Clemente Pérez tiene la sonrisa fácil. Es de los pocos personeros de gobierno menor de 40 años que además, tiene una alta exposición pública. Aún así, en terreno se le ve siempre relajado.
-¿Qué opinas de que te encuentren uno de los “bombones” de la DC?
(Se sonríe y se toma su tiempo para contestar)”Tengo cuento. Parte importante del poder es seducir y no sólo a las mujeres, también al resto y así mover el ministerio, mover al Estado”.
- ¡Pero contéstame en serio!
“No, si es verdad, yo creo que soy un seductor, que conquisto, más que ser buenmozo, aunque igual hay grupos de mujeres en inauguraciones que gritan y me tiran besitos. Yo creo que es una cosa de actitud”.
-¿Y qué piensa de esto la Elisa?
“Me reta. Es absolutamente celosa y yo le doy razones, porque soy piropero... es como un juego ¡me gusta seducir! Pero hasta ahí no más, es como un juego. “Perro que ladra no muerde”, le digo, soy canchero, pero es más sano esto que ser mosquita muerta”.
- ¿Contribuye la pinta a la seducción?
“¿La ropa? Soy cero trapero. La ropa me la compran mi mamá o la Elisa y me enojo si me la regalan para mi cumpleaños o Navidad”.
- Pero pareces un metrosexual, muy cuidado y combinado, sin un pelo fuera de lugar...
“No lo busco, los temas glamorosos no me importan. No aspiro a ser conocido por la ropa que uso, sino por lo que hago”.
- Volvemos a la política, un tema recurrente...
“Es que me apasiona y creo ser distinto a los políticos antiguos...Sí hasta mis inauguraciones son distintas: he salido de un colector con globos, he cortado cintas arriba de un bote, también en patines...”
- ¿Al estilo Lavín?
“El es un buen comunicador. Yo también, pero soy franco, siempre digo la verdad. No hay que vender serpientes”.
- Sin embargo, la DC ha perdido terreno.
“La DC no ha explotado una cosa que es súper potente: que cree profundamente en la libertad, pero la concibe correlativamente con la responsabilidad”.
- Ejemplos.
“Soy partidario de la ley de divorcio, porque lo que se daba en Chile era una hipocresía, pero soy contrario al aborto y no creo que una cosa lleve a la otra, como se pretende hacer creer a la gente”.
- Pero la DC parece un partido anticuado para los tiempos actuales.
“Se ha desgastado en el gobierno y ha descuidado los sindicatos, los gremios y las federaciones de estudiantes. No se nota que los DC están en la nueva economía, que son partidarios del mercado, de la integración económica, de una Concertación moderna. De a poco nos vamos a tomar el poder, ya tenemos candidatos jóvenes en dos de los municipios más importantes de Santiago: Maipú y Peñalolén”.
- Tu vida política gira en torno a la DC ¿También la privada?
“Claramente uno se entiende mejor con aquellos que fueron formados en familias opinantes. De joven me arrancaba de las mujeres que no leían el diario y de las sicólogas (se ríe). La DC es como una gran familia, pero han sido puras coincidencias esto de que haya tantos DC en la familia más próxima. Además, tengo muchos amigos de derecha y la política es mi vocación, no mi vida”.
- Y la relación con tu suegro, Edmundo Pérez Yoma.
“El tiene un gran olfato y una gran intuición política. Por eso, aparte del cariño que le tengo, trato de aprender de él. La política es un arte y como tal, la intuición es muy importante. Pero para mí, un buen encuentro familiar no es necesariamente aquél donde se habla de política”.
