Llegó a Chile de la mano de Fernando González y Andrés Fazio y se siente muy a gusto en este país, porque es un lugar donde puede trabajar y hacer muchas cosas.
Horacio de la Peña es tenista desde muy niño; su papá, que era basquetbolista, vio que "el pibe" no iba ser tan alto y le buscó un deporte que encajara con sus aptitudes y lo metió al tenis a los tres años y medio. "Empecé con una paletita de ping pong, después mi papá me recortó una raqueta de madera y así. A los seis años empecé a jugar campeonatos y se convirtió en una pasión".
-¿Hay algo que sientas que te queda por hacer?
"Seguro, siempre faltan un montón de cosas. Con Fernando conseguí mucho, pero me hubiera gustado ganar un Grand Slam, ser número uno del mundo, ganar un Masters Series, pero hicimos mucho.
"Creo que en la vida uno tiene que aprender a no ser tan pedigüeño, porque de repente la vida un día te dice sabés que, tomá, fuera ; entonces, soy muy feliz con todo lo que tengo".
Si bien cuenta que ha recibido ofertas de todo tipo, tiene a firme no salir de Chile, quedarse con su familia; por lo menos por este año, porque si se le pregunta para más adelante, no sabe, no lo tiene claro. Si se tiene en cuenta su gran hiperkinesis, da la impresión que la decisión no durará mucho más que ese año, pero eso sólo se sabrá en el futuro.
El entrenador tiene una hermana melliza, que es abogada. Nacieron el 1 de agosto de 1966 y, desde chico, tuvo un "perfil muy alto", que le ha traído críticas, pero también satisfacciones. "Cuando uno más crece, más experiencia tiene, lo maneja mejor; trato que las cosas que yo hago no le molesten a nadie, trato de esquivar al enemigo, pero tengo claro que si se me pone al frente- y no hay otro camino-, le paso por arriba".
Estuvo casado ocho años y de ese matrimonio tiene un par de mellizas, Camila y Guadalupe, de 10 años. Verlas más es una de las razones por las que optó por viajar menos.
En noviembre del año pasado, Horacio de la Peña sorprendió a todos en la ceremonia de bautizo de su hija Francesca. Ahí mismo le pidió matrimonio a su pareja, Lorena Chilliura, después de cinco años juntos. Apenas ella dio el sí, "el Pulga" descorrió una cortina donde estaba el vestido de novia y su traje. Sólo estaban enterados él y el productor de eventos Tomás Cox, quien se encargó de todo. El emotivo episodio sucedió en la parroquia de la Sagrada Familia de Lo Barnechea, lugar donde viven los de la Peña.
-¿Qué edad tiene tu hija Francesca, ya?
"Un año y siete meses y es más… a ver, pará un poquito".
La pregunta lo hace acordarse de algo; toma el celular y llama a su mujer para preguntarle si se hizo el test de embarazo. Es que está buscando "el varoncito", como dice él. Ella prefirió esperarlo, así que en la noche conocerán el resultado. El viernes 26 mientras transmite el partido de González con Ljubicic, su antiguo pupilo lo felicita… ¡el test salió positivo! Horacio será padre por cuarta vez.
-¿Es cierto que tu mujer no es nada de celosa, a pesar de tus viajes y todo eso?
"Cero. Ella sabe que me tiene contento, lo tiene clarísimo".
-¿Por eso esa manera tan romántica de pedirte que se casara contigo?
"Ella genera en mí una felicidad y me ha ayudado tanto en mis cosas, que me tiene contento todo el día. Me cuida estéticamente, porque yo no entiendo de eso; se ocupa de todo, me tiene la casa llena de música".
Vive con sus suegros en La Dehesa; su madre, en Argentina y su hermana en Estados Unidos. Su padre falleció cuando él era muy joven; se enfermó cuando Horacio tenía 16 y murió cuando cumplió los 23.
Para todo es absoluto, no sólo para el trabajo; si se le pregunta qué música le gusta, también contesta todo y de verdad parece que es así, porque cuando se le pide que especifique, la lista es eterna: vocalistas, ingleses, la trova cubana, etc. Raramente, no nombra a los argentinos ochenteros, porque en esa época vivía en Miami, se encontraba en plena carrera profesional. "Me gusta la música divertida de Argentina, 'Las pelotas', Calamaro, 'La mosca'".
-¿Te gustaría que un hijo tuyo tuviera tu vida?
"Yo creo que tuve mucha suerte en la vida, mucha. Siii, si vos ves el promedio del mundo, el 50% se muere de hambre y sólo el 10 % vive bien, ya estar en el 10 es una suerte y si, más encima, destacás…"
-Eres súper agradecido.
"Súper".
-Pero tienes fama de soberbio.
"¡Qué se vayan a cagar! Es porque no me conocen, yo no soy agradecido, soy muy agradecido; sé que la vida es muy difícil y el que no es agradecido es un tonto".
Se declara inflexible en los temas que para él están mal, como drogas, cigarrillos, alcohol excesivo, deslealtad, faltarle el respeto a los mayores, la traición… "No, yo no transo, no transo, nada, eh", dice.
-¿Y si uno de tus pupilos cayera en drogas?
"Ni cagando, no cae en drogas; estoy tan encima, que no cae. Ahora, si pasara, los quiero mucho, así que lo trataría de ayudar… pero ¡es imposible!, porque quiere decir que no me ocupé".
-¿Tienes alguna frustración?
"Y… todos tienen frustraciones. Cosas personales, no haber fracasado en el matrimonio, haber estado más tiempo con mis hijas. Sí, seguro, me hubiera gustado hacer más cosas, pero qué me voy a poner a pelotudear si hice muchas cosas y muy buenas. Siempre digo lo mismo, perdí a mi padre cuando era muy joven y sé lo que es perder a alguien muy querido, durísimo; la verdad, me hubiera encantado estar con mi viejo y él me hubiera ayudado en un montón de cosas, pero hay gente que perdió a los dos padres o que los tiene y los padres son una mierda; entonces, bueno, a mí me tocó ésta y dentro de lo que me tocó, bien".
No se considera buenmozo, pero sí distinto y le gusta verse bien. De su ropa se preocupa su mujer, pero aclara que él trabaja para darse sus gustos, "cuando hay algo que me gusta, hasta que no lo consigo, no paro". Físicamente, toma vitaminas, consume proteínas y... se cuida el pelo, "es que lo tengo muy feo ¡viste!, tengo que cuidarlo todo el tiempo".
-¿Vicio privado?
"El sexo, lejos… enfeeermo".
-¡Y en qué minuto, si no estás nunca! ¿Cuándo tienes tiempo?
"Todo el tiempo; lo encontramos muy seguido, jajajaja".