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El enemigo al acecho

Aunque la hermosura, fragancia y calidez del jardín, por pequeño que sea, nos llena de felicidad y, muchas veces, también de orgullo, debemos estar atentos a la presencia de ciertas especies que pueden provocar malestares en los humanos y en las mascotas.

09 de Marzo de 2005 | 18:52 |
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En nuestro jardín podríamos tener un enemigo que, sin darnos cuenta, puede dañarnos en cualquier momento. Los niños y las mascotas son los más susceptibles de sufrir consecuencias al ingerir parte de una planta venenosa; por eso es muy importante conocer cuáles podrían ser potencialmente dañinas.

Los arbustos, árboles, flores e incluso malezas pueden contener una variedad de sustancias que, en determinados casos, producen síntomas tales como dolor de estómago, vómitos, diarrea, irritación de la piel, etc.

Entre los compuestos venenosos encontrados están las saponinas - las llamadas plantas lechosas, porque, al cortarlas, sale un líquido blanco como leche-, que son irritantes de la piel (la cicuta es una maleza que pertenece a este grupo).

Otros vegetales contienen o producen alcaloides; los encontramos -por ejemplo- en las hojas de tabaco, de té y en la semilla de café. Son de sabor amargo y ejercen una función estimulante en el sistema nervioso.

Estas sustancias han sido desarrolladas por las plantas como una manera de defenderse de las agresiones externas de los depredadores, produciendo un fuerte olor, sabor amargo o astringente.

Dentro de las llamadas venenosas, muchas son medicinales si se aplican en pequeñas cantidades o diluidas y se usan en la industria de fármacos. Se elaboran con una correcta dosis de éstas sustancias, después de análisis y estudios previos.

Es importante, para tener una buena convivencia con nuestro jardín, reconocer este tipo de plantas, respetarlas y tomar medidas preventivas dentro de nuestro hogar para evitar que nos dañen por desconocimiento.

Entre las más usadas en Chile está la azalea, el laurel de flor, algunas especies de helechos, los tubérculos de lirio, cala y narciso. También ciertas variedades de hongos o callampas que crecen en esta época en sectores húmedos del jardín y que deben ser eliminados en su totalidad, pero con mucho cuidado, porque las esporas que eliminan se diseminan a través del viento, y algunas de ellas tienen sustancias venenosas; otras, el tejido.

Es importante destacar que se debe hacer prácticas preventivas, sobre todo con los niños, como evitar que coman semillas, hojas o frutos de las especies ornamentales de nuestro jardín.



Cristina Auda Martínez
Ingeniero agrónomo y paisajista
cristinaauda@hotmail.com