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"La vida no puede ser eternamente un recreo"

Un año de profundos cambios vive José Miguel Viñuela. Después de vivir con su madre toda la vida, se casó; en menos de un año estaba separado y viviendo solo por primera vez en su vida. Además, después de ser durante casi una década parte del equipo de "Mekano" y por más de seis su conductor, dio un paso en su carrera y conduce el matinal de Mega, "Con mucho gusto", y el programa de conversación nocturna "Sábado por la noche".

21 de Febrero de 2006 | 09:41 |
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Es el tercero de cuatro hermanos hombres; también tiene un hermano menor, hijo del segundo matrimonio de su padre. "Somos cinco hombres, como los Mercader", dice y se ríe a carcajadas; una característica que mantiene durante toda la entrevista.

Estudió hasta sexto básico en "The Grange", pero, después de la separación de sus progenitores, su mamá decidió cambiarlos a un colegio que tuviera mayor formación religiosa y se fue al San Ignacio.

Allí dio sus primeros pasos en esto de la comunicación; siempre a cargo de la barra del colegio en los torneos, empezó a tener claro cuál era el camino que quería seguir en su vida.

-¿Qué recuerdos tienes del colegio?
"Tengo los mejores recuerdos del San Ignacio, sin duda alguna. Más que nada el tema de nunca admirar a nadie por sobre el otro. Creo que eso te lo da un poco las actividades que se hacen que tiene que ver con trabajos de verano, con trabajos en fábricas – te vas una semana a vivir en una población y trabajas como obrero-.
"¡Tengo súper buenos recuerdos de la relación con los jesuitas!".

-Uno de tus temas era la barra ¿no?
"Siiií, súper importante. Esperábamos el Interescolar a fin de año; éramos jefes de barra con mi mejor amigo. Era un desafío ganar el Interescolar; no solamente en atletismo, porque éramos buenos – ¡dijo éramos el que nunca corrió!-, pero la barra era tanto o más importante que el deporte en sí.
"Era entretenido hacer actividades con otros colegios; se hacían jornadas, la Semana Ignaciana, también… tengo muy buenos recuerdos de eso".

-¿Por qué te decidiste por comunicación audiovisual?
"Básicamente porque desde chico me gustaba la idea de comunicar. Desde chico tenía la idea de que algún día iba a trabajar al frente de cámara, pero necesitaba saber cómo funcionaba el tema por detrás. Así partí".

-Después estudiaste periodismo.
"Cuando "Mekano" se consolidó, me di cuenta que era tremendamente necesario estudiar periodismo, porque tenía mucho más que ver con lo que estaba haciendo".

Estudió ambas carreras en la Uniacc y después siguió un post título en Marketing en la Pontificia Universidad Católica.

En la Uniacc era compañero de curso de la Verónica Calabi, que inició "Mekano" en Mega, después de conducir unos años "Extra Jóvenes" en Canal 11. Ella lo llevó al programa para hacerse cargo de los concursos; cuando dejó la conducción, Viñuela se convirtió en el icono de los adolescentes.

En un principio el espacio era muy distinto al que conocemos hoy; era, básicamente, un programa de música, con secciones ligadas a la cultura; con el tiempo se fue transformando en un programa más ligado al baile y a las notas fuera de estudio. "Más que nada un misceláneo de entretención", explica Viñuela.

-¿Qué sensación te provoca ser una suerte de "padre" del programa?
"Entretenido, porque fue como una empresa súper chiquitita que fue creciendo. Nació el Team Mekano, trajimos el Axé… ¡bien!".

-Fue creciendo contigo. Te fuiste y se está como desinflando.
"Hoy día estaba pensando en eso; estaba viendo el tema que salió de Ronny (el tema de la bencina no pagada) y quedé impactado ¡Da pena!
"Todos los productos, si bien tienen su ciclo, se debe ser lo suficientemente inteligente para renovarse, innovar y seguir persistiendo en el tiempo. Creo que ese es el desafío: hacer un formato un poco diferente que se acomodaba a lo que a mi me gustaba hacer. Tiene que ir variando hacia otros gustos, adaptándose a sus animadores".

