Una significativa diferencia en los componentes de salud física y mental arrojó el primer Estudio de Estado de Salud de la población afiliada a Isapres, realizado por la Superintendencia de Salud.
Una de las principales conclusiones del análisis señala que las mujeres chilenas que cotizan en el sistema de salud privado presentan un peor estado de salud mental que los hombres, diferencia que se acentúa en aquellas que residen en la Región Metropolitana. Éstas se verían más afectadas por la calidad de vida capitalina.
A lo anterior se suma la mayor tensión que sufrirían las mujeres que realizan estudios de postgrado, lo que empeora aún más su salud mental.
El estudio fue realizado entre julio de 2004 y febrero de 2005 a 1.217 sujetos, hombres y mujeres, mayores de 15 años afiliados al sistema de Isapres, es decir con una renta promedio de 550 mil pesos. Fue aplicado en nueve regiones, considerando la Región Metropolitana.
A juicio del superintendente de Salud, Manuel Inostroza, este estudio permite a las autoridades tener en cuenta la necesidad de incluir en las próximas 40 patologías del AUGE, la depresión femenina, la cual fue desechada en el último listado de enfermedades.
Actualmente, el sistema Isapres tiene una cobertura promedio de 3 a 4 consultas psiquiátricas anuales por beneficiario, y la misma cantidad de consultas psicológicas, lo que se hace insuficiente a la luz de estos resultados.
Hombres tienen mayor vitalidad
Según el estudio cualitativo, en todos los componentes evaluados los hombres tienen un mejor estado de salud en comparación con el sexo femenino. Sin embargo, destaca la diferencia en la mayor vitalidad y salud mental que poseen.
Asimismo, la medición concluye que la salud mental y física empeora con la edad, con excepción de la salud mental de los mayores de 65 años que tiende a mejorar.
Los componentes evaluados fueron: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental, con un total de 35 preguntas.
La salud física y mental, en tanto, mejora tanto en mujeres como en hombres cuando se analiza la variable de nivel educacional. De esta manera a mayor educación, mejor estado de salud, con excepción de las mujeres que estudian un postgrado y las adolescentes de educación media que ven disminuir su salud mental.
En cuanto al tipo de actividad, el dato más significativo es que los cesantes, tanto hombres como mujeres, tienen el peor estado de salud mental, mientras los jubilados, también de ambos sexos, tienen una salud física por debajo de la media.
En comparción con un año atrás
Según concluyó el estudio, el 61,5% de los encuestados considera que su salud es igual en comparación con un año atrás. Sólo el 1,4% cree que es peor, mientras que el 13,7% cree que es algo mejor y el 13%, algo peor.
Los habitantes del norte son los que, en comparación con un año atrás, perciben estar mucho mejor (18,9%), mientras que los de la Región Metropolitana, con un 22% de las menciones, dijo estar peor.
A juicio de Inostroza, los problemas de salud mental constatados en este estudio están asociados a la calidad de vida y a la baja cobertura que el sistema privado le otorga a este ítem.
En ese sentido, explicó, este tema es un desafío para mejorar el AUGE, haciendo efectiva su incorporación como una de las próximas patologías.
"Para nosotros es primordial evaluar el impacto de la Reforma de la Salud en la población" y esta encuesta busca cubrir esa arista de la investigación, explicó el superintendente de Salud.
Adelantó que la idea es realizar una encuesta con las mismas características para los afiliados de Fonsas, de manera de tener un acabado espectro de respuestas.
