Hace menos de un año, Gonzalo Egas ganó el reality de canal 13, "La Granja", se impuso ante los demás competidores por su fuerza y su astucia, pero no precisamente por su simpatía. Él lo tiene sumamente claro y piensa que, precisamente, gracias a eso, fue el triunfador.
Sin embargo, aunque se considera pesado con los demás, durante la entrevista se mostró siempre muy gentil y simpático. Se río a carcajadas recordando aspectos de su niñez y juventud; mostró las marcas en su cuerpo por la práctica de métodos de lucha, habló sin tapujos sobre el reality y sus proyecciones de vida; en fin, abrió las puertas de su casa a Puntomujer.
Gonzalo Egas cuenta que llegó al reality casi por casualidad; su vecina de enfrente –y su mejor amiga- lo inscribió un día que navegaba por internet. Él estaba tomado un curso de teatro, clases de inglés y llevando su gimnasio en ese tiempo.
-¿Tan amigos cómo para que te inscribiera por su cuenta?
"Ella, somos amigos, pero uff, muchísimo. Es la única 'amigo' que tengo, hablando genéticamente".
Era más bien una humorada, ni siquiera se planteó que lo llamarían. A los dos días lo convocaron para el casting. Entró a la sala con tres personas más (una de las cuales se movía en el mundo de la televisión) y empezó a preguntarle a quien los entrevistaba, quién era el director y quiénes formaban el equipo; a ella le agradece oportunidad de entrar al reality.
"Yo, en un principio, soy súper callado, súper analítico del grupo -y no porque sea mi forma de abordar a la gente-, es porque soy medio quedao y mientras no hablo, miro, observo y pienso. La cosa es que esta muchacha trató súper mal a la niña de mi grupo; me molestó y le dije
oye loca qué te pasa y me puse a discutirle mucho rato, porque estaba siendo muy mal educada", cuenta.
-¿Eso te hizo entrar?
"Yo pensé que la había cagao y estaba frito, pero eso me hizo entrar. Después, ya dentro del reality, lo conversé con la chica del programa y me dijo que si no hubiese sido así, no hubiera quedado, porque al principio me veía muy callado".
-¿Por qué se inscribe la gente en un reality?
"No tengo idea. Yo me inscribí por la plata, nada más. Hay gente que dice que lo hace para vivir nuevas experiencias… que se viven cosas importantes…"
-Pero eso no se sabe antes de entrar.
"Ése es el punto ¿cachai?, primera persona que me lo dice: uno a proiri no sabe nada de lo que le va a pasar allá adentro".
-Al contrario, sólo sabes que van a exponer tu vida en pantalla.
"Si uno quiere vivir experiencia enriquecedoras, hay mucha gente que te puede ayudar, terapias, retiros… ¡que sé yo!, uno no se mete a un reality para eso. Yo no iba a vivir 'la experiencia', iba por la plata".
-¿Vale la pena exponerse por plata? ¿Te lo planteaste antes de entrar?
"La verdad es que no me lo planteé. No vi el tema de la exposición como algo muy grave; además que no me molesta. Lo primero que hice cuando llegué fue ir a la piscina y pensé que no me iba a pasar tres meses desvistiéndome adentro de la cama; así que quedé en pelota delante de todas las cámaras altiro. Por supuesto, no salió al aire".
-Cero pudor.
"No tengo rollos con mi cuerpo y… con el tema de la exposición… bueno, no le abriría las puertas de mi casa a una cámara, pero es un programa de televisión. Además que me cuidé: hay cosas gratas y no gratas que no dije, cosas que son sólo mías y no tenía por qué mostrar".
-¿No perdiste nunca la sensación de que estabas en un show?
"No, poh, no se pierde. Lo que viví con mis compañeros, los lazos que se establecieron eran reales; pero el tema de estar en cámara no lo olvidé jamás".
-Establecen todo tipo de relaciones en tres meses de convivencia diaria, ¿después de salir se ven?
"Me veo con Flavia, en menor grado; harto con Álex, me considero su amigo; con Arturo nos llamamos y eventualmente nos vemos, y con Eileen".
-¿Y tu relación con Vicky?
"Terminamos; como en cualquier relación de pareja que se termina, no existen lazos".
-¿Sienten necesidad de establecer relaciones de pareja adentro?, por lo estresante de estar encerrado.
"No, en lo absoluto. ¿Sabes lo que pasa?, es que hay una involución cronológica terrible: porque yo entré de 29 años y salí de 15".
-¿Cómo?
"En el fondo vas a jugar, te olvidas de todas tus responsabilidades, no tienes que pagar cuentas, nada. Ni siquiera responsabilidades en términos afectivos, te olvidas".
-¿No pensaste en qué pasaba afuera?
"Sí, piensas, sin duda. Lo raro es que no tienes responsabilidades; mi gimnasio estaba afuera y el que tenía que hacerse cargo era mi hermano; yo estaba encerrado, con el objetivo de ganar y no podía intervenir en nada de lo que pasara afuera.
"Juegas; te levantas y quedas absolutamente desocupado, en términos reales. Si ese día no tenías ganas de trabajar, no hacías nada no más e igual tienes asegurada la comida. Si no te dan –yo no lo hago- pero podrías haberte robado unos huevos o qué se yo. Tenís todo lo básico cubierto. Yo jugué y jugué y lo pasé el descueve".
-A lo mejor por eso ganaste.
"Puede ser. Además que siempre enfocado en ganar… Yo siempre lo dije, a participar no iba"
-¡Tanta seguridad!
"No, es que no me podía dar el lujo de estar tres meses y medios encerrado para irme pato para mi casa… nooooo".
"Era algo así como el nerd del curso"
"Yo no encuentro que tenga ni un mérito respecto del tipo que está al lado" 
