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"¡Pero si yo no soy Paul Schaeffer!"

22 de Agosto de 2005 | 12:21 |
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Está consciente de que la sensación general es que él es un personaje controversial, que pasa de la música a la televisión, del periodismo más duro a conducir un reality, a reemplazar a Don Francisco en "Quién quiere ser millonario", a ponerse al frente de un montón de mujeres que nada tienen que ver entre ellas, pero que logran un programa exitoso. Nada parece descolocarlo y responde con franqueza cualquier cosa.

-¿Aceptaste de inmediato conducir "Protagonistas de la Fama"?
"Venía muy sensibilizado con lo que estaba ocurriendo afuera con los realities, leí harto, me encanta la teoría de la comunicación y me acuerdo de un artículo en "Le Monde Diplomatique" acerca de la conformación de poderes y los debates respecto a este género. Me imaginé, entonces, que para canal 13 era un tema súper provocador.
"Conozco al Nico, entramos como en una buena lectura de lo que para él significaba el proyecto de canal 13 en ese minuto. Un canal que venía con la percepción pública de ABC1, conservador, mayor de 45 y de derecha…y con eso no le alcanzaba ni para hacer un programa de polo… y era televisión abierta, además".

-Quesille y tú venían de experiencias muy distintas a eso.
"Sí, por eso, la primera punta de lanza fue "Protagonistas". Uno puede evaluar bien o mal lo que se hizo, pero allí hubo un cambio muy fuerte desde el, supuestamente, lugar más conservador de la industria televisiva".

-Pero fue muy polémico.
"Eso fue muy muy intenso, incluso más allá de la discusión medial que hubo, en la que participaron todos; por ejemplo, Viera Gallo diciendo que esto era como Colonia Dignidad y yo me miraba al espejo y decía ¡Pero si yo no soy Paul Schaeffer!, no lo podía creer".

-¿Qué rescatas de "Protagonistas de la Fama"?
"Se logró hacer mucho. Se generó una discusión a nivel interno en las universidades. Me pasé mucho tiempo dando charlas acerca de este nuevo fenómeno, conversando con el Colegio de Periodistas, reuniéndome con la directiva de la UDI, porque no entendían nada. "Fue súper interesante en ese nivel y removió un montón de piezas que permitieron luego que se presentara "Machos"; se desarrollara el área de reportajes, que ese año estuvo muy potente –recuerda el mea culpa del Golpe-, por ejemplo.
"Sí, "Protagonistas" abrió caminos", reflexiona.

-¿Sientes que ha sido un proceso ascendente?
"No, luego vino el traspié de Gema Bueno y ese proceso comienza a caer. Pasamos un 2004 muy difícil y creo que este año hemos recuperado cierta tranquilidad en términos programáticos que ha permitido que otros ejercicios, como "Mi Mundo Privado" o "los Simuladores", funcionen.
"Igual esto es una industria y para poder meter contenidos de relevancia, hay que tener un colchón que te sostenga".

-¿Me estás diciendo que “Protagonistas” era un programa de contenido?
"No, pero en cierto nivel lo fue. Era de entretenimiento; sin embargo produjo una serie de discusiones cruzadas acerca de ¿así son los jóvenes? ¿Es relevante lo que hablan? ¿Qué hace un chico que lava tumbas tan amigo de un ingeniero comercial nieto de Contreras?
"No era un programa de contenido, pero tenía tal grado de observación pública y de reflexión, que sí generó contenido. Esta discusión fue superada y hoy surgen nuevas".

-Y lograron reposicionar al canal.
"Más que eso: se salvó canal 13".

-¿Tú te consideras sólo el presentador de los realities?
"Hacer el trabajo de presentador de un reality es jodido, agotador, pero eso no es lo que yo hago; mi trabajo es ponerme a disposición de un equipo para poder permitir que ciertos procesos funcionen".

-¿No te estás aburriendo de hacer esto?
"Me aburro todos los días y me entretengo todos los días de la misma manera. Todo me aburre, hasta las cosas que más me gustan y todo me entretiene, de la misma manera; por eso, tal vez, le doy tanta vuelta a las cosas: al trabajo, a las relaciones, a los procesos afectivos, a todo".

-¿Cómo fue la experiencia con las mujeres en "Acoso textual?
"Ahhh…eso fue fascinante, una de las experiencias más ricas que me ha tocado vivir. Por un lado, tenía la carga de ser un programa femenino, que muchos decían que me desperfilaba; pero, por el otro, para mí tenía un objetivo súper central: cambiar el horario de la tarde".

-¿Alejarse de los programas "cebolla"?
"La televisión de media tarde en Chile estaba dominada por programas de servicios, básicamente la tragedia humana convertida en factor de rating para el sector C3; entonces, hacer este programa democrático, donde se juntaba una chica del Opus Dei, con una vedette o modelo de ropa interior y sentir que entre ellas había un montón de similitudes, además de la actriz, la tarotista, la periodista… me parecía fantástico".

Insiste en que a él le dejó secuelas mucho más profundas, porque le enseñó a entender que el mundo de las mujeres es absolutamente distinto al de los hombres, incluso llegaron a aconsejarlo sentimentalmente y hacer que se diera cuenta que muchas veces entre ellas basta una mirada para entenderse y los hombres quedan completamente colgados.

-¿Sólo conduces o formas parte del equipo editorial de tus programas?
"Uno en la televisión tiene que hacer la reflexión antes de empezar las cosas, porque es muy difícil encontrarte simplemente con una situación en cuyo escenario no te pusiste. Mi suerte ha sido que formo parte del equipo editorial, porque no puede ser de otra forma".

-¿Por qué?
"Un programa como la “Granja VIP”, de altísimo riesgo, me obliga a tener el teléfono abierto todo el día y hay una conversación constante con el equipo. No se trata de una teleserie, no, es una experiencia en que una situación desencadena en otra; a veces esperada, otra que nunca imaginaste. Con una estructura medial súper fuerte, con un montón de cuestionamientos éticos, con una industria que es criticada todo el día".

-Pero también fue portada todos los días y hasta ahora da tema.
"Para, no sólo eso, ocupan nuestras imágenes, no pagan ni uno, arman programas enteros con nosotros y más encima nos cuestionan con un nivel de violencia súper fuerte. Es un programa que hay que salir a defenderlo y eso lo hacemos nosotros, no relaciones públicas".
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