Desde que se desató el boom por Viagra, los especialistas han recibido centenares de llamadas de mujeres que quieren solucionar sus problemas sexuales mediante el consumo de este fármaco.
Eso llevó a que varios centros médicos, entre ellos el de la Universidad de Maryland, probaran su efectividad en mujeres y, hasta el momento, los testimonios recogidos han despertado controversia: "Desde que me practicaron una histerectomía parcial no había vuelto a tener un orgasmo.Tomé la píldora y siento como si hubiera despertado", aseguró Laurie Kline, la primera mujer con quien se experimentó la eficacia de Viagra.
En su momento, el doctor Irwin Goldstein, una autoridad en el tema de la impotencia, aseguró que se prescribió este remedio de manera controlada a un grupo de mujeres del hospital de la Universidad de Boston, con resultados notables.
El laboratorio Pfizer, que comercializa el medicamento, evaluó el producto en europeas con disfunciones sexuales; sin embargo, los resultados no fueron concluyentes. Aunque se obtuvo efectos positivos, la muestra fue considerada inexacta, pues no hubo mayores diferencias entre la droga y el placebo. En febrero de este año se cerró la investigación. El FDA (Food and drugs administration) no recomendó el tratamiento en Estados Unidos.
Los estudios médicos se basaron en que algunas mujeres frígidas o anorgásmicas sufren de un problema físico muy similar al de los hombres impotentes: falta de irrigación sanguínea en sus genitales durante la actividad sexual. Este trastorno circulatorio disminuye la lubricación vaginal y la posibilidad de alcanzar un orgasmo. La solución para tratar a este grupo específico de mujeres sería, entonces, darles medicamentos que mejoren el flujo de sangre en la zona.
"Como los órganos sexuales masculinos y femeninos están hechos con los mismos tejidos y esta droga mejora la circulación en los genitales masculinos, no sería raro que el Viagra tuviera algún efecto también en la mujer, en lo que se refiere a vascularización de sus genitales", explica la doctora Cinthia Cassan, especialista en sexología femenina.
El doctor Humberto Berg, miembro de la Sociedad Chilena de Sexología, aclara que en el caso que se aprobara el uso de este medicamento en mujeres, probablemente sólo tendría buenos resultados en aquellas pacientes cuya disfunción se debe a causas físicas.
Para determinar las razones que pueden afectar la respuesta sexual femenina, es primordial realizar un chequeo médico completo y descartar posibles enfermedades.
"Existen muchos factores físicos que pueden provocar trastornos sexuales en la mujer. Los más comunes son los hormonales. En las menopáusicas, que han disminuido la producción de estrógenos, se produce sequedad vaginal", explica Berg.También sufren alteraciones las mujeres con mala circulación.
Otra causa frecuente son los procesos inflamatorios provocados por infecciones vaginales. Este problema, sin embargo, es transitorio y se trata con antibióticos u otros medicamentos, dependiendo del agente infeccioso.
Pueden influir cirugías, como la extirpación del útero y los ovarios, debido a los cambios hormonales que provoca; una mala posición uterina, en tanto, puede provocar dolor en la relación sexual.
Es necesario, también, descartar enfermedades renales, del hígado o diabetes, ya que es posible que afecten los tejidos genitales. Cuando hay una lesión en la médula espinal o existen trastornos neurológicos que dañan los nervios periféricos, la respuesta sexual se inhibe.
"Otras causas pueden ser herpes, clamidias, afecciones dermatológicas y endometriosis. Incluso las hemorroides entorpecerían el acto amoroso", explica el doctor Berg.
Es fundamental consultar a la paciente qué medicamentos está tomando, porque algunos antidepresivos, antihestamínicos y tranquilizantes tienen como efecto secundario bajar la capacidad de respuesta sexual de la mujer.
También factores ambientales que pueden influir en la líbido femenina: se sabe que el alcohol en dosis altas y la nicotina producen una disminución del deseo sexual y que, a la larga, los jeans muy apretados son perjudiciales, porque alteran la circulación de la zona pélvica.
El sexólogo señala que aun cuando existen muchas causas físicas que afectan la respuesta sexual femenina, en un 90 por ciento de los casos, el problema de frigidez o anorgasmia se debe a trastornos síquicos. Y, en tal situación, el Viagra no tendría razón de ser.
"Una mujer frígida tiene congelada su sensualidad y sufre en su vida erótica, que sabe limitada. La definición no apunta a lo genital exclusivamente, sino a todo el cuerpo y la mente. Necesita un juego erótico de por medio. De ahí que, aunque se autorice la prescripción de esta píldora para ellas, no tienen el gozo asegurado, en cambio, sí, con las caricias", enfatiza la siquiatra Cinthia Cassan.
En Chile, la frigidez o anorgasmia femenina es un problemas mucho más frecuente de lo que se piensa. Influyen factores como la ausencia de una adecuada educación sexual en la infancia, el desconocimiento de las mujeres de su propio cuerpo y la falta de libertad para explorarlo. Eso, sin olvidar los problemas de las parejas que no pueden encontrar un juego amoroso adecuado.
"Cuando hay trancas de por medio, la solución no está en una pastilla, sino en un tratamiento sicoterapéutico. Así la mujer podrá franquear inhibiciones y conflictos que son causantes de sus disfunciones sexuales. No le resto importancia al descubrimiento, ya que es indispensable la erección en el acto sexual. Pero las mujeres necesitan más que eso", concluye la sexóloga.
Hasta el momento, el Viagra ha sido aceptado sólo para tratar disfunciones masculinas y no está autorizada su prescripción en mujeres. Los médicos advierten que sería una irresponsabilidad tomar este medicamento si aún no se han comprobado sus posibles efectos secundarios en ellas.