El nombre de esta ginecóloga, doctora en ciencias, no deja a nadie indiferente. Entre quienes concuerdan con sus postulados, ella es una eminencia y sus grados lo confirman (es miembro de número de la Pontificia Academia para la Vida); pero entre quienes no tienen el don de la fe, su visión no es compartida.
Por ello, la mayor parte de las veces, Pilar Vigil está en medio de la polémica; ya sea cuando se habla de aborto, eutanasia o fertilización asistida. Y hoy, cuando en algunas clínicas privadas se ha dado el paso de iniciar la criopreservación o congelamiento de embriones, nuevamente su voz se levanta para rechazar en su totalidad el procedimiento de fertilización asistida que se produce fuera del útero materno.
Y antes de ingresar en ese debate, ella plantea dar un paso atrás y cuestiona si debe o no el hombre realizar procedimientos de fertilización asistida donde el óvulo y el espermio se unen en una probeta.
Para ella es fundamental centrar el debate en la concepción que se tiene del hombre; si esa concepción del ser humano considera al hombre como un algo y no un alguien, como un creador y no una criatura, entonces el ser humano puede ser tratado como un objeto que se manipula y con el cual se puede hacer cualquier cosa, al igual que con la vida.
-Como médico, tú tienes que tener un sustento científico para ver estos temas.
“Sí, hoy la medicina es vista como algo científico y creo que eso lo tenemos que remirar, replantear. ¿Es la medicina una ciencia que se debe basar exclusivamente en cosas que se pueden cuantificar o es una ciencia que, siendo científica, es a la vez humanista? Eso hace la diferencia; si la medicina es meramente científica llevamos al hombre al estado de objeto creador, dueño del cuerpo, que se puede mirar como una máquina”.
-Vamos a la realidad ¿qué efectos se están viendo a partir de la aplicación de la fertilización in vitro?
“Lo que estamos viendo es que cuando nos olvidamos de la trascendencia del ser humano, el hombre se vierte contra si mismo. Lo que estamos viendo son los efectos esperables, como que en Inglaterra hay embriones, ¡que son seres humanos!, que son destruidos porque quedan tantos que no tienen donde implantarlos. Y es obvio que si a una mujer le implantan varios embriones vamos a tener embarazos múltiples”.
-¿Ves los embarazos múltiples como algo anormal, antinatural en el ser humano?
“Esto no se trata de los embarazos múltiples (insiste).
“Es importante ver cómo definimos lo normal y lo natural. Un embarazo gemelar está en los extremos de la normalidad según la curva de Gauss, o sea, aquello que es lo más frecuente que se dé en el ser humano. Aquello que sale de la curva de Gauss le aplicamos el concepto de alteración y enfermedad”.
-¿Los embarazos múltiples por fertilización están provocando eso, una enfermedad?
“Más que una enfermedad, lo podemos asimilar a una condición de riesgo”.
-¿Y eso no debiera ocurrir?
“Mientras sigamos viendo al hombre con una visión reduccionista, donde el hombre está determinado por un acto, en que no es libre y del cual no debe hacerse responsable, vamos a empezar a tratar las consecuencias de los actos y no la manera de actuar del ser humano.
“Entonces empezamos a tratar los embarazos múltiples, los embriones congelados y empezamos a cuestionar si es válido o no que se vendan embriones o que una chiquilla financie su carrera con la venta de sus óvulos, pero sigue sin ser la pregunta”.
-Puede, pero la realidad te está pisando los talones. En Chile se comenzó a hacer criopreservación.
“Pero esa es una realidad que está inserta en una sociedad; es la realidad de un hombre contemporáneo que se ha olvidado de su trascendencia o que, a veces, no cree que es trascendente. No podemos desligarnos de lo que yo creo, de la fe; cuando tratamos de desligarlo lo tomamos por un camino que nos conduce a la nada”.
-Este debate lo has tenido con tus colegas que no comparten tu visión. Entonces, ¿cuáles son los perjuicios de la criopreservación?
