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La depresión debe tratarse durante el embarazo

Dejar sin terapia el trastorno durante esta etapa puede provocar efectos cognitivos y conductuales en el niño.

01 de Julio de 2005 | 13:21 |
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Después de dos años de casada, Catalina P. (33 años) y su marido decidieron que era el minuto de aumentar la familia. Sin embargo, la depresión que le fue diagnosticada a ella en septiembre del año pasado postergó este sueño hasta nuevo aviso. "Desde esa fecha tomo antidepresivos y la verdad es que me han hecho súper bien. Pero mi psiquiatra me dijo que antes de embarazarme debo dejar de tomarlos para no correr peligro con el niño".

"Mi problema", prosigue, "es que no me siento lo suficientemente bien como para dejarlos y me da terror que la depresión reaparezca una vez que esté embarazada o después del parto. Y, además, tengo claro que no quiero ni puedo seguir postergando la maternidad".

Conductas favorecidas

Catalina no es la única que pasa por esta encrucijada: tratar o no con fármacos una depresión durante el embarazo. Una de cada cuatro mujeres va a presentar un episodio depresivo mayor en su vida. Y el período de más alto riesgo de que éste se presente en forma virulenta y activa es justamente durante sus años fértiles.
Fármacos vetados
El bajo riesgo de usar antidepresivos tricíclicos y bloqueadores de la recaptación de serotonina no es traspasable a los anticonvulsivantes, usados - sobre todo- en el tratamiento de trastornos bipolares.
Es así como el uso de ácido valproico y carbamacepina no es recomendable aún por su incidencia de malformaciones, explica el doctor José Bitran. "Si una mujer está siendo tratada con estos medicamentos, es mejor programar el embarazo para poder llevarla a un cambio hacia medicamentos que sí son compatibles con ese estado".
El doctor Alfredo Germain agrega en esta lista a las sales de litio, "porque su seguridad no ha sido claramente establecida y, al revés, existen algunos reportes que indican algunos problemas".

"Una cantidad significativa de cuadros o enfermedades anímicas son sensibles a las hormonas sexuales. Así se explica la sintomatología anímica de muchas mujeres durante sus ciclos menstruales o su aparición específica durante el embarazo", plantea el doctor José Bitran, director del Instituto Neuropsiquiátrico de Chile.

Y no sólo las hormonas actúan en ese período. "De alguna manera, las conductas depresivas se favorecen en el embarazo, porque es un momento en que la mujer se vuelve hacia sí misma, y vive una etapa de reflexión respecto de ella, de su vida y de lo que significa ser madre", comenta el doctor Alfredo Germain, ginecoobstetra especialista en medicina materno-fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica.
Ojo
El uso de benzodiazepinas debe ser manejado con extremo cuidado durante el embarazo, ya que su seguridad para el feto no está demostrada.

Quienes están en mayor riesgo de enfrentarse a esta enfermedad durante su embarazo son aquellas mujeres que ya la han padecido, que tuvieron síntomas anímicos poco antes de embarazarse, o que tienen alguna familiar afectada por esta patología mientras esperaba un hijo o en el posparto.

Para ellas, muchos científicos ya han investigado la conveniencia o no de tomar antidepresivos durante el embarazo, y hasta ahora, destacan los doctores Bitran y Germain, no han encontrado ningún efecto teratogénico (malformaciones) sobre el niño en desarrollo. "De esta manera, parecerían fármacos relativamente seguros para ser usados en los tres trimestres del embarazo", dice el psiquiatra.
Posparto sin depresión
Una de cada 10 mujeres sufre depresión posparto y la mayoría queda sin diagnóstico y tratamiento. "Ellas creen que se trata de las perturbaciones propias de la maternidad, de que el parto fue difícil, de que no tienen ayuda suficiente del marido o del entorno, de las alteraciones que trae la llegada del niño", explica el psiquiatra José Bitran.
La detección y tratamiento de esta enfermedad es clave tanto para la madre como para el niño. "Ya se acumulan estudios que muestran el impacto sobre el desarrollo cognitivo y la adaptación conductual de niños cuyas madres vivieron estados depresivos severos en las primeras etapas de sus vidas".
De hecho, el doctor Bitran explica que hay varios antidepresivos y estabilizadores del ánimo que pueden ser usados durante la lactancia con riesgos "insignificantes".

El doctor Germain explica que al ponderar riesgos y beneficios, hoy está "razonablemente claro" que es más seguro utilizar estos medicamentos que no tratar una depresión evidente durante el embarazo o el posparto.

De hecho, diversos estudios realizados en la década pasada mostraron que el uso de antidepresivos no significaban una mayor frecuencia de anomalías congénitas, de parto prematuro ni de adaptación anormal del niño. "Más aún, los hijos de madres cuya depresión no fue tratada se adaptan mal a la vida extrauterina, tanto desde el punto de vista cognitivo, del desarrollo del lenguaje y de adaptación conductual".

El doctor Bitran añade que está demostrado que niveles elevados de angustia y de estrés conllevan alteraciones neuroendocrinológicas que tienen un impacto en el cerebro en formación. "La enfermedad anímica es biológica y, por lo tanto, es capaz de ser tóxica y dañina neurobiológicamente para el niño en gestación".

Un estudio citado por ambos especialistas lo comprobó. Se trata de una investigación publicada en noviembre de 2002 en la Revista Americana de Psiquiatría, la que siguió durante su etapa preescolar a niños cuyas madres tomaron antidepresivos en el embarazo. El principal resultado fue que los pequeños no tenían alteraciones del coeficiente intelectual ni de adaptación social.

La medicación de estos fármacos durante el embarazo exige un estricto control médico, ya que hay un tipo de ellos que sí puede implicar riesgos para el feto (ver recuadro). Además, es fundamental que haya comunicación y consenso entre los médicos tratantes sobre la necesidad de esta terapia, así como que la persona se haga un chequeo preconcepcional.

"Una evaluación de este tipo hará que enfrente el embarazo con menos miedo, pues cuando ve que se están tomando medidas preventivas, como dar suplementos que reducen el riesgo de anomalías congénitas, se siente más acogida y segura", concluye el doctor Germain.







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