EMOLTV

¿Cómo adelgazar?

Existe acuerdo en que la disminución en el consumo de alimentos "desechables" y la práctica física disminuyen los riesgos asociados al exceso de peso.

05 de Diciembre de 2005 | 14:20 |
imagen
El sobrepeso es un mal endémico en los países desarrollados, un subproducto morboso del progreso, cuando conlleva a un sedentarismo asociado a los malos hábitos alimenticios. Más allá de la inhibición estética que se produce cuando exponemos nuestra anatomía al prójimo, la obesidad acarrea riesgos muy severos para la salud.

Hay un consenso que para lograr un nuevo equilibrio metabólico y un cambio real en la química del cuerpo, el combate a la obesidad debe pasar por una adecuación de la dieta y por la recuperación de la práctica sistemática de una actividad deportiva. Ambos elementos actúan sinérgicamente y evitan los efectos de rebote que se produce en dietas hipocalóricas asociadas a pastillas anorexígenas. Es decir: inhibidoras del apetito, en base a estimulantes de tipo anfetamínico, que además de producir euforia generan una depresión, caracterizada por el mal humor y la agresividad.

En base a la evidencia relacionada con los efectos de la pérdida de peso en la salud, en los procesos fisiológicos y en los parámetros de composición corporal, conviene hacer algunas recomendaciones adicionales acerca de los programas de pérdida de kilos.

Para estos fines, el peso del cuerpo estará representado por dos componentes: el graso y el no graso (agua, electrolitos, minerales, reservas de glucógeno, tejido muscular, hueso, etc...):

1.- Los programas de ayuno y dieta prolongados que restringen severamente el ingreso calórico son científicamente indeseables y médicamente peligrosos.

2.- Los programas de ayuno y dieta que restringen severamente los ingresos calóricos dan como resultado una pérdida de grandes cantidades de agua, electrolitos, minerales, reservas de glucógeno y otros tejidos libres de grasa (incluyendo proteínas), con una reducción mínima de la cantidad de grasa.

3.- Una restricción moderada, 500 a 1000 calorías menos que el ingreso diario habitual, da por resultado una pérdida menor de la cantidad de agua, electrolitos, minerales y otros tejidos libres de grasa. También produce, con menos probabilidad, trastornos nutritivos.

4.- Los ejercicios dinámicos de grandes grupos musculares ayudan a mantener el tejido no graso y la densidad ósea, y producen una disminución en el peso corporal. La pérdida de peso que se produce por un aumento del gasto de energía es una consecuencia del peso de la grasa consumida.

5.- Para reducir el peso corporal se recomienda una dieta sana, consistente en una restricción calórica leve, acompañada de un programa de ejercicios de resistencia y de una modificación en la conducta de los hábitos alimenticios. La pérdida de peso no debe exceder a 1 kilo por semana.

Se apunta, sin embargo, que bajar de peso no es suficiente. Más aún; es, quizás, la tarea menor. La tarea mayor es mantener ese nuevo equilibrio. Para tener un adecuado control del peso y de los niveles óptimos de grasa corporal, se requiere de un compromiso de toda la vida que comprenda hábitos alimenticios adecuados y una actividad física constante. Está dicho: la ayuda del ejercicio es fundamental. ¿Las razones? Es un estupendo regulador del apetito, disipa la ansiedad y deja encendido el metabolismo.

El combate a la obesidad debe pasar por una adecuación de la dieta y por la recuperación de la práctica sistemática de una actividad deportiva.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?