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"Creo que la regla es ¡respetémosnos!"

10 de Noviembre de 2005 | 09:14 |
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Una curiosa e insólita historia liga a la cantante al Festival de Viña. Hace años, cuando Myriam Hernández era parte del "Ranking Juvenil", le ofrecieron presentarse en el Festival de Viña con el grupo y ella fue la única que no aceptó. Tenía 18 años, en 1986.

Casi veinte años después, le ofrecieron conducirlo una noche. Se lució. Tanto, que luego fue la compañera diaria del animador "vitalicio" Antonio Vodanovic. Este año, se convirtió en la "animadora antigua" y debió apuntalar a un débil Ricardo Montaner. En la versión 2006, su pareja será Sergio Lagos.

- ¿Por qué no cantaste en 1986? ¿Madurez? ¿Seguridad en ti misma?
"Al principio había aceptado, pero después pensé ¿qué gano yo con esto?. Puse en la balanza y ¡claro! ganaba experiencia y el hecho de decir que había estado en Viña del Mar, pero daba lo mismo para lo que yo quería".

-Que era…
"Una carrera seria, internacional, con una imagen de verdad, con canciones propias, con un estilo personal. Entonces daba lo mismo que estuviera en Viña, nadie se iba a acordar de mí por ese paso. Si no estaba no me iba a afectar en lo más mínimo. Y dije no".

Lo había conversado con sus padres y acudió a decir que no participaría. "Fue feo, porque me echaron. Me dijeron si sabía lo que significaba decirle no al Festival de Viña. Tú nunca más pisarás ese escenario; nunca más entrarás a las puertas de este canal ", cuenta hoy, un poco entre risas.

-¿Y tú que respondiste?
"Muy parada y como aguantándome la pena, bien digna hasta el final, les dije: yo voy a trabajar por mi carrera, estoy consciente de la decisión que tomé, creo que a los 18 años uno perfectamente sabe elegir lo que quiere, y espero que algún día me llamen del festival, aunque se tarden 4, 8 o 15 años, no importa. Me van a llamar por mis éxitos, porque voy a luchar por tener un estilo personal. Eso fue lo último que dije, me di media vuelta, agradecí y me fui".

Por supuesto, cuenta, tomó un taxi y ahí mismo se puso a llorar. También lloró en su casa, con sus padres, quienes la apoyaron para seguir adelante con su decisión. Desde ese día se preocupó de estudiar más –desde los 10 años asistía a clases de canto lírico y popular-; dejó la biología marina y entró a comunicación audiovisual, pero no terminó, porque su abuela murió y no fue a dar ningún examen.

"Seguí luchando hasta que grabé mi primer disco, Ay, amor , que lo grabé con una plata mía, que tenía para un auto y ¡na' poh!, opté por la pelea, porque creía en mi misma y tenía que demostrarlo; no iba a conseguir una compañía que creyera en mí porque sí", dice.

-¿Por qué no te contrataban en las compañías?
"Porque querían que cantara canciones más sexies, que mostrara más, porque eso era lo que vendía afuera. Pero yo creo en cantarle al amor en una forma normal, sencilla. Por qué de otra forma, si éste es mi estilo; no siento lo de las sábanas blancas ni eso.
"Le dejé a la persona del sello el disco y le dije que me llamaran cuando les interesara. En la semana me llamaron y me dio mucho gusto, obviamente. Ahí ya el tema se estaba convirtiendo en éxito en la radio".

Su voz se vuelve más pausada, baja el tono, como recordando: "Me hice como regalona en las radios; iba con mi disco bajo el brazo a promocionarlo y como me veían tan chica y luchando… hasta que se transformó en éxito".

Después vino El hombre que yo amo y luego, el álbum completo. "Fue bonito… bonita experiencia", recuerda.

-Y ahora animas el Festival.
"A ver, primero que nada, para mí Viña tiene un sentido bien especial, porque me acuerdo que la primera vez que me propusieron animar una noche, creí que era un chiste, pero decidí tomarlo como un desafío.
"Me encantan los desafíos igual y me preparé lo mejor que pude; lo tomé como una humorada, pero bien hecha… nunca me imaginé que me iba a quedar cinco años. Éste es el quinto año consecutivo".

-Eres la animadora estable.
"Increíble, han pasado tres hombres por mí… en el escenario, jajajaja. Antonio Vodanovic, Montaner y ahora, Sergio Lagos".

-¿Qué opinas de ellos?
"No soy quien para evaluar el trabajo de mis compañeros; lo único que te puedo decir es que soy súper adaptable y me gusta trabajar en pareja, en conjunto, sea con un hombre o con una mujer, no tengo ningún problema. Yo creo que cuando se respetan los espacios, al colega, sin querer robarse la pantalla ni que me la roben a mí tampoco, no hay problema".

Explica que así se lo planteó a Vodanovic: "Antonio, yo no voy a ser gomero tuyo, ni un adorno que se esté riendo al lado. Yo quiero que tú me respetes mi espacio y yo respetaré el tuyo. Así lo aceptó, así trabajamos y no hubo ningún problema".

Lo mismo le dijo a Ricardo Montaner y, pese a que reconoce que el público le fue bastante adverso, dice haber ganado un amigo en él, con el que todavía mantiene contacto. "Dentro de todo salió airoso y él siempre supo que ésa no era su carrera", dice.

-¿Qué esperas de Sergio Lagos?
"Tuvimos la experiencia de trabajar juntos en 'Protagonistas de la música' y fuimos súper bien evaluados por los medios de comunicación; nos llevamos muy bien personalmente, profesionalmente; él es un agrado, un excelente profesional, tiene las ganas de hacerlo. Es simpático. Lo mismo, creo que la regla es ¡respetémosnos!, potenciemos la pareja. No sirve jugar a cuál de los dos es más estrella, porque las estrellas aquí son los artistas de la competencia y del show; nosotros somos simples animadores que tenemos que hacerlo lo mejor posible".

No descuida ningún detalle, así que su vestuario también es muy importante para ella. Aún no sabe quién la vestirá, pero quiere seguir la misma línea que ha usado hasta ahora: romper un poco esquemas, usar pantalones, vestido largo, corto, cambiarse dos veces por noche. "Jugar un poco", agrega.

-Te gusta jugar. También ahora cuando posaste para las fotos.
"Me encanta. El lente… me encanta posar. Estuve modelando en Miami hace dos años atrás. Me gusta, me gusta la fotografía. No tengo problema en estar posando y moviéndome y cambiándome vestuario… ¡Yo, feliz!"