EMOLTV

Los secretos que se esconden en la placenta

Cada vez más científicos investigan este órgano por su facultad de predecir el crecimiento del niño y las posibles enfermedades que desarrollará de adulto.

26 de Abril de 2006 | 12:51 |
imagen
A pesar de haber sido uno de los principales sistemas de soporte para la vida del feto, después del parto la placenta pasaba casi inmediatamente al olvido. Pero lo cierto es que las implicancias de esos nueve meses de convivencia no terminan con el primer llanto de la guagua.

Enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, osteoporosis, la regulación del apetito e incluso el cáncer pueden estar determinados desde la gestación. "Y la placenta juega un rol determinante en los eventos que ocurren in utero", sentencia el doctor Leslie Myatt, investigador y director del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la U. de Cincinnati.

Tanto es el interés de la medicina por indagar en esta área, que desde 1995 existe la Federación Internacional de Asociaciones de la Placenta -de la cual Myatt fue presidente-, que reúne a diferentes grupos de investigación en Europa, Asia, Oceanía y América (incluido Chile), dedicados al tema.

Tradicionalmente, "se consideraba como un órgano inerte que sólo permitía la transferencia de oxígeno y el intercambio de nutrientes desde la madre al feto, pero en la actualidad la placenta otorga una gran cantidad de información de situaciones a futuro", comenta el doctor Hugo Salinas, jefe de maternidad del Hospital Clínico de la U. de Chile.

La placenta, que al momento del nacimiento pesa alrededor de 1/2 kilo, también funciona como una barrera que ayuda a proteger al niño y a su madre de infecciones y sustancias potencialmente nocivas. Pero no es un filtro infalible.

"Un ambiente intrauterino adverso incrementa la posibilidad de enfermedades en el transcurso del embarazo y en la vida posterior", dice el doctor Myatt.
Obesidad materna, malnutrición, consumo de alcohol y tabaco en la gestación, sedentarismo, estrés o hipertensión son algunos factores que, junto con la predisposición genética, inciden en los mecanismos que explican las relaciones entre un deficiente crecimiento intrauterino y enfermedad en la adultez.
Riesgo para la madre
Una nueva investigación hecha en EE.UU. sugiere que las mujeres embarazadas que sufren complicaciones como preeclampsia (hipertensión), diabetes gestacional o nacimiento prematuro, podrían también estar en mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y morir prematuramente.
Además, aquellas que siguieron fumando durante el embarazo no sólo perjudicaron la salud del feto, también duplicaron su riesgo de morir por cualquier causa y casi triplicaron su riesgo de muerte cardíaca, según investigadores de la Duke University y del Veterans Affairs Medical Center. Los datos fueron divulgados esta semana en la reunión del American College of Cardiology.
Exámenes
Al nacer, si la guagua tiene ciertas complicaciones, la placenta puede ser enviada al laboratorio para identificar la posible causa.


Un área que hoy forma parte de la llamada "teoría de Barker" (en referencia a su autor) y que dio origen a la hipótesis del origen fetal de las enfermedades o de la "programación fetal", como explica el doctor Salinas. "La teoría actual es que detrás del desarrollo de algunas enfermedades habría un patrón fetal que se relaciona con la restricción del crecimiento intrauterino".

El doctor Myatt agrega que hay mucha evidencia de estudios en humanos y en animales que muestran la influencia de una insuficiencia placentaria en la disminución del crecimiento fetal, lo que incide en el adecuado desarrollo y funcionamiento de los distintos órganos y sistemas del cuerpo.

Asimismo, el tamaño al momento del nacimiento condiciona la estatura final, ya que la talla no dependería sólo de factores genéticos (la altura de los padres, por ejemplo), sino también de la magnitud del crecimiento fetal.


Nutrición es clave

En todo este ámbito de cosas, un factor determinante es la nutrición de la madre, precisa el doctor Luis Sobrevía, director del Laboratorio de Fisiología Celular y Molecular del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica, entidad que gestionó la visita del doctor Myatt a Chile a través de un proyecto Fondecyt.

"La mujer que se embaraza debe tener conciencia de que su dieta y sus condiciones físicas y sicológicas van a ser determinantes en el desarrollo y crecimiento de la placenta y del feto". De hecho, un crecimiento del feto por debajo de la normalidad tiene efectos negativos a corto y largo plazo, con aumento de la morbilidad y mortalidad perinatal, mortalidad infantil y morbilidad en etapas posteriores de la vida.

Hoy existen diferentes métodos para evaluar las condiciones de la placenta durante la gestación (ultrasonografía, Doppler). "Se puede saber si el feto cuenta con un adecuado flujo sanguíneo, que finalmente es reflejo de que tanto el aporte materno como la placenta están funcionando bien", dice la doctora Paola Casanello, investigadora de la UC.

"En la mayoría de los casos se buscan marcadores tempranos de daño o de alteración para poder hacer algo", agrega la especialista. Sin embargo, "hasta el momento, no hay un país que realice un screening de todas las placentas después del parto, porque tendría un costo enorme y sería muy tardío en muchos casos".

El doctor Myatt concuerda: "Estamos comenzando a entender cuáles son las alteraciones que se pueden advertir y cómo la placenta programa todo esto. Aún no estamos en condiciones de diseñar terapias", precisa.

En todo caso, los especialistas advierten que no puede darse la impresión de que el curso del crecimiento y de las enfermedades del adulto es resultado exclusivo de lo ocurrido en el útero, ya que factores ambientales posnatales también juegan un rol clave.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?