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Había sido catalogado como perro salvaje: Estudiante de 13 años es clave para identificar ejemplar disecado de lobo extinto

Hinako Komori visitó un almacén en Tsukuba, Japón, del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Ueno. Ahí relacionó el ejemplar con un animal japonés que había visto en ilustraciones anteriormente.

29 de Febrero de 2024 | 16:39 | EFE/Editado por T.Fischer, Emol
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EFE
Una estudiante japonesa de 13 años fue clave en la identificación de un ejemplar disecado del extinto lobo japonés, que permanecía en el almacén de un museo de Tokio donde había sido erróneamente catalogado como un tipo de perro salvaje.

Hinako Komori fue la primera en sospechar que el espécimen no era un tipo de perro salvaje, sino que en realidad era de un lobo extinto. Tan solo cuatro años después, es la coautora -junto con investigadores del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Ueno- del artículo sobre este hallazgo, el que fue recientemente publicado.

Todo comenzó cuando Komori visitó un evento especial en un almacén que el museo mencionado anteriormente tiene en la ciudad de Tsukuba, al noreste de Tokio. Al ver el ejemplar pensó que le recordaba al lobo japonés que había visto en ilustraciones, según dijo a NHK.

El animal disecado había sido erróneamente catalogado como un "tipo de perro de montaña", pero la investigación de Komori y otros expertos determinó que en realidad es un lobo japonés de hace más de 100 años. Esta especie autóctona vivió por todo Japón en algún momento y su extinción se cree que fue hace un siglo, quedando como testigo únicamente unos pocos especímenes disecados tanto dentro como fuera de Japón.

Komori, quien continua en el colegio, empezó a interesarse por el lobo japonés cuando estaba en educación básica. Ahí fue cuando aprendió sobre sus características visitando ejemplares disecados en distintos museos dentro de su país y estudiando enciclopedias ilustradas y libros académicos al respecto.

De hecho, su conocimiento la llevó a reconocer al instante el error. "Me di cuenta inmediatamente de que era un lobo japonés", dijo sobre el momento que vio al ejemplar. La menor explicó que distinguió diversas características: la forma aplanada desde la frente al hocico, las patas delanteras cortas o el pelaje negro singular de estos ejemplares en ciertas zonas.

Durante sus propias investigaciones, Komori descubrió que el animal no había sido investigado en profundidad e inició su propio estudio, consultando a expertos y acudiendo a registros antiguos publicados en museos y otras instituciones.

Su esfuerzo no fue en vano. Sus hallazgos ganaron un premio del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, y una académica que tuvo acceso a él le propuso escribir un artículo científico al respecto.
"A medida que investigaba surgieron nuevos misterios y fue difícil pero divertido investigar más a fondo y resolverlos", dijo Komori, agregando que "existen numerosas investigaciones sobre el lobo japonés, pero se desconoce exactamente su verdadera apariencia, por lo que quedan muchos misterios" y descubrirlos "es lo mejor".

La investigadora Sayaka Kobayashi, del Instituto Yamashina de Ornitología de Chiba, al este de Tokio, una de los coautores y quien recomendó realizar el artículo, considera que Hinako "tiene una capacidad de observación asombrosa y es muy talentosa", y se mostró feliz de las contribuciones del estudio.

El Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Ueno alberga especímenes de valor histórico de hace más de un siglo, entre ellos el ejemplar que protagonizó esta investigación o el cuerpo disecado del perro Hachiko.

Cada año su catálogo sigue creciendo, y actualmente supera los cinco millones de objetos, la de mayor escala de Japón. En 2023 llevó a cabo una campaña de 'crowdfunding' en busca de fondos para gestionar su preciada colección. Se recaudaron 920 millones de yenes (casi 8 millones de pesos chilenos), nueve veces más de lo esperado.
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