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Las hierbas de la belleza

Utilizadas por la medicina tradicional por años, de a poco las hierbas se han ido ganando también un lugar en el mundo de la cosmética. Y es que hoy se sabe que el romero, la manzanilla, la menta, el tomillo y la hierbabuena poseen propiedades dermatológicas que ayudan a hidratar, descongestionar y proteger la piel.

19 de Mayo de 2006 | 09:16 |
Porque actúan como astringentes son capaces de calmar las pieles sensibles y/o irritadas e incluso de favorecer los mecanismos naturales de defensa de la epidermis, las hierbas se han convertido en valiosas aliadas de la cosmética. Y es que tal como ha dicho la Sociedad Española de Fitoterapia, en la naturaleza es posible encontrar muchos de los lípidos, proteínas, vitaminas y minerales utilizados en el mundo de la belleza, los que por su origen son mejor tolerados por la piel.

En estricto rigor, la incorporación de hierbas en cremas, lociones y productos de limpieza se enmarca dentro de lo que se conoce como fitocosmética, aquella que se enriquece de extractos y esencias de origen vegetal para la formulación de cosméticos con el objetivo de ejercer una determinada acción sobre la piel.

Así, algunas de las propiedades dermatológicas que se les reconocen a las hierbas son ser hidratantes, tonificantes, astringentes, antiinflamatorias, cicatrizantes, suavizantes y descongestivas.

Los beneficios cosméticos de las hierbas tienen directa relación con las sustancias que éstas poseen en forma natural. En este sentido, destacan los flavonoides, que constituyen el grupo más ampliamente distribuido en el reino de lo vegetal. Éstos tienen la capacidad de proteger la membrana de la célula y todos los procesos de la misma, frenando su deterioro. De ahí que se le reconozca un efectivo poder antienvejecimiento, y se le incorpore en cada vez más fórmulas cosméticas antiedad.

Otras sustancias comunes entre los extractos naturales como las hierbas son las saponinas, cuya ventaja es que pueden alterar la permeabilidad de la membrana celular y así favorecer el ingreso otros activos cosméticos. Se les reconocen además propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y descongestivas. Igual de valiosos para la cosmética resultan los taninos presentes en muchos de las materias primas recogidas de la naturaleza. Su atractivo obedece al poder antioxidante que tienen, lo que ayuda a neutralizar los radicales libres y con ello combatir el envejecimiento prematuro de la piel.

A continuación, algunos ejemplos de hierbas que han sido utilizadas por la medicina tradicional por decenas de años y que hoy también se han ganado un lugar en el mundo de la cosmética.

Manzanilla: En la Antigüedad, los egipcios la dedicaron al sol. En el siglo XVI, en Londres, fue considerada como simple maleza, pero en la misma época, en Roma, fue utilizada por sus virtudes antiinflamatorias y calmantes. Aún hoy en día es apreciada por sus numerosas propiedades, que desde el punto de vista de la cosmética están directamente relacionadas con el alfabisabolol, el principal componente de esta hierba. A esa sustancia debe su capacidad de calmar las irritaciones y rojeces de la piel, en especial de las más sensibles, que se ven afectadas por las agresiones ambientales y se irritan con facilidad.

Además, la manzanilla tiene la facultad de rehidratar la epidermis, estimular el proceso de renovación celular y mejorar la elasticidad. También se ha detectado una efectiva acción en el cuidado de las pieles impuras, a las cuales ayuda a desintoxicar y liberar los poros.

Otros efectos: actúa como calmante, antiinflamatorio, antiséptico y antiespasmódico. También como antialérgico, antidepresivo, diurético, cicatrizante, digestivo y sedante. Se utiliza para tratar la migraña, problemas intestinales y neuralgias.

Menta: Es una de las más conocidas y utilizadas para curar dolencias y aliviar la piel. Sus hojas contienen aceite esencial rico en mentol, el que aplicado en forma tópica produce una ligera sensación de analgesia, ayuda a aliviar la picazón y ralentiza la caída del pelo. Además, su aroma le confiere propiedades refrescantes que han sido aprovechadas por la cosmética en fórmulas de productos destinados a pies y piernas cansadas. Asimismo, se considera que la menta actúa como un poderoso tónico, capaz de limpiar y tonificar la piel.

Otros efectos: Se la ocupa como analgésico, antiséptico, antiespasmódico y estimulante. También es útil para revitalizar y renovar energías, características que también redundan en la salud de la piel.

Romero: El famoso herbolario francés Maurice Messegué llamó al romero "la hierba milagrosa que restaura la juventud" y lo recomendaba como cuidado a las personas mayores. El uso cosmético de esta hierba y su extracto obedece a su acción revitalizante e hidratante sobre la piel. También resulta un buen astringente para las pieles con tendencia a la grasitud, da brillo al pelo y actúa como tónico para el cuero cabelludo sensible. Al ácido ursólico, componente activo extraído de esta hierba, se le reconoce un gran efecto antiirritante y propiedades reparadoras del deterioro en la piel.

Otros efectos: Se le reconocen propiedades analgésicas, antisépticas, antirreumáticas, antiespasmódicas y cicatrizantes. También se dice que su perfume facilita el sueño y relaja los nervios, por lo que se recomienda para el alivio del estrés. En un baño es capaz de estimular la actividad calórica del organismo y tonificar el tejido subcutáneo, con lo que favorece la irrigación sanguínea y refresca el organismo.

Tomillo: Cuenta la leyenda que nació de una lágrima de la bella Helena, que los dioses transformaron en una planta útil a la humanidad. Efectivamente, hoy en día se utiliza tanto por sus propiedades culinarias como terapéuticas. En la Antigüedad los romanos la utilizaban en los baños por sus virtudes estimulantes y fortificantes. Sus hojas además son ricas en aceites esenciales, cuyas propiedades estimulantes y antisépticas han sido utilizadas en el desarrollo de la fitocosmética. Ideal para limpiar pieles con impurezas, el tomillo es recomendado para prevenir el acné, ya que además desinfecta la piel. También actúa como tónico y un buen astringente.

Otros efectos: Aumenta la energía física y la concentración.

Hierbabuena: La aplicación de esta esencia sobre la piel produce una acción tópica descongestiva. Además tiene la capacidad de estimular la circulación, y así ayuda a la sangre a eliminar toxinas. La hierbabuena también posee propiedades limpiadoras, suavizantes y tonificantes, por lo que resulta ideal para consentir pieles cansadas. También previene la caída del cabello.

Otros efectos: Se le reconocen cualidades como relajante y antidepresivo. También se puede utilizar como antirritante y analgésico con capacidad de reducir el dolor y de mejorar el flujo de la sangre al área afectada.



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