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Universitarios que aperran con la mensualidad

Son muchos los jóvenes que trabajan para pagar sus estudios, lo que los ha impulsado a estudiar más porque saben lo que cuesta pagar la carrera.

13 de Abril de 2006 | 14:57 |
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La "excusa" de "no tengo plata, por eso no estudio" o "el Gobierno debe darme la educación gratis", no ha sido válida para algunos estudiantes que han pagado los estudios universitarios sin tener ni siquiera créditos bancarios.

Adquirir un compromiso económico es un desafío personal y una restricción monetaria, ya que la prioridad del sueldo debe ir a la mensualidad.

Los universitarios entrevistados coinciden en que sí se puede compatibilizar la familia, la polola/o, los estudios y el trabajo. Pero para encontrar este último hay que moverse. "No existe facilidad para orientarse sobre buenas bolsas de trabajo para estudiantes", dice Francisco Rodríguez, (Derecho en la Universidad de los Andes)

El caso de Javier es diferente, ya que va en II medio y siendo el último de once hermanos sabe que debe pagarse la universidad."En los veranos trabajo en Algarrobo y durante el año soy desde jardinero hasta vendedor de quesos, porque sé que debo ahorrar desde ahora", asegura.

Las 25 universidades tradicionales y las 37 privadas ofrecen 122 mil cupos-sin contar los 78 mil que ofrecen los institutos profesionales y otros- porque saben que sin una carrera es difícil ganar un buen sueldo.

En los primeros años hay que inventarse trabajos como clases particulares o baby sitter, pero más adelante es más fácil conseguir algo acorde a lo que estudias. Por ejemplo, María Teresa que va en último año de periodismo, está a cargo de un proyecto periodístico de la Escuela Agrícola Las Garzas, institución de San Fernando que busca darle educación técnica a jóvenes, desde primero a cuarto medio, para que puedan salir adelante.
Trabajos sin horario fijo
Llamar a banqueteros. Pagan entre $12 mil y $15 mil, según evento.

Hacer babysiters en las noches. Se cobra según le parezca.

Cuidar niños cuando los padres se van de viaje.

Hacer clases particulares.

Fabricar regalos para cumpleaños y venderlos.

Animar cumpleaños.

Muchas universidades dan opciones de trabajo.

El caso de Constanza Bollmann (Derecho U.C.) fue distinto, ya que sus padres le pagaron la universidad hasta tercer año. "A partir de cuarto me puse a trabajar, ya que somos ocho hermanos y cinco estamos estudiando", dice.

Trabajó como procuradora en una oficina de abogados. "Dejé de ir un poco a clases pero estudiaba más, para poder pagar los 234 mil pesos de la carrera". Ahí trabajaba cuatro horas diarias. El resto lo juntaba los fines de semana, trabajando como moza o haciendo baby sitter.

Hoy, recién recibida, está a cargo del Proyecto "Estoy Vivo" de la Fundación Gente Nueva, lo que le alcanzó para pagarse la universidad. "Es cuestión de ingeniárselas y buscar un poco. Y sobre todo, es necesario organizarse bien", aconseja.

Kevin Casanga Lizana (sicología, U.G.M.) reconoce que es sacrificado trabajar y estudiar al mismo tiempo, pero asegura que sí se puede. "Yo he limpiado piscinas, he vendido seguros, autos, he repartido folletos, he hecho clases de inglés, etc... porque considero que todo tipo de trabajo dignifica y sirve porque es plata que no tenías", asegura.

Casanga reconoce que hay costos, "es cierto que te falta tiempo, que a final de año estás agotado, que no conoces los veranos, que los primeros meses te estresa la idea de no juntar la plata, pero si te organizas bien: defines tu trabajo y lo compatibilizas con el estudio, se puede lograr", dice.

Se estudia más

"Como uno mismo se paga la carrera, sabes cuánto duele el bolsillo si es que te echas un ramo, por lo que te esfuerzas más en pasarlos, ya que un año más de carrera, son más de $2 millones", dice Casanga.

Francisco Rodríguez conoce todas las becas, préstamos bancarios y los lugares más insólitos donde conseguir ayuda financiera para estudiar. Incluso consiguió que el consulado de España le aportara 500 dólares al año para estos fines. Después de estudiarse manuales optó por no seguir buscando tanto y trabajar en lo que le ofrecieran.

Acaba de terminar Derecho en la Universidad de los Andes y ha trabajado en una empresa de asfalto como asistente logístico, como supervisor general de aseo en el Hospital de Carabineros, limpiando piscinas los fines de semana, garzoneando, vendiendo motos, como vendedor part- time, en la universidad, etc... "En donde hubieran lucas yo estaba", asegura.

Hubo veranos que le iba bien, pero durante el año debía trabajar igual. Había meses en que ganaba 600 mil pesos, lo que alcanzaba para pagarse incluso el dentista. "Realmente necesitaba el trabajo y como había tenido que conseguirme todas las cosas, me había convertido en un sujeto muy busquilla", enfatiza.

Consejo práctico

Ir por etapas. Primero tratar de conseguir créditos, después optar por becas y si nada sale, decidirse a pagar la universidad puede ser la opción. Tener presente que muchas universidades ofrecen trabajos remunerados, así que ¡a moverse! Y lo más importante "has lo que debes y concéntrate en lo que haces".