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“La mujer debe estar en las estructuras de poder”

Una elegante y joven mujer, de aspecto delicado, figura cuidada, casi sin maquillaje – apenas un poco de color en boca y pestañas-, vestida de negro con un pañuelo en tonos rojos que acentúa aún más su blancura y su pelo oscuro, nos hace pasar a su oficina, mientras termina de dar indicaciones en perfecto inglés a una de sus colaboradoras.

04 de Noviembre de 2004 | 13:31 |
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Así es Karen Poniachik, la vicepresidenta ejecutiva del Comité de Inversiones Extranjeras. Tiene 39 años y hace cuatro, desde que Ricardo Lagos asumió la Presidencia de Chile, ocupa el cargo.

Habla muy rápido; defiende sus ideas con voz suave, pero firme; se apasiona con los temas relacionados con cualquier tipo de discriminación; se declara “concertacionista”, sin militancia, y admira profundamente la labor que ha llevado a cabo el gobierno durante estos cuatro años.

Estudió en el Grange, se recibió de periodista en la Universidad Católica, trabajó durante unos años en la revista Cosas y después se fue a Estados Unidos para hacer un master en Relaciones Internacionales por dos años.

Pero se quedó doce en Nueva York. Cinco en Televisa y como corresponsal para medios nacionales y los siguientes en el Consejo de Las Américas, una entidad que se dedica a promover el comercio y las inversiones entre América Latina y EE.UU.

Cuenta que le había dado un poco de nostalgia por Chile, pero las ofertas recibidas no la satisfacían, hasta que, recién comenzando el período de Lagos, José de Gregorio la llamó para ofrecerle el cargo. La decisión debía ser rápida, aceptó y se vino.

-¿Sientes mayor responsabilidad por haber aceptado un cargo de gobierno tan joven?
“Sí, sí. Creo que fue una apuesta temeraria en un comienzo, cuando asumí tenía 34, y además de ser joven y mujer, había vivido afuera doce años. Me vine a Chile por este cargo y no conocía las estructuras del país”.

-¿Cómo así?
“No conocía ni a la gente ni el proceso de cómo se hacían las cosas aquí. Tampoco milito en ningún partido –aunque soy súper concertacionista-, así que tampoco tenía esa red ni la del mundo empresarial, menos la del mundo público”. Desde todo punto de vista fue temerario, aventurado”.

-¿Ha sido una buena experiencia?
“Estoy súper contenta, la verdad es que ha sido una experiencia tremenda. Lo hemos hecho bien, porque el Comité de Inversiones Extranjeras es un equipo entretenido.
"Somos la agencia más chica del Estado, formada por gente joven, pero con mucho apoyo del ministro y del Presidente, lo que ha sido fundamental. También con muy buenas relaciones con la CORFO, los otros ministerios y, ahora, con Pro Chile.”

- No te arrepientes, entonces.
“No, para nada. Fue la mejor decisión que pude haber tomado, a pesar de que fue todo muy rápido. No fue sólo un cambio de trabajo, sino de ciudad, de estilo de vida, de casa, de todo. Empezar a reencontrarme con gente a la que dejé de ver cuando me fui de Chile y conocer a nueva gente; entonces, no fue solamente un proceso profesional, sino además personal. Un verdadero desafío”.

-Tus antecesores en el cargo no eran periodistas…
“No. Además está ese factor. En el cargo se habían desempeñado ingenieros o abogados y fue muy criticado mi nombramiento”.

-¿Qué respondes a eso?
“Los que piensan que los periodistas sólo deben trabajar en la prensa están equivocados. Para mí el periodismo es comunicaciones y todo se rige por ellas hoy.
“Como dice Carla Fiorina, la mujer de los negocios más importante del mundo, las “liberals arts” (el mundo humanista), incentivan a ser creativo, a pensar. En ese sentido, la escuela de periodismo entrega una educación mucho más amplia, donde uno debe ingeniárselas para buscar la información, hacer la producción y contar lo que tienes que contar”.

Explica que existe el prejuicio de que los mundos empresarial, cultural y humanista y de las matemáticas están separados. Afirma tajantemente que eso no es así y que para estar en el área de los negocios es muy importante conocer, saber lo que pasa y haber vivido en las demás. Así se obtienen visiones que los otros no tienen.

-¿Por qué?
“Uno aprende a hacer cosas. Yo me aprendo súper rápido el DL 600 o el mecanismo de transferencia de capitales a Chile; pero la forma de plantear el “País Plataforma” o los temas a los empresarios extranjeros pasa necesariamente por saber de dónde sacar ideas y cómo adaptarlas. Se necesita gente con más background, con educación en las “liberals arts”, en el mundo de los negocios. También para saber lo que está pasando en los otros países”.

-¿Te costó insertarte en un mundo, principalmente, masculino?
“No es fácil para nada. Este es un mundo de hombres, en el que me toca moverme, especialmente en el ámbito empresarial chileno; en el extranjero hay más mujeres. Pero no ha sido un problema, es raro, pero, al contrario, es un plus incluso”.

-¿Ser mujer o joven?
“Ser mujer, porque es un fenómeno tan nuevo que la gente está mirando qué pasa y está receptiva, especialmente en el mundo de los negocios.
“La prensa también ha contribuido, le está dedicando cada vez más espacio a la mujer que trabaja. La Segunda, La Tercera, ahora El Mercurio, con este canal, y la Revista Ya con el ranking de las mujeres exitosas. También los bancos, que han diseñado políticas especialmente dedicadas a las microempresarias.
“El tema está tomando vuelo y en general hay mucha receptividad y mucha buena onda respecto a este tema”.

-¿Desde cuándo notas este cambio?
“No pasaba cuatro años atrás. Existe un cambio notable. El Presidente Lagos ha sido súper visionario y pionero”.

-¿En qué sentido?
“Ha actuado a la vanguardia al nombrar mujeres ministras, en subsecretarías, intendentas, en cargos como éste. Definitivamente dio la pauta y a medida que pasen los años, vamos a ver más mujeres en las empresas, tanto en cargos ejecutivos como en los directorios, en los gremios, porque esa es la tendencia mundial. La mujer debe estar representada en las estructuras de poder”.

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