Se le conoce en el mundo de las artes y la beneficencia por su suavidad y por su fuerza, dos cualidades que combina con singular inteligencia. Así, cada vez que levanta el martillo, impone autoridad, silencio y seriedad, pero conquista y atrapa con su encanto hasta al más dudoso observador o potencial cliente.
La vicepresidenta regional de Christie´s para Chile, Perú y Ecuador, Denise Ratinoff Kramarenko, transmite energía por todos sus poros y comparte, sin ninguna restricción, los conocimientos que posee de esta especialísima área en la que se desempeña con éxito.
Se autodefine como comunicadora y gestora cultural y, claramente, cumple con todos los requisitos para serlo: histriónica, hiperactiva, asertiva, ágil y creativa. En el podio de martillero se convierte prácticamente en psicóloga; observa los gestos, las muecas, la forma como se levanta la paleta y determina qué tipo de cliente tiene al frente.
Su inicio en la compra y venta de obras de arte fue casi fortuito. En 1993, cuando ya había dejado la enfermería y se replanteaba su futuro, una amiga la postuló como la persona adecuada para asumir la representación en nuestro país de la famosa casa de subastas.
El desafío lo asumió con el mismo ímpetu con el que ha enfrentado otros proyectos de su vida, pero probablemente su bagaje cultural, su gusto por la literatura, la historia, la música y la pintura –heredado de sus padres rusos- la persuadió.
Denise Ratinoff trata de explicar ese paso: “Nunca he perseguido el destino, creo que éste está trazado por Dios. Creo que uno tiene una misión en la vida y esa misión es hacer cosas trascendentes”.
Es una convencida de que si se ha tenido el privilegio de acceder a una buena educación se tiene el deber moral de transmitir esa experiencia a la gente que lo rodea. Y conocimientos tiene de lo más variado: al salir de la Alianza Francesa, con sólo 16 años, resolvió convertirse en una suerte de Florence Nightingale, según sus palabras, e ingresó a la Cruz Roja.
Más tarde, después de casarse con el médico Exequiel Lira del Campo, estudió pedagogía en castellano con mención en literatura en la Universidad de Chile, pero nunca ejerció.
- ¿Qué te llevó a asumir el desafío que te planteó Christie´s?
“Nunca busqué este trabajo. Había trabajado durante 20 años en instituciones sin fines de lucro al lado de mi marido. Si bien era una persona que manejaba tres idiomas (inglés, francés y español) y era profesional, percibí que era un apéndice de Exequiel y comprendí que si un día él me faltaba tenía que estar preparada para entregar todo lo que sabía. No tenía claro cómo; esto fue un regalo y en la vida uno toma o deja las oportunidades”.
- ¿Quién te inició en la valoración del arte?
“Mario Carreño y su familia me decían:
tú tienes que trabajar en algo relacionado con el arte porque tienes sensibilidad en la retina. Yo lo ayudaba y cuando me preguntaban por alguna obra, se los recomendaba”.
- ¿Qué se necesita para enfrentar una pieza y reconocer su valor?
“Se necesita intuición. Para este trabajo no necesito ser experta, necesito tener sensibilidad y mucho criterio de discernimiento para saber que una obra tiene buena, mediocre o mala calidad”.
- ¿Y también para saber si es falso?
“Exacto. La capacidad uno la va adquiriendo. Llevo 10 años en esto, pero lo hacía desde antes, ahora lo he hecho a presión. Cuando veo una obra –y me pasa con los seres humanos- miro más allá de sí misma”.
Es la única martillera en Chile, aunque sólo ejerce en remates de beneficencia. En el extranjero ha desplegado sus habilidades en distintas ciudades, incluida Palmas de Mallorca, donde subastó el Castillo de Bendinat, en mayo de 1999.
Los años al frente de este negocio le han convertido en una experta, pero mantiene una estrecha relación con la casa matriz. Christie´s tiene 122 oficinas en 35 países y de ahí que todos los objetos los clasifiquen en uno de sus 70 ítems para subastar. Como no los puede manejar todos, acude a los expertos de cada departamento para definir el valor de una pieza, aunque ella es el primer filtro.
- ¿Cuál es tu objetivo?
“El objetivo de Christie´s en Chile es crear la mentalidad del coleccionista, cuestión que hago entregándoles información a través de catálogos. La idea es que la gente tenga autonomía para elegir y comprar. Esto lo puede hacer asistido por nosotros, pero no necesariamente, a través de nosotros. También queremos internacionalizar a los artistas nacionales, llevarlos a subastas en Nueva York o Londres, cuestión que no pasó con Pedro Lira o Juan Francisco González que tienen valor local, pero no internacional, como si tiene un Matta o un Carreño. Por último, queremos recuperar el patrimonio nacional”.
- ¿Hay mucho patrimonio afuera?
“Hay, aunque no es volumen muy grande. Están los pintores topográficos; Sommerscale y Rugendas, que fueron enviados por la Armada inglesa a Latinoamérica, hicieron sus dibujos –por eso hay tanto pequeño formato- y se fueron”.
- ¿Qué te diferencia de una galería?
“Ellos invierten en artistas en vías de consagración, nosotros somos mercado secundario que vendemos artistas consagrados, por eso, no competimos. Nosotros satisfacemos la necesidad del coleccionista”.
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