embargo, no todos parecen estar de acuerdo con la idea.
De acuerdo Miguel Santiago, "al igual que muchos estadounidenses, soy consciente de la genialidad del señor Musk [...]. Pero como el Presidente [Donald] Trump y Stan Lee nos han enseñado, 'con un gran poder, viene una gran responsabilidad'". Luego de esto, detalló que no dejará que este producto llegue a concretar sus entregas.
Según lo que ha estipulado Elon Musk, el lanzallamas de The Boring Company debería comenzar a ser entregado durante la primavera boreal, es decir, no hasta la segunda quincena de marzo. Claro está que las empresas de Musk no siempre logran cumplir con sus fechas de tope.
El mayor problema que parece tener el político con este elemento es que se trata de un arma que puede causar potenciales problemas en la sociedad. "No le permitimos a las personas caminar en la calle y comprar tanques de nivel militar o municiones de este tipo. No puedo comenzar a imaginar los problemas que un lanzallamas podría causar a los cuerpos de Bomberos o Policía".
De acuerdo a Musk, su lanzallamas no es ilegal, al menos no en California, ya que la llama que emite es menor a tres metros, que es lo que estipula la norma de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés). "Estaría más asustado de un cuchillo carnicero", escribió el CEO de SpaceX en su cuenta de Twitter respecto a esta incertidumbre.
Además, el miembro de la Asamblea de California, se refirió a su relación con el empresario, aclarando que junto a las autoridades de la ciudad de Los Ángeles, "hemos confiado que el señor Musk ayudará a aliviar un problema real de la política pública, al ejecutar un túnel bajo la ciudad para ayudar a la congestión vehicular. Este giro se siente como una gran cachetada en la cara", lamentó.
Por ahora, el multimillonario no se ha referido a los comentarios de Santiago ni a la situación que podría enfrentar su lanzallamas en California si el estado decide ponerle un freno legal a su distribución.
