Definitivamente el acercamiento de los adolescentes a la sexualidad ha cambiado y cambiado mucho. La Unidad de Atención Integral del Adolescente atiende a muchachas púber que van a control en su primera menstruación. Y en muchos casos, aunque sorprenda, van acompañadas de su padre, no madre.
Andrea Huneeus confirma las estadísticas que entregan una serie de estudios sobre la sexualidad adolescente y que señalan que los jóvenes se inician en ésta, en promedio, a los 16 años, razón de más para no permanecer impávidos.
-¿Qué aproximación tienen los jóvenes con la sexualidad?
“Tanto ellos como sus padres están teniendo una buena aproximación, bastante preventiva. Por eso, se muestran interesados en el control de los adolescentes desde pequeños para que sea una visión educativa, básicamente responsable. Eso hace que los padres se vuelquen en masas a los especialistas para que les enseñemos a sus hijos a cuidarse, respetarse, explicarles que medidas deben tomar de manera que cuando se vean frente a la circunstancia de tener relaciones sexuales sepan decir que no si no quieren, o cuidarse si toman una decisión, pero no motivados por el impulso”.
-¿O sea, más que el temor al embarazo, aspiran a una sexualidad integral?
“El concepto que más gusta usar es el de responsabilidad individual, o sea, que el adolescente tiene la posibilidad de crear su propio esquema de valores, pero de manera responsable como individuo y no sólo frente al sexo, si no frente a todos los eventos de la vida.
“Esa responsabilidad individual es la que promovemos en el plano sexual; si un adolescente tiene una buena relación con su pareja, siente que es constructiva y va a ser positiva, entonces, si desean indagar en la sexualidad, que lo hagan responsablemente”.
-¿Y los padres los apoyan?
“En general, quizás muchas veces en forma velada, los padres están de acuerdo con que den ese paso”.
-¿Prefieren que sean responsables y se cuiden a…
“A decirles que no, porque saben que decirles que no, no sirve, menos con todas las oportunidades que tienen los adolescentes para explorar en ese mundo. En la calle, en la televisión, en todas partes le están diciendo que el sexo es bueno”.
-¿Lo viven en forma más libre que las generaciones pasadas?
“Se lo están planteando más libremente. Nosotros como adultos tenemos que enseñarles que el sexo tiene muchas implicancias, que no sólo es placentera, si no que tiene que ver con un aspecto personal más profundo, en el sentido de vida, en los proyectos que se tienen y en donde el sexo puede afectar negativamente.
“Hay que enseñarles que el sexo debe ser una decisión seria y una vez que la han tomado, hay que enseñarles qué deben hacer para que el sexo no los dañen, o sea, prevenir las enfermedades de transmisión sexual, usar métodos anticonceptivos seguros y hacer controles ginecológicos”.
-¿Hay valores en franca retirada como la virginidad o las no relaciones prematrimoniales?
“Creo que depende de cada uno, hay todo tipo de esquemas valóricos en los adolescentes. Veo muchos jóvenes para los cuales la virginidad o las no relaciones prematrimoniales no los quieren ceder porque son un valor superior. Puede que este grupo vaya siendo menor, pero los hay.
“En este punto hay que ser muy delicado con el marco valórico que se está utilizando porque hay muchas diferencias”.
-¿Hay todavía casos de jóvenes que no pueden asumir este tema frente a sus padres y tratan de negarlo? ¿Hay casos de niñas que niegan tener relaciones pese a que la ecografía muestra el embarazo?
“Creo que sí, todavía se producen, pero todo va evolucionando para que ello no siga así. Los padres, cada vez más, están siendo mejores padres, conversan con sus hijos y son más abiertos”.
-¿O sea, se sientan y hablan frontalmente de las relaciones sexuales?
“Eso está pasando cada vez más y a eso vamos. No puedo decir que no atiendo a jóvenes que tienen vida sexual y sus padres no saben, pero cada vez hay más padres interesados en abrir el tema”.
-¿Cuál es el nivel de conocimiento de los adolescentes? ¿Está a nivel biológico, es muy distorsionado?
“Diría que su conocimiento es mediano. Los jóvenes que llegan buscando educación sexual o prevención de embarazos son un grupo casi sesgado de responsables… en definitiva, son los que llegan y no los que andan comprando cosas en las farmacias o intentando métodos.
“Este grupo toma la decisión, junta la plata, viene al doctor, o sea, es cuidadoso y demuestra que son responsables, pero en general, el nivel de conocimiento es moderado, aunque hay algunos errores”.
-¿Cómo cuáles?
“Como la eficacia de los anticonceptivos; ignoran que tienen tasas de falla. O el uso persistente de preservativos, pues no saben que deben hacerlo para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS)”.
Andrea reconoce que la gran masa, ésa que no se acerca a una consulta médica, está más expuesta no sólo a los embarazos adolescentes, sino que a las ETS. También confirma que los jóvenes están experimentado prácticas sexuales de no penetración vaginal como una forma de evitar lo anterior.
-¿El sexo oral y el coito anal representan una mínima parte de la realidad adolescente?
“No, es una cosa que está ocurriendo. Para evitar el riesgo de embarazo están experimentado otros juegos sexuales bastante avanzados, si quieres decirlo de alguna manera”.
-¿Y tienen claro que eso es relación sexual?
“Sí, esto no se está haciendo por una cuestión moral, se está haciendo para evitar los embarazos, o sea, los niños que llegan a estos juegos no están cuidando su virginidad”.
-¿De verdad?
“No, no, no… los jóvenes de ahora no tienen doble estándar. Es otro el tema, es no embarazarse; son mucho más honestos, saben que se están metiendo en sexo, saben de qué estamos hablando y de hecho, se enojan cuando alguno miente. Son o no son y son de corazón”.
-¿Cuál es el riesgo de ese tipo de práctica más allá del biológico?
“No sé si entienden que este tipo de relaciones les pueden provocar una suerte de vacío interno, pero nosotros tratamos de hacérselo entender, tratamos de que vean cómo la sexualidad es una herramienta para crecer como ser humano cuando se está preparado para ello y cómo cuando no se está, puede hacerte daño como persona, mas cuando eres frágil”.
-¿Cómo manejan algunos estereotipos? ¿La imagen de “la fácil” les preocupa a las mujeres?
“Eso ha cambiado. En general, los adolescentes se están iniciando con sus propios pares; no es una que inicia a varios, son los mismos, son pololos. Ya no existe eso de que los jóvenes van a las prostitutas, ni la suelta del colegio que los iniciaba a todos. Sí hay algunas adolescentes más desinhibidas, pero se trata de parejas”.
-¿El alcohol hace que algunas sean violentadas sexualmente?
“No diría violadas, pero sí tienen relaciones sexuales sin consentimiento o bajo presión. No es una realidad importante; la mayoría sabe que es un peligro por lo que, cuando beben, lo hacen en grupos de mujeres y tienen un sistema para protegerse. Cuando quieren beber se van a la casa de una amiga y no a una discoteque, porque saben que ése es un peligro latente”.
