La ministra Laura Albornoz es una convencida de los beneficios de la paridad y cuando se le hace ver que así como las mujeres son objeto de discriminación en su acceso a los mundos político y laboral, también lo son los indígenas o los discapacitados, la explicación no da espacios para la discusión: hay un 52% de mujeres, pero sólo un 2% de discapacitados y 5% de indígenas; por ende, está claro que se debe avanzar en favor del grupo discriminado más mayoritario.
-El tema paridad no pasa necesariamente por ley, ¿hay que apostar a que los hombres no lo harán retroceder?
“No, para nada. Y el hecho de tener mujeres en cargos protagónicos ni siquiera asegura las políticas públicas de género, porque pueden haber mujeres que usan vestido, pero que no creen en este tema. Y hay muchos hombres que, por cierto, sí creen en una política más inclusiva.
“Este no es un contrapunto entre hombres y mujeres, este es un contrapunto entre quienes creemos en la democracia y quienes no. La paridad es un concepto esencialmente democrático, lo que está diciendo la paridad es que queremos que en todos los aspectos y ámbitos de la sociedad haya hombres y mujeres tal cual existe dos sexos en la sociedad”.
-Aylwin, Frei y Lagos fueron Presidentes democráticos y tuvieron mínimas mujeres en sus gabinetes.
“Lo que estoy tratando de decir es que el concepto de la paridad es de la esencia misma de la democracia. Cuando hablamos en democracia de representar a todos los que conforman sociedad, tienes que partir de la democracia inicial que es la distribución equitativa de los sexos. La sociedad se compone por 50% hombres y 50%, mujeres, el incluirlas a ellas en todos los ámbitos es el pleno ejercicio democrático. Yo no tengo que dar cuenta por Aylwin, Frei o Lagos; la paridad supone además de designar a las mujeres en cargos de poder, incluirlas en los ámbitos privados, en la vida académica, cultural, supone distribuir equitativamente los roles. Hoy queremos que los hombres se incluyan en el privado y las mujeres salgan al público y que compartamos en conjunto con los hombres, no contra los hombres, una sociedad más justa”.
-El planteamiento de ley de cuotas se limitará a los cargos de elección popular o quiere avanzar hacia el ámbito privado como los directorios.
“El programa de la Presidenta habla de trabajar en diferentes iniciativas de promoción de la mujer en la vida pública y habla del envío de un proyecto de cuota. Hoy existen dos proyectos de iniciativa parlamentaria en el Congreso (2002 y 2003), nosotros no hemos entregado aún un proyecto; lo que sí estamos haciendo es trabajando en una estrategia de paridad que supone realizar seminarios, documentos y encuestas. Queremos ver cómo la ciudadanía percibe esto, saber si quiere más mujeres en los cargos de poder; a mí me parece que sí, de hecho, hombres y mujeres eligieron a una mujer Presidenta.
“Queremos promover el concepto de la paridad como un concepto justo, de democracia, de construir una sociedad entre hombres y mujeres y esto no pasa sólo por un tema de cuotas, incluso la paridad es la cuota perfecta, el 50%, la justicia absoluta, la igualdad absoluta. Queremos presentar un proyecto de ley de cuotas, pero quizás la reforma no va a venir por ahí y viene por la reforma binominal que está trabajando la comisión Boenninger”.
-En España se discute la ley de paridad en el ámbito privado, lo que ha generado ruido con los empresarios. ¿Se va a legislar en ese ámbito?
“Es bueno conversar con el mundo privado, desde esta semana, junto al Ministro del Trabajo, vamos a tener una serie de reuniones con Hernán Somerville, Bruno Phillipi, justamente para dar a conocer el contenido del Código de Buenas Prácticas Laborales. Ese código tienen medidas que establece, entre otras cosas, el acceso igualitario de mujeres y hombres a cargos de poder”.
-Una cosa es una propuesta y otra es una imposición por ley.
“El sector privado en Chile está muy interesado en estas medidas y prácticas igualitarias, porque las ve como una medida inclusiva. Si eso no resulta, tenemos pensando crear un premio a las empresas que más se adhieran a este código. Y si eso no sirve como Estado estamos obligados a adoptar todas aquellas reformas que propendan a los objetivos que fijó la Presidenta.
“Algunos han planteado partir del tema de la meritocracia, y yo pregunto ¿me quieren decir que todos los parlamentarios que están en el Congreso son meritorios? ¿Qué los que han accedido, han accedido porque son meritorios y no por acuerdos políticos o mayor cantidad de recursos para sus campañas? ¿Los que están en el Congreso son los mejores de Chile hoy? El argumento de que los que están ahí están por méritos y que si las mujeres acceden sería por cuotas y no méritos, es una mentira”.
-Doy más contrargumentos. Algunos dicen que la ley de cuotas se podría convertir en un techo. ¿Por qué no un 60% o 70%?
“Depende de cómo lo plantees, cuando se establecen cuotas no se fijan para un determinado sexo. No se establece un techo para las mujeres, cuando se establece una cuota digo ningún representante del mismo sexo podrá ocupar más del 60%”.
-Algunos la ven como medida paternalista, asistencialista.
“No es asistencialista, es una medida progresista que intenta incluir en los cargos de decisiones a quienes por más de 2 mil años han estado segregadas a un segundo lugar o de subordinación o sólo relegadas al mundo privado. No es paternalista, es una acción progresista positiva”.
-Otro argumento: se convertiría en un boomerang porque zanjado el tema por ley, saldría de la agenda de discusión pública que es la que realmente genera los cambios.
“En esa dinámica, la de debatir, está el Sernam hoy día. Tenemos programados de aquí a un año, seminarios en regiones; partimos en la Novena Región y en el segundo semestre tendremos uno regional donde vendrán representantes de todo el continente. La Presidenta nos pidió liderazgo en los temas que ponga Chile y uno de los que pone es igualdad entre hombres y mujeres”.
-Los escépticos dicen que la paridad no implica empoderamiento de las mujeres.
“Creo que si la paridad va acompañada de políticas desde el Estado que promuevan una mayor participación por cierto que sí. Cuando Luisa Durán con “Sonrisa de mujer”, les dijo te doy dientes, te doy dignidad, las mujeres se empoderaron. Cuando les dijimos a las mujeres él no te tiene porque pegarte, anda y denúncialo, la mujer se empodera. Cuando se ve un gabinete con 10 mujeres con polleras y no sólo ternos y corbatas, la mujer se empodera y es un mensaje que los medios de comunicación no han logrado dimensionar.
“Estos son cambios culturales y se hacen a largo plazo”.
-Afirmaste que tener mujeres en cargos de poder no asegura las políticas de género. ¿Cómo estamos las mujeres, somos solidarias, sólo a un grupo le preocupa el tema?
“Siempre se ha señalado y la teoría feminista dice que hay una elite privilegiada que accede a cargos de poder. Creo que con la Presidenta Bachelet y su liderazgo que es horizontal e inclusivo, las relaciones entre nosotras son distintas. Desde que somos chicas nos enseñan que las mujeres son envidiosas, competitivas, que nos preocupamos de lo estético, que somos copuchentas, buenas para la comidilla, que se embarran entre ellas y eso tiene que ver con la socialización, con la forma cómo nos educan.
“Hoy se está ejerciendo un liderazgo distinto, gobiernan mujeres y hombres. Somos 10 ministras y creo que hay una tremenda lealtad entre nosotros; yo siempre digo que hay 10 ministras del Sernam dando vueltas”.
