Tres son las principales preocupaciones a la hora de arreglar el jardín que estuvo algo abandonado en la época invernal: el prado, los árboles y arbustos y las plantas y cubresuelos.
Riego, corte, poda, abono y control de plagas y hongos son el centro de estas labores de septiembre.
El Prado
Durante este mes las temperaturas ambientales comienzan a subir, por lo que se hace necesario empezar a regar en forma moderada de acuerdo a las condiciones del clima. Al principio, dos riegos semanales; a fin de mes, día por medio.
Con el alza de las temperaturas, se incrementa el desarrollo de malezas; se debe realizar un buen control manual de éstas para evitar su establecimiento. Se recomienda realizar esta labor temprano en las mañanas.
El corte, que tenía una baja frecuencia hasta ahora, se aumenta a un máximo de espera de 10 días entre uno y otro.
En césped antiguo, es conveniente realizar una aireación de raíces. Esto se logra trabajando con la horqueta el terreno a una distancia de 20 a 25 centímetros.
Es conveniente fertilizar, ojalá con un abono completo sobre la superficie del prado y dar un riego profundo para permitir que el producto se diluya adecuadamente.
Es importante desinfectar, es decir, realizar una aplicación preventiva contra hongos del suelo y del follaje del prado, para lo que se debe utilizar funguicidas existentes en el mercado, repitiendo el uso según se indique en el envase del producto utilizado.
Árboles y arbustos
Comienza el brote de las especies caducas,entonces, es importante mullir el suelo y regar en forma moderada. Se recomienda abonar en base a productos nitrogenados.
Se debe limpiar especies que han florecido: sacar ramas enfermas o mal ubicadas para ordenar e iluminar la copa de los árboles.
En rosas y en arbustos, hay que estar pendiente del ataque de pulgones, para los que existen varios productos de control de acción sistémica o de contacto.
El oídio -hongo blanco dispuesto sobre la superficie de la hoja- debe prevenirse en especies susceptibles como euvónimos, rosas, duraznos y parras, entre otras. Para ello se hacen aplicaciones de azufre directamente sobre el follaje.
En las camelias, hay que eliminar las flores atacadas por botritis -hongo que ataca el botón floral- con aplicaciones de Captan para controlar y evitar que la enfermedad siga propagándose.
Se deben podar las especies susceptibles a las heladas (que no fueron podadas en los meses de mayo y junio), como los hibiscos y buganvilleas. Este desmoche tiene que ser de formación para permitir el crecimiento de nuevos brotes florales.
Cubresuelos y plantas de interior
A los cubresuelos se les debe mullir la tierra, picando suavemente para evitar romper las raíces y aplicar salitre potásico o abono compuesto al voleo y regar de inmediato.
Es importante el control de babosas y caracoles, para ello, se utilizan cebos tóxicos aplicados bajo el follaje, en lugares húmedos y sombríos.
En plantas de interior, se comienza con el cambio de maceteros. Ideal para limpiar raíces y reemplazar tierra, la que debe ser de buena calidad, desinfectada y en mezcla con arena para mantener un buen drenaje.
Cristina Auda Martínez
Ingeniero agrónomo y paisajista
cristinaauda@hotmail.com