El ciclo de renovación de fin de año que Apple inició en septiembre llegó a Chile con el nuevo Apple Watch Series 6, el último reloj inteligente de la firma, el cual hemos podido probar durante el último par de semanas, con una conclusión clara: es uno de los mejores smartwatches disponible en el mercado, aunque es un mercado que cada vez tiene menos participantes y que en este equipo tiene una barrera de entrada extra, ya que sólo funciona con el iPhone.
Tal como viene ocurriendo desde su lanzamiento en 2015, la nueva generación del Watch es más una iteración que trae algunas nuevas funciones, en vez de una reinvención total del concepto. Y tras dos generaciones donde los principales cambios estuvieron en la pantalla (agrandándola en Series 4 y dejándola constantemente encendida en Series 5), Series 6 apuesta por cambios estéticos y un par de nuevas funciones.
Los tamaños se mantienen iguales, estando disponible en versiones de 40 y 44 milímetros, así todas las pulseras de ediciones anteriores siguen siendo compatibles (importante para quien ya haya invertido en accesorios). Más llamativo aún, la versión "base" -con una estructura exterior de aluminio- suma por primera vez nuevos colores además del plata y gris oscuro de siempre, con nuevas versiones en rojo y azul. También se incorporan más diseños de pulseras, incluyendo unas que eliminan velcros y hebillas de ajuste, pero que tienen que ser compradas con un tamaño específico en mente.

Los cambios en el interior del reloj son contundentes, pero pueden pasar desapercibidos para quienes vienen de un Series 5 o incluso un Series 4. Apple incorporó un nuevo procesador, el S6, que asegura un funcionamiento rápido. Esto es efectivo, el reloj responde bien, ejecuta todas las tareas que se le pidan sin demora y con animaciones fluidas, y además suma mejoras como que la pantalla "always on" (aquella que se muestra mientras el reloj no está activo) es un poco más brillante que en la edición 2019 y que la carga es ligeramente más rápida que en modelos anteriores.
La otra gran función del reloj es un medidor del nivel de saturación de oxígeno en la sangre. Esto lo hace a través de cuatro luces que emiten luz hacia la muñeca, y cuatro sensores que miden cuánta es reflejada. La herramienta está presente de dos formas: se puede usar mediante una app, para hacer mediciones en momentos específicos, y también se puede activar para que esas tomas se hagan en segundo plano.
La inclusión de esta tecnología es distinta a lo que se hizo hace un par de años con el electrocardiograma del Apple Watch: esta vez la herramienta no apunta específicamente a ser un accesorio médico, y el hecho de que mida un parámetro que se controla como parte del monitoreo del covid-19 parece ser más coincidencia que otra cosa. Dicho esto, Apple sí está colaborando con tres estudios médicos vinculados a esta capacidad del reloj, donde uno de ellos se vincula directamente a la identificación de primeros síntomas del nuevo coronavirus. Por ahora, el uso más interesante es el que captura la información de este sensor en sesiones de entrenamiento en altura.

Más allá de las novedades, el Watch Series 6 cumple con lo que promete, con una autonomía de batería que supera el día, una pantalla brillante y una integración directa con el ecosistema de productos Apple, pudiendo controlar la reproducción de música del iPhone, contestar llamadas con AirPods, desbloquear un computador Mac y registrar sesiones de ejercicio para la app de Actividad. Todo esto potenciado por el nuevo sistema operativo watchOS 7 que, entre otras cosas, suma el monitoreo del sueño y un sistema que puede identificar cuando el usuario se está lavando las manos, recordándole que debe hacerlo por 20 segundos.
Es ese nivel de integración lo que hace más atractivo al Apple Watch, aunque es algo que sólo sirve para quienes tienen un iPhone. El Apple Watch Series 6 es el mejor reloj inteligente que ha hecho la firma, pero su misma oferta comercial hace que ahora haya alternativas potencialmente más atractivas: junto a Series 6, Apple lanzó el Watch SE, un equipo de precio más bajo pero que deja fuera el electrocardiograma, la pantalla "always on" y el sensor de saturación de oxígeno. Son funciones interesantes y que pueden tener un rol importante en el futuro, pero cuya ausencia no afecta demasiado la experiencia. Así, el Watch SE puede ser una opción para quienes buscan algo más económico.
Tal como viene ocurriendo durante los últimos años, el nuevo Apple Watch no va a ser un upgrade absolutamente necesario para quienes tienen la versión anterior o incluso una generación más atrás, y es lógico que sea así, un reloj no es un accesorio que se cambia anualmente y el soporte continuo de watchOS hace que el equipo de Apple tenga una extensión de vida considerable. Para el resto, quienes vengan de un equipo anterior a dos años o tengan con éste su primera exposición a un reloj inteligente, quedarán satisfechos.