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Más historias de emprendedoras jóvenes

02 de Mayo de 2006 | 10:41 |
"Al principio era como estar en la mitad del mar", Carolina Hiriart, (36), Cosme Arquitectura y Diseño Ltda.

"Vimos que había carencia de belleza en la ciudad y los objetos, y nos propusimos generarla". Así explica Carolina el origen de un proyecto que partió de modo ingenuo y ya lleva año y medio, tiempo en el que se han posicionado como una empresa capaz de desarrollar productos con innovación y profesionalismo en el ámbito de la arquitectura y el diseño. Su carta de presentación son las escenografías, en donde destaca lo realizado en el noticiario de Chilevisión y Canal 13, y para 31 Minutos en TVN. También participaron en la licitación para el escenario del Festival de Viña 2004, y esperan ser los autores de lo que se vea en Viña 2006. Además, se encargan del diseño de stands corporativos, espacios comerciales, proyectos habitacionales y objetos para producción en serie. A su juicio, lo más complejo ha sido no tener formación comercial.
La fortaleza de las empresarias jóvenes
Hoy cada vez más mujeres tienen iniciativa empresarial, lo que es muy positivo. Pero el hecho también refleja una realidad que debería preocupar, y es que, a muchas, el mercado laboral formal está negándoles otras posibilidades. En varias ocasiones la gente elige la actividad empresarial cuando por las causas que fuere, no puede acceder a un trabajo remunerado tradicional. Las mujeres hoy enfrentan dos graves problemas: una tasa de desempleo que, en el caso de los jóvenes, triplica las cifras generales, y por otra parte, los conocidos conflictos para compatibilizar la vida familiar con el trabajo, especialmente agudos en esa etapa de la vida que en general coincide con la maternidad. Hay que celebrar a estas empresarias. Son una generación que está logrando vencer los obstáculos que parece inmovilizar y frustrar a tantos jóvenes en nuestro país. Son exitosas en sus negocios, pero además lo están pasando bien, y eso refleja equilibrio. Sus empresas, la mayoría de las veces, las han formado según sus posibilidades, por ejemplo, trabajando desde sus casas. Y no sólo se preocupan de los resultados, sino de sus trabajadores. Quizás no se dan cuenta, pero qué lecciones de vida hay en sus historias.

Por Roberto Méndez, director de Adimark y miembro del jurado del Premio Joven Emprendedora 2005.

"Al principio era como estar en la mitad del mar agarrado de una tabla, que es la creatividad, y tratar de llegar a un puerto sin saber cómo. Eso nos obligó a esforzarnos más, y cuando miro atrás encuentro admirable el haber ganado presencia en el mercado. Pero reconozco que me hubiera gustado tener algún consejo, que me hubiesen dicho fantástica tu idea, pero piensa en esto". Acerca de lo que implica ser emprendedora, sostiene que a veces se puede estar angustiada, pero hay que "ponerle el hombro al proyecto" sabiendo que se es feliz en ello.


Del futuro, dice que espera hacer de ésta una empresa sólida en lo financiero, con capacidad para generar trabajo. También destaca el que las mujeres de hoy son más independientes y se sienten con el derecho de tomar lo que la vida les puede entregar. "Queremos oportunidad de desarrollarnos, y en ese sentido tenemos más garra".


"Uno nunca se desliga", Francisca Barceló, (34), Comercial Ma. Beatriz Alliende Ltda.

Constancia y empuje se combinan en la trayectoria de esta empresa, en donde Francisca (gerente de producción) y sus hermanas Beatriz (gerente comercial) y María Paz (administración y finanzas) se han entregado ciento por ciento para hacer del emprendimiento familiar un éxito.

Francisca cuenta que la compañía fue formada hace más de doce años por su madre, motivada por la necesidad de sacar adelante a sus 5 hijos. "Empezó con un taller de tejido en una pieza de la casa, y de a poco sus clientas fueron pidiendo otras prendas. Después vino el primer local y la contratación de cuatro personas; ahí empezamos con la confección de uniformes femeninos para empresas". La compañía siguió creciendo hasta llegar a la estructura actual, donde dan trabajo a más de 70 personas y confeccionan 5 mil uniformes al año. Su participación en el negocio se dio en forma natural, y una vez titulada de la universidad se integró formalmente a la empresa. Agrega que el trabajar en familia no ha perjudicado la relación. "Siempre ha sido buena debido al respeto que nos tenemos; además trabajamos en áreas distintas, lo que nos permite estar en los puntos clave de la compañía".

En los inicios el desafío fue competir en un mercado con importantes empresas y ser jefa a tan corta edad. Ahora los retos son otros: crear una marca para el mercado interno, explorar el externo, e incorporar nuevas tecnologías y capacitación para el personal. En este sentido, añade que ser distinguida como emprendedora no sólo implica una buena idea y atreverse a dar el primer paso, sino el tener ganas de hacer algo propio. "Los costos son altos porque no te desligas nunca, pero estoy segura de que nada resulta si no entregas todo por que esto funcione".

"Mi negocio son las ideas de negocio", Andrea Lanas, (33), socia de Comercial Efal Ltda.

