SANTIAGO.- La comunidad científica especializada en el área reproductiva recibió una buena nueva, que para algunos podría ser únicamente una parafilia antinatural. Y es que al otro lado del océano Pacífico, un equipo de la Academia China de las Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés) logró producir roedores con padres del mismo sexo. Madres, en rigor.
Se trata de una colonia de ratones que nació gracias a la contribución genética de dos hembras, donde se modificaron las células madre embrionarias de una ejemplar con la herramienta CRISPR-Cas9 y se inyectaron en el huevo fertilizado de otra.
“Esto nos muestra lo que es posible”, señaló Wei Li, uno de los principales autores del artículo que pudieron producir 29 ratones vivos de 210 embriones, detalla el medio británico The Guardian.
Los sanos
ejemplares bi-maternos fueron un éxito para la CAS, ya que mantuvieron hasta su edad adulta una vida normal y lograron tener sus propios bebés. Condiciones óptimas que
no se pudieron repetir en ratones bebés hijos de dos varones, ya que su descendencia tenía graves anomalías y requería secuencias complicadas de manipulación genética. Sus cachorros
sólo vivieron 48 horas.
¿Podría la impronta genética abrir nuevas puertas para la biología y reproducción humana? Es justamente una pregunta que se realizaron los expertos, pero que descartaron por la diferencia de genes a utilizar y los efectos secundarios que tendría para el desarrollo básico del bebé.
“Es imposible generar un bebé humano de esa manera”, sentenció el científico principal del experimento, Christophe Galichet. Y agregó: “Los autores han dado un paso muy importante para entender por qué los mamíferos sólo pueden reproducirse sexualmente”.
“La naturaleza integral de las manipulaciones involucradas descarta, al menos por ahora, cualquier intento de generar embriones bi-maternos humanos. Los embriones bi-paternales en este experimento, en cualquier caso, no sobrevivieron por mucho tiempo”, añadió el director de investigación de línea germinal y epigenómica del Gordon Institute de Londres, Azim Surani.
