EMOLTV

Los efectos de la política en las mujeres

Las chilenas en cargos públicos o de representación social se separan más que el resto de sus congéneres y tienen que hacer antes "carrera" en los partidos, por eso, son de edad madura.

18 de Agosto de 2005 | 13:56 |
Un singular estudio revela que la política definitivamente tiene efectos en la vida de las mujeres líderes chilenas.

Éstas no sólo registran una mayor tasa de rupturas matrimoniales que el promedio nacional, si no que tienen menos hijos y su maternidad es más tardía.

La investigación hecha por la Fundación Chile 21 desentrañó también que la mayoría de las mujeres que tienen algún liderazgo en política u organizaciones sociales tienen una larga militancia, o sea, pasan muchos años antes de que alcancen un cargo.

El trabajo que revela el origen de las líderes femeninas y su filiación fue hecho sobre la base de una encuesta aplicada por el instituto vinculado a la Concertación en 570 líderes, 205 de las cuales ocupan algún cargo en el ámbito político (ministras, parlamentarias, autoridades del servicio público) y 365 del ámbito social como gremios y sindicatos.

La investigación descubrió que las mujeres que se mueven en el mundo político propiamente tal, partidos y Gobierno, tienen mayores tasas de militancia, y que en cambio, las que trabajan en el mundo social, como organizaciones de base se declaran “apolíticas”.

Pero en esto hay una diferencia: las mujeres de la Concertación priorizan por igual el mundo político que el social, mientras que las féminas de la Alianza por Chile privilegian su participación en el ámbito político. Las de la izquierda extraparlamentaria, explicable tanto por su tradición como porque no han accedido a los cargos de elección popular, están relegadas a lo social.

Líderes de edad madura

A lo mejor no es una sorpresa, pero el estudio de Chile 21 confirma que las mujeres deben recorrer un largo camino antes de alcanzar un cargo de poder. En promedio, las líderes tienen 16,9 años de militancia en sus respectivos partidos, o sea, ingresaron a las colectividades en los años de la dictadura.

En el caso de las líderes de la Alianza por Chile, es proporcionalmente mayor el contingente de militantes de ingreso tardío que las de la Concertación. Mientras el 67,4% de las opositoras ingresó a RN o la UDI después de 1990, en el oficialismo la cifra alcanza sólo al 45,5%. Todo el resto viene de antes.

A la larga esto da como resultado que sólo el 7,3% de las mujeres líderes tenga menos de 30 años, mientras que el grupo más numeroso (un 46,2%) concentra a las mujeres entre los 45 y 59 años. Y un 10,1% supera los 60 años.

Este envejecimiento de los liderazgos femeninos se acentúa aún más si se deja fuera a las dirigentes estudiantiles, por lo obvio que resulta que ellas sean las jóvenes.

Uno de los descubrimientos hechos por el estudio es que predominantemente las líderes femeninas son católicas, pero hay una porción de agnósticas y ateas mayor a la tasa nacional, casi tres veces más.

Otro dato interesante es que las mujeres líderes tienen mayores niveles educacionales que la población nacional, en general, y que la femenina, en particular. La mayoría (el 85,6%) es de origen urbano, especialmente, de Santiago y también, la mayoría, un 81,3% nació en comunas de mayores ingresos.

Matrimonio e hijos

La mitad de las mujeres en cargos de poder y representación están casadas y las solteras están en el rango similar al que exhibe el resto del país, pero es destacable que más del 80% de las menores de 30 años permanecen así mientras están en política, postergando la etapa de casamiento.

Asimismo, el 10,2% de las mujeres líderes están separadas o anuladas, situación que duplica las tasas de separación y nulidades del país. Y casi no practican la convivencia, fenómeno que sí ha crecido a nivel nacional.

Llama la atención que las dirigentes de la Alianza por Chile se casan más, mientras que las de la Concertación se separan también más, o sea, hay un 12,5% de oficialistas separadas contra un 5,6% de opositoras.

Sobre los hijos, las mujeres líderes confirman acentuadamente la tendencia nacional de postergan cada vez más la maternidad; el 84,5% de las líderes menores de 30 años no tiene hijos y un quinto, entre las que tienen 30 y 44 años.

Por la misma edad de las líderes, más de la mitad tiene hijos mayores de 18 años y menos de un quinto está en etapa de crianza. Esto se explica porque las mujeres demoran más en alcanzar los cargos de poder, o sea, son maduras.

Descargue estudio completo de Chile 21en la página de Documentos de Emol
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?