-¿Por qué lo dejaste?
"Básicamente por un tema de etapas de vida, de edad; yo había cumplido 29 años, entre medio me casé, y sentía que el desgaste físico era importante y además había un tema psicológico que era necesario cambiar".

-¿Dejar de ser adolescente?
"Claro, justamente. Además que vas adquiriendo nuevas necesidades; necesidades intelectuales. Yo lo pasaba muy bien, pero la vida para mi no puede ser eternamente un recreo".

-Por eso el cambio a "Mucho gusto".
"Claro, como que equiparé las etapas de vida. Pero le tengo la mejor onda a "Mekano" y todo el cariño del mundo, por eso me duele ver que pase lo que está pasando. Es triste".

-¿A qué atribuyes esos problemas?
"Hay que tener mucho cuidado con lo que uno habla. Si es que existen problemas, hay que tratarlos a puertas cerradas y no estar ventilando cosas para afuera… ahí es dónde se desgrana el choclo".

-¿Qué diferencia tiene eso con lo que tú hacías en el programa, ventilando la vida de los del integrantes?
"Noo…sí. Lo que pasa es que, de alguna manera, todos entendían que el programa era un juego; dos horas de recreo. Obviamente, todos los que estábamos dentro del estudio nos disponíamos a jugar un poco con el tema del pololeo y eso. Hasta ahí me parece sano, es parte del recreo del programa, como bailar, saltar y pasarlo bien.
"Creo que hoy se están tocando temas que van más allá del programa, que son extra televisivos y muy fuertes, por lo demás. El cuestionamiento a una persona que a mi me parece intachable es muy fuerte".

-¿Cuál es la diferencia, entonces?
"Creo que los programas de farándula hoy día degeneran los temas y los llevan a un lado que no es real; me parece muy delicado. Objetivamente, hoy día, no puedes decir mira es que dicen que; todo el mundo se basa en rumores y creo que lo mínimo es llamar y preguntar, hacer una investigación periodística, que creo que no cuesta nada. Lo que hacíamos nosotros era un juego; también había gente que no quería hablar, pero la relación que teníamos como equipo era intachable, era perfecta. Terminábamos el programa y siempre teníamos buena onda y eso se trasunta a que ellos se conviertan en personajes también. Las animaciones personales me parecen muy peligrosas; creo que hoy día hay que apoyarse en el equipo, en tu gente. Es una sinergia".

-¿Te sientes cómodo en el "Mucho gusto"?
"Sí, es un programa distinto. Es una maduración necesaria, yo no puedo estar toda la vida en recreo. He tenido que hacer la transición, estar un buen tiempo dándome a conocer a otro público y crecer, crecer. Creo que estoy aprendiendo mucho de la mañana; aprendiendo a equilibrarme, a no ser tan arrebatado, a controlarme, a entender que las dueñas de casa –que es el público mayoritario- son un público fiel, pero a la vez sensible; uno no puede estar manejando la irreverencia y el pegar palos porque sí. Esa es una de las cosas que he ido aprendiendo en el tiempo y estoy trabajando en eso".

-¿Un novato?
"Sin duda. Estoy aprendiendo, pero siento que lo he hecho bien en el tiempo que llevo. Estoy pasando las pruebas de a poquitito".

- ¿Cuál te gusta más? ¿el programa de la noche o el matinal?
“Me gusta el ‘Sábado por la noche’; lo que pasa es que son formatos distintos, en el de la noche podís relajarte y sentir que estai en el living de tu casa, tomándote una piscola y conversar de temas que a veces no puedes tocar en la mañana.
“Hacer el ‘Mucho gusto’ es un desafío, porque en un matinal te olvidai de los protagonismos y de los egos; trabajai al servicio de la gente; hay que entender que eres un puente entre la gente y la televisión y ojalá resolverle la mayor cantidad de problemas posibles”.

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