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"Si era tan fácil, por qué no lo hicieron nunca"

29 de Mayo de 2006 | 11:51 |
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Aunque no es el entrenador de González, De la Peña no para. Apostó por lo propio y formó De la Peña tenis, cuyo objetivo es crear un centro de entrenamiento al nivel de países como Francia, España, Estados Unidos, o Australia, que permita a jóvenes talentos destacarse dentro del circuito mundial del tenis. Se trata de una academia de alta competencia en el Estadio Israelita, donde "todos los chicos que van tienen la misión de llegar a ser jugadores de tenis profesionales". Se entrena con él un grupo que tiene entre seis y 18 años y también algunos que ya son profesionales, pero quieren mejorar.

Además, tiene un nuevo desafío que, dice, "es ir a la élite ABC1, que es el Balthus; realizaremos entrenamientos para hombres y mujeres de entre 25 y 50 años, donde les vamos a hacer las cosas súper divertidas, con mucha técnica y mucha táctica; o sea, que esté muy bien explicado por qué pasan las cosas y mucha intensidad. Eso vendo yo: el porqué y caja, le doy, le doy, le doy".

-¿Qué busca esa gente?
"Respuesta para todas sus necesidades. Si viene a buscar diversión, tendrá una clase súper entretenida; tecnología, lo que busque, conocimiento…"

-¿Tú estás a cargo o das cada clase?
"En todo esto voy a dar, porque ahora estoy sólo con cinco, una clase exclusiva para 12 empresarios, muy ricos, porque es algo que cuesta muy caro. Es para doce personas que puedan y que tengan ganas de recibir el entrenamiento que yo le di a un Fernando González. Van a tener un doctor encima, un preparador físico, les voy a dar la ropa, cuidar sus raquetas… Todos los detalles".

-¿Esto se le ocurrió al Balthus o a ti?
"A Andrés Fazio se le ocurrió (el ex presidente de la Federación de tenis). Me dijo Horacio, para una persona como yo, que lo puede hacer, tener la chance de tener a alguien como vos que me enseñe de verdad, es impagable. Él es uno de ellos".

-¿No es un nivel de entrenamiento muy alto?
"Por eso, el que tenga ganas de ser distinto, está la opción. Pero todavía no empecé, empiezo en junio. Aunque con cinco ya tuve que adelantarme. Pero es de a dos, si los entreno de a uno… ¡los mato!"

Son cuatro las canchas que arrendó en el exclusivo club del sector Oriente para hacerse cargo de este grupo de gente que quiere más del tenis que un simple peloteo con los amigos. Pero no para allí, De la Peña sigue entrenando a Paul Capdeville, a Adrián García y a Martín Vassallo (argentino).

-Es decir, que lo único que no vas a hacer es viajar.
"Síii, es que soy un enfermo del trabajo; pero, lo cierto es que el levantarme y el acostarme con mi familia es algo que no tiene precio".

-¿La separación de Fernando duele igual?
"Nada, nada, cero, porque lo hicimos en conjunto, porque yo ya no tengo más ganas de viajar. El desgaste familiar al que te lleva trabajar 11 meses y dos semanas del año es ¡muy fuerte!
"Pensá que el año pasado viajé todo el año y cuando volví, que pensaba tomarme las vacaciones, me casé y a los cuatro días me tuve que ir, porque Fernando entró al Masters y volví y tuve cuatro días de luna de miel, porque empezamos a entrenar de nuevo… ¡es mucho! ¡No hay quien resista!"

-¿Por qué lo hacías, entonces?
"Porque lo necesitaba, económicamente, pero llega el momento en que no quiero ser el más rico del cementerio ni comprarme un avión… no quiero tanto… o sea, me gusta vivir bien, comer rico y que mis hijos tengan lo suficiente. Mis ambiciones no son tener un yate o hacer fiestas de millones de dólares… ¡no!"

-¿Igual sigues con Capdeville?
"Sí, pero no voy a viajar. Nos contactamos por internet, recién estuve dándole las tácticas para su partido con Ginepri".

-¿Y da lo mismo?
"No, por supuesto que no es igual, pero yo no puedo dar más. Acá, sí, los mantengo bien fuerte".

-¿Qué se puede esperar, entonces, de la relación de González con Stefanski, que tampoco será al cien por ciento?
"Creo que va a ser difícil acostumbrarse a una relación más light; cuando tenés a alguien que estaba y estaba… no sé qué va a pasar. De repente era lo que Fernando necesitaba, estar un poquito más libre y qué sé yo… no sé".

-Pero eres el que mejor lo conoce.
"Yo creo que va a ser difícil cuando tenga problemas; cuando esté todo bien, está todo bien. En un año, las cosas no siempre van bien; tal vez la mitad del año, pero la otra mitad… ¡hay que apechugar! Y apechugarla solo le va a costar, si va a estar 15 semanas de las 52… no sé, vamos a ver qué pasa."

Respecto a toda la situación que se provocó después de que Massú y González ganaran las primeras medallas de oro olímpicas para Chile, Horacio de la Peña tiene una mirada muy noble. Tiene plena conciencia de que el Gobierno hizo todo lo que pudo para entregarle la nacionalidad por gracia, pero que intervinieron políticas que no lo permitieron.

-Sin embargo, todo el mundo te consideraba casi un héroe, digo, la gente común y corriente.
"Por eso… yo creo que fue un premio muy lindo. Imaginate, uno en la vida hace las cosas por pasión y después por una condición económica. O sea, si a uno por su trabajo –ser entrenador de tenis-, el uno por un millón recibe algo a cambio tan bonito como lo que recibí yo. Estaba más que feliz… ¡me pareció un premio glorioso!"

-¿Y no se siente un poquito de pena?
"Síii, es una lástima, pero igual sé que estuvo la intención y que hubo ganas y entonces, bueno, no fue, ¡qué le vamos a hacer!"

-¿Y todos los entrenadores chilenos que te pelaron?
"Y… problema de ellos. La gente que se pone a opinar si soy bueno o malo… creo que para opinar de alguien que ha hecho tantas cosas, lo mínimo es ponerse en los pantalones. Agarrá un tipo, otro, porque yo no solo tuve a Fernando, agarrá un jugador, un equipo, hacé algo parecido, luchala, viajá 52 semanas al año, dejá a tu familia, rompete el traste –yo viajaba con cinco jugadores por el mundo, no con uno- entonces, hacé algo parecido y después opiná y decí puta, la verdad, lo tuyo es fácil.
"Todo el mundo dice que ganar Dusseldorf es fácil… ¡puta no lo ganaron nunca! Que volver al grupo mundial es fácil, estuvieron 19 años fuera; si era TAN (recalca) fácil, por qué no lo hicieron nunca".

-¿No será que les da miedo que los dejes sin jugadores que entrenar?
"Sabés que no, para nada. Lo cierto es que yo le genero un montón de trabajo a gente, más que sacarles, porque con todas las actividades y promoción del tenis que hago, hay más jugadores, más gente y más dinero involucrado; entonces, ir en contra de alguien que hace cosas para fomentar, es tonto. Es como si dijéramos que Stefanski se viene ahora a Chile… ¡mis clubes estarían llenos!, porque él no podría tomar a todos los que se interesarían en el tenis.
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