Las madres no deben sentir amenazado su dominio afectivo. Mientras más cariño tienen los hijos, mejor para la familia.
El papá es proveedor y la mamá la que se dedica a la crianza y lo afectivo. Una afirmación que da cuenta de los roles asignados culturalmente a los progenitores y que han dejado al papá fuera del desarrollo afectivo de sus hijos.
Pero los tiempos cambian y ahora los padres parecen más dispuestos a compartir no sólo las horas de juego con sus hijos. Fuimos a unas charlas a la clínica que me sirvieron mucho cuando llegó la Emilia. Y el lugar donde lo hacían estaba lleno de mamás y de papás, cuenta Juan Pablo Ramírez.
¿Están los papás más dispuestos a generar apego con sus hijos? Es un proceso bastante lento y gradual. En Chile está ocurriendo exactamente lo mismo que ocurrió en Europa hace años y se está comenzando a discutir si el padre se está convirtiendo cada vez más en un igual con la madre, responde Felipe Lecannelier, doctor en sicología y especializado en apego en la Universidad de Londres y en el centro Ana Freud.
Rol compartido
Lecannelier observa que si bien aún impera una actitud machista que lleva a los padres a no priorizar este tema, ya se comienzan a observar padres comprometidos en crear una buena relación con sus hijos.
Ellos, sin embargo, a veces se encuentran con una paradoja: mamás que no están dispuestas a dejarle al papá un lugar en el corazón de sus hijos. En las intervenciones que hacemos les pedimos a las mamás que vengan con el padre y nos hemos dado cuenta que algunas sabotean esa posibilidad.
La razón: ellas culturalmente sienten que su rol es la crianza y si lo tienen que compartir con el papá sienten que les quitan una parte de ellas mismas.
Son acciones inconscientes pero eficaces: no dejarlo tomar al niño, decirles que ella es todo lo que él necesita, no permitirle salir solo con su hijo, etc.
Que el padre enriquezca su relación afectiva con sus hijos no significa que la mamá no lo haga también. No es un nexo exclusivo de uno u otro y lo ideal es que ambos desarrollen ese apego, destaca la psiquiatra Lisette Lavanchy, quien también ha observado en su consulta esta negativa de algunas madres a ceder espacios.
La mamá puede facilitar el vínculo entre el padre y su hijo de varias formas. Las psicólogas Dalia Pollak y Nancy Goldstein mencionan las siguientes: hacerlo partícipe de los preparativos del parto y nacimiento, ponerse de acuerdo en las tareas que cada uno va a asumir, pedir explícitamente ayuda y cooperación, entre otros.
