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Hasta dónde estamos dispuestas a arriesgar

Teniendo claro sólo algunos conceptos, su desempeño en el mercado accionario puede ser muy rentable.

17 de Marzo de 2006 | 09:51 |
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Ahora que la bolsa ha vuelto a ser una alternativa de inversión más que atractiva, con una rentabilidad en enero que se acercó al 8%, no deben ser pocos los que deben estar barajando esta opción como una manera de rentabilizar los ahorros.

Pero no todo es tan sencillo como puede parecer. Al momento de invertir en bolsa, debemos considerar una serie de aspectos que resultan claves si queremos salir "bien paradas" de esta apuesta. Es en esta instancia que surge el concepto de "diversificación", es decir, crear un grupo o "portfolio" de acciones, que la ayudarán a obtener las mejores rentabilidades del mercado, reduciendo los riesgos propios de éste. Vamos por paso.

¿Todo a ganador?: Supongamos que usted está dispuesta a invertir $2 millones en bolsa. Fuera de contactar a un corredor y realizar los trámites administrativos que corresponden, debe decidir donde invertirá su dinero. Si vemos la rentabilidad del mercado durante los últimos 12 meses, podremos encontrar acciones que han ganado mucho más que el propio IPSA, así que una decisión apresurada -pero errónea- podría ser invertir todo mi dinero en esa acción.

Es verdad, si el crecimiento de la acción se mantiene constante y usted sabe en qué momento vender, puede que al cabo de un año gane más dinero del imaginable; pero supongamos también que la empresa donde usted invirtió sufre un incidente grave, como iliquidez financiera o, simplemente, enfrenta un mal ciclo económico. Así como en el primer escenario pudo haber ganado mucho dinero, en el segundo puede perder toda su inversión. Es en este momento en que entra la diversificación. Con la diversificación, es decir, invertir esos mismos $2 millones, en -supongamos- 10 acciones, podemos reducir el riesgo de variabilidad que tendrán los precios de las acciones en un tiempo determinado. Esto se produce gracias a que el precio de las diferentes acciones no evolucionan de idéntico modo, o como dicen los estadísticos, "el precio de las diferentes acciones están imperfectamente correlacionados". Por lo tanto, el mensaje de la diversificación es que podemos maximizar el retorno con una determinada volatilidad.

La mejor manera de lograr una buena diversificación es crear un portfolio accionario con diferentes papeles. Para esto puede seguir las recomendaciones de las diferentes corredoras de bolsa o diseñarlo usted mismo, aunque la primera alternativa es siempre la más recomendable.

Creando mi portfolio: Ahora que ya se decidió a invertir en bolsa, debe tener claro dos cosas vitales: cuánto quiero ganar y cuánto estoy dispuesto a arriesgar con esa rentabilidad. Vamos con un ejemplo: Si usted se considera una persona conservadora, lo más probable es que diseñe un portfolio que tenga un riesgo bajo. O por el contrario, puede crear un portfolio con acciones muy rentables, pero, por consiguiente, el riesgo aumentará.

Según datos de Santander-Investment, Iansa rentó un 166% durante 2005, mientras que Endesa lo hizo en un 56%. ¿Cuál acción cree que tenía una mayor ponderación en un portfolio conservador? Si pensamos en ganancias, diríamos Iansa. La respuesta es NO, pues esa acción sólo tenía una ponderación de 8,4%, mientras que Endesa, un 20%; esta diferencia está dada por los retornos de las acciones.

Iansa era una acción mucho más volátil que Endesa, pues el precio de ésta cambió mucho durante el año, por lo que haber invertido una mayor cantidad de dinero en esa compañía hacía más riesgoso mi portfolio. Endesa, en tanto, con una rentabilidad de 56%, tenía una menor volatilidad, por lo que el riesgo de mi portfolio era menor, aunque, por cierto, con una rentabilidad mucho más acotada.

A qué me arriesgo: No se asuste, el riesgo no tiene la connotación negativa que muchos suponen. En el caso de las acciones, el riesgo está asociado con la posibilidad de ganar o perder. Al comprar una acción, debemos tener claro a qué tipo de riesgo está expuesto ese papel.

Tal como señala el gerente de Estudio de Santander-Investment, Cristián Moreno, los riesgos de las acciones se pueden dividir en "Riesgos de mercado", "Riesgo de la industria" y "Riesgos propios".

Vamos por parte: Toda acción de una empresa está situada en un contexto macroeconómico que determina su valor. Este contexto está influenciado por cambios políticos, económicos, tasas de interés, etc. Ni una acción se puede "escapar" de este tipo de riesgo. Es por ese motivo que se denomina "Riesgo de mercado". Para entenderlo mejor, supongamos que en 2024 el Gobierno chileno decide estatizar todas las empresas de agua potable por medio de expropiaciones. Obviamente, el precio de su acción se iría al suelo debido a que nadie estaría dispuesto a comprar papeles de una empresa intervenida por el Estado.

Por "Riesgo de industria" se entiende aquel que enfrentan todas las acciones de empresas de un determinado sector. En este tipo de riesgo se incluyen: perspectivas del negocio, llegada de un competidor extranjero, invención de nuevas tecnologías, etc.

Ejemplo: Usted tiene acciones de telefonía fija y mañana llega a Chile una empresa que ofrece el mismo servicio por internet con un mínimo costo. De nuevo, no importa de qué compañía tenga acciones, sus papeles no valdrán nada.

Los "Riesgos propios", en tanto, son los que están relacionados con cada compañía, es decir, su estructura de costos, nivel de endeudamiento, problemas de administración, relación con los competidores, etc. Fácil: si tiene acciones de una compañía que quiebra... el precio de éstas le valdrán más de un dolor de cabeza.

Hasta dónde diversificar: A pesar de que no existe un dogma respecto de hasta qué punto adquirir acciones para poder estar más diversificado, es necesario tener claro que las corredoras de bolsa cobran comisiones (0,6-0,8%) por comprar o vender sus acciones; por lo tanto, cada vez que usted realice una transacción, deberá considerar un costo asociado a esta operación, por lo que si "se vuelve loco" comprando o vendiendo, su patrimonio irá cayendo con cada operación.

Límites de inversión: Una persona puede decir "estoy perfectamente diversificado, pues tengo acciones de diez compañías", sin considerar que aquellas son del mismo rubro o sector económico, por ejemplo retail.

Como vimos, estas acciones tienen todas un riesgo en común que es el "Riesgo de industria"; por lo tanto, la diversificación de esa persona sería bastante deficiente, por no decir nula. Es aconsejable, tal como están reguladas las AFP o Administradoras de Fondos Mutuos, no "poner todos los huevos en el mismo canasto"; es decir, comparar acciones de diferentes sectores productivos e ir modificando con el tiempo mis posiciones en esos sectores, es decir, aumentar o bajar mi ponderación por cada rubro.

¿Plazos?: Más que saber por cuánto tiempo invertiré, es mejor tener claro "para qué quiero esa plata". A pesar de que las corredoras o analistas de bolsa revisan las carteras de inversión recomendada cada dos o tres meses, si usted quiere ganar dinero rápido, quizás le convenga apostar por un grupo acotado de acciones que tenga una mayor rentabilidad esperada en el corto tiempo, sin descuidar que esto aumentará su riesgo. En cambio, si ese mismo dinero tiene un fin determinado en el corto plazo, es aconsejable invertir en un grupo más grande de acciones, con lo que reducirá su riesgo y sus flujos futuros -considerando un horizonte amplio de tiempo- serán más certeros o seguros.