Andrea lleva en la sangre el espíritu empresarial. "En mi familia nadie ha sido empleado, entonces para mí no era difícil armar un negocio; considero mucho más riesgoso depender de un sueldo". Se casó joven y en total tiene seis años de estudios de Filosofía y Derecho, pero no alcanzó a terminar ninguna de las dos carreras. "Tuve los niños muy seguidos y opté por postergar ese tema". Lo que no dejó pasar fueron las oportunidades de negocio. Mientras en un comienzo trabajaba con su papá en una inmobiliaria, en paralelo con su marido empezaron la importación a Chile de monitores de fertilidad, un producto llamado "Persona". Hoy tienen la distribución exclusiva de los artículos médicos de Unipath Ltda., una empresa británica, que además de Persona, fabrica la línea Clearplan que tiene monitores de fertilidad y test de ovulación para quedar embarazada, y la línea Careplan que es un guante de medición de PH vaginal durante el embarazo para evitar un parto prematuro. Éstos, además de otros productos, se distribuyen en farmacias. "No sabía nada de medicina y para eso tuve que meterme en ese mundo para aprender. Me informo cualquier cantidad".

A mediados del año pasado el marido de Andrea, el ingeniero comercial Eugenio Figueroa, decidió independizarse y dedicarse ciento por ciento a trabajar juntos como matrimonio. Hoy, además de la línea médica, son representantes de la editorial argentina Kel que tiene los libros "Serie Manía", dirigido a niños de entre 3 y 7 años. Conscientes de que el mercado chileno es pequeño, Andrea cuenta que comenzarán a exportar productos a partir de fines de este año. El primer producto a distribuir es el aceite de Emú. "Mi negocio son las ideas de negocio, si son atractivos siempre estoy pensando en no perder la oportunidad".

"Usamos la tecnología para hacer un trabajo flexible", Dominique Legarraga, (35), socia de Jardín Express

En 2003 esta técnico en administración agrícola se asoció con su amiga Verónica Bahamondes formando Jardín Express, un concepto de paisajismo on line, en que se realizan diseños de jardines, pero a diferencia del tradicional dibujo, éste se hace con plantas de verdad a fin de que la persona se dé cuenta de cómo quedará su jardín en el largo plazo. "A través de internet vimos que se puede hacer o rehacer un jardín sin tener que moverse en busca de plantas que no se sabe cómo crecerán o si los colores combinan. Normalmente las personas se entregan ciegamente a una paisajista y a veces el resultado final no es lo que uno se imagina. Con este sistema no se corren riesgos".

El cliente solicita el servicio a través de la página web, manda una foto por mail del lugar o una vendedora va al terreno a tomarlas. En tres días recibe al menos dos alternativas de diseño en su casa, proyecto que después de los ajustes necesarios es ejecutado por una de las paisajistas de la empresa. Existen también alternativas de "combos" en que se encuentran soluciones rediseñadas para espacios de sol, sombra, etcétera. En la empresa trabajan ocho mujeres y no existe una oficina central, sino que cada una tiene un computador, un fax y un teléfono en su casa y se mantienen en permanente contacto. "Usamos toda la tecnología para hacer un trabajo flexible. Todas tenemos hijos, entonces no cumplimos horario, sino metas. Yo vivo en Calera de Tango y nos juntamos una vez al mes, pero estamos conectadas todo el día por internet. Tenemos la satisfacción de hacer algo que nos gusta y además lo podemos compatibilizar con los niños. Yo tengo cuatro, entre 12 y 7 años". La siguiente etapa será capacitar jardineros en las municipalidades para que aprendan a hacer diseños de jardines, y además quieren tomar contacto con constructoras para poder presentarles tres alternativas de jardines para las ventas en verde.

"Estábamos decididas a formar algo propio", Angélica Álvarez (36) y Catalina Vidaurre (36), Afinis

A tres años de la creación de Afinis, sus socias están seguras de haber formado la compañía que querían. "Nuestro objetivo era claro: crear una empresa de búsqueda de ejecutivos con políticas propias, con la que pudiéramos entregar un servicio profesional y sentirnos desarrolladas como personas. Y lo conseguimos", comenta Angélica. Ambas tenían experiencia en la materia, sabían de las necesidades del mercado y se entendían a la perfección, lo que según Catalina hacía presagiar buen futuro. Agrega que si bien los primeros meses fueron complicados, el empuje no decayó. Ni siquiera cuando las cosas no iban a la velocidad esperada y les ofrecieron trabajo como headhunters en compañías conocidas. "Fue una tentación, hay que reconocerlo, pero estábamos decididas a formar algo propio".

Angélica sostiene que si hay algo que las distingue es que como otras emprendedoras tienen fuerza para mejorar las cosas, tratan de llevar un negocio rentable y que a la vez las haga sentir realizadas en lo personal. Según explica, eso hace que a la hora de enfrentar las peticiones de un cliente no sólo se esfuercen por encontrar al candidato idóneo para cada cargo, sino también porque el puesto y la empresa hagan feliz a ese candidato. En cuanto a sus ambiciones, coinciden en que dieron un paso importante en el crecimiento a diciembre de 2004.

Arrendaron oficina más grande, tienen mejor infraestructura y se integró una tercera profesional, Teresa Fernández. "Tenemos claro que hay que crecer, pero con cuidado, en este negocio la calidad es lo primero. Si tuviésemos que definir una meta, sería que Afinis fuera sinónimo de gente que trabaja con profesionalismo y gran entrega".





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