El próximo 28 de octubre se inaugura la sede central del Consejo Nacional de la Cultura, en Valparaíso, y quienes han estado trabajando hasta ahora en las oficinas provisorias de San Camilo, en uno de los edificios capitalinos del Mineduc, migrarán al puerto declarado Patrimonio de la Humanidad.
Ante esto, la envidia puede ser un sentimiento más que explicable si se considera la cantidad de proyectos urbanos en marcha para revitalizar esa ciudad y el verdadero despertar cultural que vive desde hace algunos años.
-¿El ministro se queda allá?
“Yo creo que sí. Hay que preguntarle al próximo ministro o ministra, pero mi consejo es que viva en Valparaíso. Yo he estado yendo y viniendo, dos días allá, con los 120 funcionarios que están en el puerto desde marzo de 2004, pero eso es muy negativo. Más vale que se instale allá; además que ya estará lista la sede, que será, también, un gran centro cultural”.
José Weinstein está al frente del Consejo desde agosto de 2003 y gran parte del esfuerzo ha estado dedicado a instalar la institucionalidad en todo Chile, incluyendo sedes regionales. Explica que ha significado un trabajo muy arduo; “algunos que se ven y otros que no se ven”.
“Sería muy difícil retroceder en esto. Ya se fijó la idea de que tiene que existir el cargo de cultura dentro del gabinete”, dice ante la posibilidad de que tras un cambio de gobierno, se modifique la política de Estado involucrada.
Durante este tiempo varios son los cambios implementados. Uno de ellos involucró el fondo concursable para las artes, el Fondart, que fue ampliado en sus líneas de acción y reformado. Además, fue reforzado porque si en 2005 se entregaron 15 millones de dólares, el próximo se habrá duplicado la cifra acumulada desde el 2000 a la fecha.
-¿Qué significa eso en términos prácticos?
“Para mí estos fondos son como el oxígeno que necesita la creación en Chile; sin éstos, la cantidad de cosas que se hubieran dejado de hacer sería enorme. Ha sido clave en todo el dinamismo cultural de estos años”.
“Te lo grafico en una situación: es muy difícil que alguien toque esta puerta, que tenga una idea y que yo no le pueda decir que existe una línea en la que puede buscar financiamiento. No le puedo garantizar que se lo gane, pero sí asegurarle que hay un fondo al que puede concursar”.
Recuerda que hace unos años, el Fondart era más conocido en la sociedad por las quejas de quienes perdían que por las obras de los que ganaban.
-¿A tu juicio eso ha cambiado?
“Sí, porque se ha dado a conocer toda la información; todos los jurados han sido públicos (de paso comenta lo difícil que es conseguir buenos jurados porque mucha gente no está disponible); a cada uno de los que no gana se le da una explicación personal, que puede o no gustarle. También hay un período de cinco días para apelar a la decisión del jurado. Existe un 1% que apela; sin embargo, creo que se ha ido ganando transparencia, legitimidad”.
Si el Fondart dio un paso, para Weinstein el proyecto SISMO cae en la categoría de tranco largo. “Es una de las acciones más ambiciosas que se ha llevado a cabo, un proyecto itinerante por todo el país, de abril a diciembre, en todas las disciplinas artísticas, que incluye, además, clínicas y talleres dictados por artistas nacionales de reconocida trayectoria”.
Tan grande es, que en el último tiempo, los SISMOs han alcanzado carácter intrarregional y para disminuir el centralismo los artistas regionales vienen a Santiago. Se suma a éste el programa “Los Quijotes de la Lectura”, que consiste en capacitar a dos mil monitores de lectura en diversos puntos del país de modo de incentivar esta actividad que reconoce “muy atrasada”.
Aún así aclara que Internet también es una manera de leer. "Se está cambiando el soporte, incluso en otros países se está mutando la edición de los libros, se está aceptando la posibilidad de libros digitales. Ya no es puro soporte papel".
Antes de que termine el gobierno el Consejo dará a conocer las políticas para el fomento de la lectura y el libro, pero también dejará abiertos al público importantes obras de infraestructura cultura como el Teatro Regional del Maule, este mes; el Paseo de la Cultura, el próximo; la Biblioteca de Santiago, en noviembre; la reinauguración del MAC (Museo de Arte Contemporáneo), en diciembre; y el Centro Cultural Palacio de la Moneda, un edificio subterráneo inmenso, que tiene cineteca y un gran centro de las artes visuales, que se entregará en enero.
