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El sol tienta a las plagas

Puede que usted se vaya de vacaciones, pero su jardín no. Si se descuida demasiado, a lo mejor, a su regreso encontrará que unos visitantes poco agradables se apoderaron de él.

09 de Marzo de 2005 | 18:54 |
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Las plagas en el jardín tienden a surgir con el calor excesivo, así que no se descuide. Para que no tenga que lamentar importantes daños, observe permanentemente sus plantas y árboles de manera de encontrar a tiempo cualquier enfermedad o plaga.

Las plagas son organismos animados, como insectos, ácaros y moluscos, que provocan problemas en las plantas ya sea por parasitismo directo o por aportar las condiciones para el ataque de otras plagas o enfermedades.

El jardín, al igual que la naturaleza, tiene un equilibrio ecológico en el que existen organismos benéficos que controlan a los dañinos, debemos procurar no romper este equilibrio informándonos sobre las plagas y productos antes de realizar un control.

Existen dos tipos de insectos:
Insectos chupadoresson aquéllos que se alimentan de la savia de las plantas por medio de un aparato bucal chupador. A su vez, los chupadores se sub-dividinen en:

a) pulgones, o sea, pequeños insectos de 1 a 3 mm., redondeados, de colores verde, negro o café. Atacan agrupados a tejidos tiernos como brotes, hojas y botones florales.

Para combartilos, se recomienda comenzar a aplicar un control de pulgones en primavera hasta el verano; durante estas épocas las plantas como rosales, hibiscus, laurentinas, cítricos y frutales en general, son más susceptibles al contagio. Se puede utilizar productos contra pulgonas.

b) conchuelas y escamas; las primeras tienen forma de lapa, con coraza de entre 2 y 5 mm. que las protege, normalmente son de color negro y café. Las Escamas son muy parecidas a las Conchuelas son, pero de menor tamaño-menos de 2 mm.-, generalmente presentan colores grises.

Estas plagas se adhiere fuertemente a los tallos y hojas, especialmente a nervaduras de la parte inferior de las plantas, arbustos y árboles como los naranjos, limoneros, laurel en flor, aucuba, árbol de Judea y parra, y el daño que provoca es debilitamiento, secreción de mielcilla y aparición de fumagina (hongos de color negro que cubre las hojas y tallos).

c) chanchitos blancos, que son insectos similares a los chanchitos de tierra pero de color blanco, más pequeños y con aspecto de algodoncito, su tamaño es de 1 a 4mm. Generalmente los encontramos en plantas de interior como la violeta de Persa, helechos, dársenas y otras. Aparecen durante todo el año, pero particularmente en verano. Se ubican debajo de las hojas y en su inserción con el tallo, en ramillas tiernas y escondidas bajo cortezas sueltas. El daño que provoca es el debilitamiento de las plantas y la aparición de fumagina.

d) mosquitas blancas, es decir, insectos pequeños y blancos que se ubican bajo las hojas de cítricos como limosneros, naranjos, mandarinos, ruda, azaleas, madreselvas, entre otros. Es común su aparición con temperaturas excesivas. Este chupador de savia emita una secreción azucarada blanca como un algodón, en la parte inferior de las hojas. El daño que provoca es el debilitamiento de las plantas y también la aparición de fumagina.

e) mosquitas blancas en los invernaderos:Se distinguen de las anteriores porque al mover las hojas atacadas salen volando un sinnúmero de mosquitas de 1 ò 2mm. Además, forman muy poco algodón bajo las hojas.

Insectos masticadores son aquellos insectos que comen todo tipo de hojas, tallos tiernos y raíces, mordiéndolas con su aparato bucal masticador. Se dividen en:

a) cuncunas y cuncunillas que corresponden a larvas de mariposas (cuncunas peludas) y polillas (cuncunas peladas), que se alimentan de hojas, botones y tallos de plantas. Las hojas aparecen mordidas y acompañadas por fecas cilíndricas. Las especies más propensas a contar con este tipo de invitados son los crisantemos, geranios, rosas y prados.

b) babosas y caracoles que son moluscos que se presentan en jardines húmedos o en sectores sombríos. En primavera y verano aparecen en forma agresiva, invernando a finales de otoño. Se alimentan de tejidos, hojas tallos y frutos.

Hay otros tipos de plagas que muchas veces no se consideran como tales. Entre ellas se encuentran:

Hormigas cuyo daño es indirecto, protegen a insectos dañinos como pulgones y mosquitas Blancas además de convertirse en una molestia por su actividad invasora.

Arañitas, o sea, ácaros de tamaño microscópico y muy difíciles de detectar, se alimentan absorbiendo la savia de tallos y caras superior e inferior de las hojas, amarilleando los tejidos, botando hojas y formando una fina tela de araña. Entre estas se encuentran, las arañitas roja, bimaculada, parda, entre otras.

En verano la arañita roja tiene una reproducción violentísima, por lo que se recomienda realizar un tratamiento con un acaricida que elimine la arañita en estado adulto y además sus huevos. Estos ácaros son propensos a en azaleas, rosas, liquidambar, magnolios, scheflera, camelias mirtos y arrayanes. El daño que genera es la destrucción de la clorofila y la inyección de toxinas que ocasiona desecación y defoliación.

Cómo combatirlas

En el mercado existen productos especializados para cada una de estas plagas. Las recomendaciones apuntan a aplicar los productos ya sea en la mañana o en la tarde, si es fumigación, para que el sol no dé directamente en la planta y en combinación con ella, la dañe.

Obviamente, tampoco se debe hacer en días ventosos para que el producto no se pierda. Si la planta tiene bulbo, es aconsejable sumergirla en fungicida antes de transplantar.

De ser productos materiales, cuidar de colocar lo suficiente. Todos, en todo caso, deben aplicarse más de una vez para conseguir la mayor eficiencia.