“Es que los perjuicios no es la criopreservación. Vuelvo al inicio, ¿cuál es el concepto de hombre, creador o criatura?”
-¿Crees que se están corriendo cada vez más lo límites?
“Se corren por qué… por la concepción de hombre que se tiene”.
-¿Es distinto implantar todos los embriones a que algunos se congelen y luego se pierdan o, por un error, se descongelen?
“¿Por qué es distinto?”
-Si los implantan todos, se apuesta a que todos tengan una opción.
“¿Sí?... No será que en el punto de partida está el problema. No será que entramos en un camino donde nos van a pasar las cosas que nos tienen que pasar.
“Es objetivo que los niveles de acción son distintos, pero los niveles no determinan el concepto de ser humano. ¿Dónde está el límite?”
-Si la fertilización asistida es una realidad, ¿no debiera legislarse?
“No, es como que legisláramos el aborto. No lo comparto”.
-No creo que dé lo mismo no tener ley.
“No, a lo que voy es ¿qué vamos a legislar, el tiempo que están congelados?
-Que los embriones no se puedan desechar.
“Con eso estamos diciendo que se pueden congelar”.
-Eso se está haciendo. Para qué tapar el sol con un dedo.
“Es que creo que lo estás tapando con cuatro cuando haces una legislación de ese tipo”.
-¿Es mejor no tener ley y dejar hacer?
“No, creo que es muy engañoso el pensar que porque legislamos que se pueden congelar dos, tres o cinco embriones estamos arreglando algo. Es mucho más profundo que eso. Es el caso de Italia, donde se planteó un plebiscito para reformar la ley de fertilización. Se llamó a no votar y hubo un 70% de abstención porque no era un plebiscito válido, no se estaba dando una opción verídica.
“Estoy de acuerdo en legislar, siempre y cuando se contemplen las dos opciones”.
-¿Cuáles?
“Que los seres humanos no pueden ser manipulados”.
-O sea, estás por legislar para impedir la fertilización.
“Claro, pero eso es irreal”.
-Como es irreal el hecho de que el aborto está prohibido por ley e igual se hace.
“Entonces legalicemos el aborto a veces… ¡No! No estoy de acuerdo. Eso no es verdad; no puedo estar de acuerdo con el aborto en ciertos casos y en otros no, como el llamado terapéutico. Terapéutico para quien, si al niño lo estás matando”.
-¿No es significativo que en una probeta haya vida y, porque no está prohibido, se pueda desechar?
“Es muy significativo, pero el corazón de los seres humanos no lo vamos a cambiar por una ley. Sí tenemos una ley que defiende a la vida desde la concepción y ahí estoy de acuerdo, pero lo otro es muy engañoso, porque estamos dejando a algunos seres humanos indefensos”.
-¿Qué le dices a una pareja que no puede concebir y quiere recurrir a la fertilización porque tiene ese derecho? ¿Respetas su libertad?
“Absolutamente, más aún los acompaño. Les digo
aquí estoy y estoy con ustedes. Soy médico y estamos para acompañar, pero acompañar no significa no decirles quién pienso que es el hombre y como pienso que pueden ser más felices”.
-La mayor de las veces, esas parejas son buenas personas. ¿No crees que podrían recurrir a una fertilización con algún grado de protección si hubiera ley?
“Tenemos el Pacto San José de Costa Rica y ahí los países se comprometen a proteger la vida desde el momento de la fecundación, por lo tanto, si hay una legislación”.
-Pero es amplia, no regula en qué tipo de pareja debe darse este procedimiento, ni norma la donación de gametos, como lo plantea el proyecto de ley de fertilización.
“Igual las veo (a esas parejas) muy desprotegidas”.
-No lo estarán si saben que sus gametos y embriones no pueden ser mal utilizados.
“Y qué es ser bien utilizado, ¿qué estén congelados? Tú utilizaste la palabra
utilizados. Puede un ser humano ser utilizado, bien o mal utilizado, utilizado. La pregunta entonces, es si pueden ser utilizados. ¡No!, ni bien ni mal”.
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