De la frivolidad a uno de las máximas citas de la moda mundial. De lo clásico a lo más vanguardista. Hace una semana terminó con éxito la nueva pasarela de Barcelona, ex Pasarela de Gaudí, donde el glamour, los colores y las tendencias mostraron lo mejor de la moda urbana.
Lo que se llevará el invierno próximo, siempre acompañado de mucho brillo y lentejuelas, fue parte de lo que se presentó en esta pasarela que este año no sólo cambió de nombre y de fecha, sino que también de ubicación, en el Montjuic, donde se calcula asistieron más de 40 mil personas.
Cerca de 750 marcas presentaron sus novedades en ropa, zapatos y complementos, todo centrado en la informalidad del vestir y la combinación de ésta con la comodidad.
Si las hebillas relucientes en los cinturones, los vaqueros, las puntillas y los broches y perlas fueron el plato de fondo de la pasarela, los bolsos dorados y plateados fueron los acompañamientos perfectos de la tenida fashion expuesta por los entendidos de la moda internacional.
Los colores de las prendas fueron otras de las novedades que llamó la atención de los asistentes. La mezcla de colores rojos y naranjos dejaron en claro que hace ya un tiempo que se rompieron las reglas tradicionales de la combinación y que eso se mantendrá por al menos un tiempo más.
Antonio Gaudí, quien fue el encargado de inaugurar la nueva pasarela mostró que la moda masculina para la próxima temporada estará cargada de colores tierra e inclinado al sport, aunque incluso el terciopelo será una prenda esencial.
Sin embargo, la cita de la moda no estuvo exenta de polémica, puesto que muchos diseñadores catalanes renunciaron a estar presentes cuando se anunció el cambio de pasarela, mientras otros continuaron dando a conocer sus novedades.
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