Los productos cool ya no están sólo destinados a los pies y piernas cansadas; hoy ocupan un lugar importante en la cosmética destinada a los meses de verano. Y es que el frío no siempre es dañino para la piel, sino que en dosis precisas favorece su salud y buen aspecto.
¿Cómo se consigue? El secreto está en la combinación de extractos naturales como el mentol, eucalipto, alcanfor y manteca de karité, que hacen que el golpe de frescura sea inmediato. De estos, el más conocido es el mentol, un componente del aceite esencial de menta piperita, una de las plantas más utilizadas por su acción calmante y antiséptica. También posee propiedades tonificantes y refrescantes, al igual que el eucalipto.
En cuanto al alcanfor, probablemente uno de los ingredientes más refrescantes de la cosmética, suele utilizarse en los productos destinados a descongestionar los tejidos, ya sea de los pies y piernas, o de zonas más delicadas como el contorno de los ojos.
El objetivo detrás de la sensación que son capaces de producir estas cremas y lociones no sólo es enfriar la piel, sino que, además, con eso se busca desencadenar una serie de reacciones beneficiosas para el cuerpo. Y es que más allá de lo refrescante y placentero que puede resultar la aplicación de un producto helado, éstos poseen otras virtudes asociadas.
La química-farmacéutica de Vichy Laboratoires, Paula Godoy, lo explica: "Las bajas de temperatura pueden contribuir a determinadas acciones que favorecen la salud de la piel, dependiendo, eso sí, de los componentes específicos de cada producto. Se sabe, por ejemplo, que existe una acción tonificante, ya que el frío contribuye a reafirmar los tejidos que manifiestan síntomas de flaccidez. También hay una capacidad de estimulación y oxigenación de los tejidos mediante un efecto de drenaje, que favorece la desintoxicación y regeneración celular. Y, por último, un efecto vivificante y calmante en pieles cargadas, estresadas o con quemazón y ardor locales".
La dermatóloga María Cecilia Orlandi agrega que en el frío también existe un poder descongestivo. "Muchas veces al usar productos como las aguas termales envasadas en frío se produce una vasocontricción que contribuye a deshinchar y descongestionar la piel, sobre todo en aquellas personas que sufren con los cambios de temperatura. Esto les alivia y refresca y, además, los pone en mejor pie para enfrentar las condiciones adversas del medio ambiente. También ayuda a reducir la inflamación en ojos congestionados, bolsas y piernas cansadas".
Dentro de las alternativas cosméticas, hay aguas refrescantes en spray para el rostro, que resultan ideales para disminuir el rojo de las pieles sensibles o reactivas al sol. Otra posibilidad son las mascarillas faciales que, además de dejar la piel renovada y luminosa, aportan un alivio inmediato y descongestionan los cutis estresados. Así de frescas pueden ser también algunas cremas hidratantes, en especial las formulaciones en spray.
En relación al cuerpo, el frío está presente en una amplia variedad de geles, ya sea de acción reafirmante o anticelulitis, así como en la mayoría de los productos after sun. A éstos se suman los mist, una nueva generación de productos situados a medio camino entre un tratamiento corporal y una fragancia. Tienen una textura acuosa y perfumada que ofrece un bienestar inmediato tras su aplicación. En general son formulados sin alcohol, por lo que se pueden usar bajo el sol sin riesgos de reacciones alérgicas.
Además, ayudan a mantener la hidratación y, al mismo tiempo, al inhalar muchas de sus notas, se produce un efecto calmante o revitalizante.
Hoy son varias las casas de perfumes que están lanzando las versiones mist de sus fragancias más conocidas. Por ejemplo, Yves Saint Laurent presentó una bruma corporal hidratante con los mismos olores del perfume París. Lo mismo pasa con Calvin Klein y su spray hidratante de Obsession, y Trésor Body Mist, de Lancome.
Frío en cabina
En relación a los beneficios estéticos de las bajas temperaturas, no se pueden obviar los tratamientos de crioterapia, que van desde el uso de nieve carbónica hasta el nitrógeno líquido. Este tipo de técnicas resultan útiles para tratar diversas lesiones cutáneas, como verrugas y acné. Lo que se siente como un cubo de hielo sobre la piel provoca una vasocontricción con descenso de la temperatura local, y si el estímulo es de larga duración se ponen en marcha otros mecanismos, como el aumento del metabolismo de glúcidos y grasas en hígado y músculos, produciendo una contracción muscular. También puede aumentar la potencia de los músculos, y devolver la flexibilidad y lozanía perdidas.
