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"Con el tiempo he ido desarrollando el cuero de chancho"

22 de Febrero de 2006 | 16:13 |
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Antes de tener permiso para manejar, antes de poder beber alcohol, antes de votar, Andrea Zondeck tuvo permiso para pololear. Tenía 15 años cuando presentó a su noveno pololo; su padre, pitoniso, le dijo que él sería su esposo. Tenía razón. Hoy, el ex intendente Marcelo Trivelli y Andrea Zondeck llevan 28 años de matrimonio, 35 años juntos y tres hijos.

-¿Alguna vez has sentido que perdiste experiencias importantes por mantener una relación de pareja desde los 15 años?
"¿Qué experiencia importante me pude haber perdido? ¡Ninguna! Al contrario".

-¿Cómo es formar una familia a partir de dos culturas diferentes?
"Ha sido precioso. De hecho, nosotros hicimos el primer matrimonio en Chile con un cura y un rabino. La ceremonia fue super bonita y emocionante porque no hay nada que se contraponga, por lo tanto fue complementaria.
"En la educación de nuestros hijos finalmente optamos porque ellos fueran católicos. Yo sentí que en ese lado mis hijos iban a tener un núcleo familiar muy fuerte y, por eso, tenían que ser lo que su familia iba a ser; después podían optar".

-Cuando se fueron a Estados Unidos ustedes no tenían una buena condición económica ¿esa situación dañó la relación de pareja?
"Al contrario, es que para nosotros el tema económico nunca ha sido importante. Puedo vivir en la opulencia o en una media agua. Yo no tenía plata para cama, ni siquiera para colchón, entonces compramos una espuma. Nos vestíamos con la ropa usada que dejaban otros alumnos y comíamos lo que podíamos. Para nosotros el tema era otro; era pasarlo bien, crecer como papás y vivir a concho la etapa que nos estaba tocando. La vida tenía que ver con los afectos, el cariño, el crecer como pareja y teníamos tanto que crecer; por eso fue una de las mejores etapas, super sólida además. Si me volviera a tocar, yo feliz lo volvería a hacer".

-Una vez en Chile ¿qué costos tuvo volver a trabajar fuera de la casa?
"Si bien Marcelo no es un hombre machista y creía fuertemente que la mujer tiene que desarrollarse, claramente el día que salgo a trabajar afuera hay un desajuste y tuvo un costo. Nosotros tuvimos una crisis que no coincide necesariamente con eso, pero si ayudó. Por eso siempre digo que figurativamente nosotros tenemos dos matrimonios: uno precrisis y otro postcrisis.

Durante los cerca de cuatro años que duró el período de crisis, no se separaron y siguieron viviendo en la misma casa, pero cada uno por su lado. Después decidieron volver a intentarlo e incluso asistieron a una terapia de pareja que les ayudó a reconstituirse como pareja.

-¿Cómo evalúas con el paso de los años esta situación?
"Sin duda hay un proceso de aprendizaje, de cómo volver a articularse, de cómo compartir las responsabilidades y una vida en pareja distinta donde cada uno tiene su mundo propio y a la vez hay un mundo común. Esa es la madurez que ha tenido nuestra relación de pareja; que costó inicialmente, pero que sin duda ha sido super fructífera. Yo diría que hoy día hay una exquisita relación de pareja".

-Tu hijo menor ya tiene 22 años ¿te preocupa como pueda afectar cuando se vayan y se queden solos con Marcelo?
"De verdad que no tengo ninguna aprehensión respecto al día que nos toque vivir solos porque tenemos un proyecto común de pareja. Además de nuestros hijos, hay otros intereses comunes y son esas las cosas que nos mantienen super afiatados.
"Cuando me casé mi suegra me dijo que los hijos son prestados por un tiempo y yo la encuentro muy sabia a ella. De verdad que los hijos son prestados, después tienen que volar y tomar su propio camino porque no pueden estar siempre a nuestro alero".

-¿Cómo fue para la familia que Marcelo y tú pasaran a ser personajes públicos?
"En el período en que Marcelo asume la intendencia, nosotros conversamos mucho de que éste iba a ser un proyecto de pareja y no un proyecto de familia porque eso sería siempre y cuando nuestros hijos opten por acompañarnos en esta función pública. Ellos han sido parte siempre de las decisiones familiares y les hemos respetado su espacio íntimo".

-¿Y cómo ha sido para ti como pareja de Marcelo?
"Para mi ha sido exquisito porque siento que también ha habido un proyecto en conjunto y una pareja se sostiene porque tiene otras cosas además de los hijos. El servicio público fue un programa común exquisito, hacíamos muchas actividades juntos y por supuesto que tenemos otros planes para el futuro".

-¿Cuáles?
"Marcelo armó Fundación Semilla para trabajar en liderazgo con menores de 35 años, de tal manera que ellos tengan un piso, un apoyo y un grupo interesante para poder hacer sus tareas. Hay una formación en liderazgo. Actualmente se ve que la gente quiere llegar al poder para tener una cuota y para distribuirlo. Marcelo y yo creemos que hay que aspirar al él cuando uno tiene un proyecto, porque tener ansias de poder no es malo siempre y cuando tengas un objetivo y un sueño de país".

-¿Fue muy difícil asumir la permanente crítica hacia tu marido?
"Nunca pensé que lo iba a lograr, pero con el tiempo he ido desarrollando el cuero de chancho. Un cuero duro para entender que uno no siempre le agrada a todo el mundo, que no siempre hace cosas que son entendidas por todos.
"Siento un tremendo orgullo de ser la pareja de Marcelo. Para mi Marcelo es un hombre tremendamente honesto y quienes lo atacan es porque sencillamente no lo conocen".

-En un momento se habló de Marcelo como un potencial presidenciable ¿estabas dispuesta a asumir el reto de ser Primera Dama?
"Esa fue una coyuntura puntual, creo que absolutamente descontextualizada. Son muy pocas las personas a las que eso se le presenta en la vida, pero si en algún minuto se pone en el camino y si esa es la opción de Marcelo, sin duda que voy a estar feliz de acompañarlo. Sin embargo, no es ni una búsqueda, ni una ambición, ni nada por el estilo".
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