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“Los hombres están expectantes y quizás, un poquito preocupados”

Esta socióloga, directora de una de las fundaciones de la Presidencia, observa con atención la reacción que ha generado en los varones el hecho de que las mujeres se estén abriendo paso. Cree que el estilo Bachelet será determinante en la suerte del gobierno.

29 de Junio de 2006 | 09:27 |
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Es una mujer multifacética y de una gran energía. Hiperactiva, se la ve en diferentes actividades al mismo tiempo y con un nivel de compromiso que se envidia. Empresaria, artista, karateca, socióloga de profesión, se ve a todas luces que las comunicaciones es algo que le fascina.

María Eugenia “Kenny” Hirmas es además una mujer cien por ciento concertacionista. Por eso, siempre ha estado dispuesta a ayudar en las tareas de gobierno desde cualquier lugar y hoy lo hace feliz desde la fundación Todo Chile Enter que pertenece al área de Asuntos Socioculturales de la Presidencia. Mal que mal, como esposa del PPD Sergio Bitar, la política la vive en casa.

Activista pro mujeres, si se puede denominar así su trabajo en pos de abrirles mayores espacios a ellas, durante la campaña presidencial se hizo cargo de las redes ciudadanas virtuales del comando de Michelle Bachelet, de quien se declara abierta admiradora.

Kenny Hirmas es de las que cree a pie juntilla que varias razones confluyeron para que los chilenos eligieran en enero pasado a una mujer Presidente, pero que pesó mucho, la persona de Michelle Bachelet caracterizada por una gran empatía.

-Podrías haber tenido un hombre empático y de la Concertación. ¿La modernidad o un cambio de mentalidad explica su triunfo?
“Chile, por haber llegado a cierto nivel de desarrollo, donde se tienen resueltas unas serie de cosas, a pesar de las desigualdades, buscaba algo más allá y Michelle Bachelet representa una mirada cálida, afectiva frente a la vida.
“Es un tipo de liderazgo distinto, eso es lo que quiere la gente. Los líderes responden a ciertas situaciones sociales, políticas y económicas. Lagos tiene un liderazgo más masculino, más autoritario y Michelle Bachelet responde a la carencia afectiva que tiene la gente”.

-¿Se han generado muchas expectativas?
“Sí, muchas, y eso es preocupante, porque nadie puede responder a todas ellas”.

-¿Cómo se maneja eso?
“Es difícil, se está haciendo todo el esfuerzo. Ahora, definitivamente va a haber un cambio”.

Sería fuerte llegar al final de los 4 años y constatar una sensación generalizada de frustración.
“Sí, eso es habitual en todos los gobiernos, porque la gente siempre se hace expectativas y las cosas no siempre se pueden dar como la gente quiere que sea. Pero en este caso, creo que todo lo que ha hecho la Presidenta va respondiendo a las cosas que ella prometió. Una cosa es la expectativa y otra distinta es que ella cumpla lo que prometió, cuestión en lo que está desde el primer día como fue la forma como nombró su gabinete o las medidas que anunció en temas como previsión e infancia. Estos son temas súper sensibles para la gente”.

-Hablas de una mirada más afectiva de la Presidenta. ¿El poder se puede ejercer de una manera distinta, lo puede hacer una mujer?
“Creo que sí, pero estamos viéndolo día a día. Hay una sensibilidad especial en ciertos temas que tienen que influir en la manera en que se plantean”.

-¿Y que debería generar en los chilenos? ¿Confianza, más seguridad?
“Hay un sentimiento más generalizado de cercanía con el poder y de cercanía a ella. Está la sensación de que ella escucha y ella de verdad lo hace; a ella le preocupa la gente y no lo hace por haber estado en campaña, eso lo transmite”.

-¿Puede afectar esto la forma cómo se ve a las mujeres que están en algún cargo?
“No necesariamente, son rasgos muy personales. No todas las mujeres despiertan lo mismo, además la actitud de las mujeres no es la misma. No se puede decir que la Margaret Thatcher tenía un liderazgo acogedor o afectivo, era bastante más masculino, en cambio, Michelle Bachelet tiene un liderazgo bastante más femenino”.

-¿Cómo se están comportando los hombres en este nuevo escenario?
“Yo escucho conversaciones en diferentes niveles. De repente se sienten un poquito amenazados, como que tienen menos oportunidades porque las mujeres están entrando y eso es obvio, porque ellos las han tenido todas y cuando entra alguien distinto es claro que van a sentir que las de ellos disminuyen. Pero eso se da en todo los planos, es normal cuando la mujer entra al mercado del trabajo y se produce inmediatamente.
“También creo que están abiertos”.

-¿Abrumados?
“No, diría que están expectantes y quizás un poquito preocupados de que las mujeres se vayan a tomar esto de manera masiva” (se larga a reír).

-¿Percibes otro cambio?
“Me llama la atención que ya se puede percibir la forma especial como ella se relaciona con la gente. Uno ve las noticias y puede observar esa suerte de complicidad que se genera, no es una cuestión de competencia, hay una actitud distinta”.

Kenny resalta la forma natural y sencilla con que Michelle Bachelet se relaciona con el poder, con el hecho de no tener problemas de salirse del protocolo y mostrar una cara humana. “Lo hace con tanta simpatía que nadie siente que esté mal”, dice.

-¿Eso le puede hacer bien a la clase política chilena que está un poco desprestigiada y distanciada de la ciudadanía?
“De todas maneras. El eje de todo esto es la cercanía con la gente porque sino la clase política se va a perder. Es muy importante tener ese contacto y es bueno cualquier esfuerzo en esa dirección”.

Trabajaste en terreno con las redes ciudadanas, ¿su mayor demanda era sentirse representada?
“No, más que representada es sentirse escuchada. También las redes expresaban una demanda de participación y esa es una expectativa que no es fácil de satisfacer.
“Michelle Bachelet tiene una preocupación real por eso y ella fue una candidata ciudadana; si hubiera dependido de los partidos, en su momento, ni Michelle ni Soledad Alvear habrían sido candidatas. Ellas son resultado de la voluntad de la gente”.

-Marta Lagos planteó que ambas representan a uno de los grupos más discriminados de la sociedad, las mujeres y que eso las conectó con la gente.
“Sí, la ciudadanía siente que Michelle Bachelet entiende y representa lo que ellos son y van a ser capaces de interpretar mejor sus preocupaciones, necesidades e intereses”.
“A las mujeres desde el minuto que les das una oportunidad se abre una puerta que ya no se puede cerrar y cada vez, se abre más”.

-¿De verdad?
“No se puede cerrar, es muy difícil. Aylwin nombró una mujer en el Sernam, con Frei se designaron tres ministras y con Lagos nombró cinco. Todas fueron muy bien evaluadas y demostraron que podían trabajar bien, que son eficientes y se destacaron en su desempeño”

-Pero podría haber un retroceso. Un nuevo Presidente varón y sólo cinco ministras.
“Creo que eso sería un poco impresentable. Si las mujeres lo hacen bien, no hay como esconderlas”.

-Los varones de la política son los más remecidos.
“Sin ninguna duda”.

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