NYT (Archivo/Imagen referencial)
En un extraño experimento realizaron científicos de la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, para probar las capacidades cerebrales de los ratones. En un contenedor adaptado especialmente para estos animales, le enseñaron a los roedores a "conducir" en diversas rutas cortas y directas para alcanzar su comida.
El profesor de comportamiento neuronal, doctor Kelly Lambert, explica que "construimos un pequeño vehículo con un contenedor plástico de comida al que le pusimos rueda. Con un piso de aluminio y tres barras que funcionan como un volante para conducirlo".
Resulta que el automóvil es un circuito eléctrico que opera mediante la intervención del ratón y que se cierra cuando este presiona una de las tres barras, según quiera avanzar recto, dirigirse a la izquierda o a la derecha. Así seis ratas hembra y once machos pasaron la prueba para llegar a su comida.
El escenario eran espacios rectangulares de hasta cuatro metros cuadrados que involucraban recompensas con cereales para motivar a los ratones a mover el vehículo. "Ellos aprendieron a navegar el auto de una forma única y a utilizar el volante en patrones que nunca habían utilizado para llegar a sus premios", comenta a New Scientist el académico.
No sólo el experimento logró demostrar que los ratones fueron capaces de conducir un vehículo, sino que al momento de controlar esta nueva habilidad sus cerebros mostraron menor actividad de estrés e incluso alcanzaron niveles similares de satisfacción a los que llegan los humanos, proporcionalmente, cuando adquieren un nuevo conocimiento.
Además, la prueba evidenció que los ratones tenían menores niveles de dehidroepiandrosterona que cuando eran llevados por terceros en un vehículo a control remoto.
