La carta de presentación del Gyrotonic es clara y prometedora. Es un método único que no sólo ejercita toda la musculatura. También moviliza todas las articulaciones, favorece la coordinación, combate los problemas de la columna y previene el estrés. Todo con el mínimo esfuerzo. La fantasía de cualquier fanático del bienestar integral.
Bautizado como yoga en movimiento, el Gyrotonic propone un programa de ejercicios que está dominado por ejercicios circulares elegantes, delicados y llenos de armonía. Estas características le han significado el reconocimiento internacional y lo han convertido en un verdadero boom.
Partió tímidamente en Estados Unidos a mediados de los '80, pero gracias a su efectividad fue ganando adeptos entre personas dedicadas a la actividad física como bailarines y atletas. Al principio sus alcances como tendencia fitness fueron mantenidos a raya por su propio creador, el bailarín rumano Juliu Horvath, quien durante más de una década prefirió potenciar su carácter terapéutico.
Sin embargo, su poder para trabajar el cuerpo en forma global terminó poniéndolo en el ranking de las terapias para verse y lucir bien. Actualmente es la gimnasia de moda y la competencia más seria del Pilates. Pese a su popularidad, sus creadores vigilan cuidadosamente su práctica y continúan con su política de presentarlo únicamente como un sistema terapéutico especializado, para no caer en la etiqueta de fitness de última generación.
Según sus promotores, la meta básica del entrenamiento con este sistema es poder tener un cuerpo que actúe y reaccione en la vida cotidiana de una forma sana y orgánica. En su principios fundamentales mezcla disciplinas orientales como el yoga, el tai-chi y hasta técnicas de la acupuntura; por eso, su propuesta escapa de la medicina occidental. Por lo mismo, trabaja tanto en los músculos o articulaciones como en las vísceras o glándulas del cuerpo, con lo cual todo el organismo se ve beneficiado.
En tres dimensiones
Para asegurar su efectividad, el Gyrotonic utiliza una máquina de acción específica. Se llama Pulley Tower, y permite fortalecer el cuerpo en tres dimensiones.
A primera vista, la apariencia de la Pulley Tower resulta compleja y puede intimidar. Está fabricado en madera y provista de platos giratorios que se combinan con un sistema de cuerdas, pesas y poleas. Este original mecanismo resulta básico para la realización de su programa de movimientos de acción circular sobre el cuerpo y sus articulaciones. De esta forma las refuerza y logra maximizar su estiramiento, al mismo tiempo. Por lo mismo, su acción se compara con la más potente sesión de baile.
Frente a las máquinas convencionales, en las que únicamente se pueden realizar movimientos lineales, muy rectos y sólo en dos dimensiones, la Pulley Tower propone un estilo completamente distinto. Una gimnasia basada en círculos tridimensionales con ejercicios, centrados particularmente en la columna vertebral, que ayudan a trabajar el sistema esqueleto-muscular en su totalidad. Eso logra un cuerpo bien proporcionado y, lo que es más importante, con menos tendencia a sufrir lesiones.
Los principales puntos en los que se focaliza la acción de esta técnica son la columna, las piernas y los abdominales. Una sesión normal incluye movimientos conocidos como "el arco y la curva" sobre la espina dorsal, hacer la letra c con cada articulación y diferentes ejercicios con las piernas que se conectan a los cables de las máquinas.