Los chilenos están yendo más al teatro y al cine, les gusta comer fuera de casa y están dispuestos a pagar costosas entradas para ver a su artista favorito. Para no perder terreno, la televisión abierta y por cable aumentan su oferta, buscando encender más televisores.
19 de Junio de 2006 | 14:33 |
Cines llenos el fin de semana, filas eternas para comprar entradas para el concierto de U2, salas de teatro a full capacidad en el festival "Santiago a Mil" y patios de comida de los malls atestados de gente. Éstas son escenas cada vez más frecuentes en el paisaje de las principales ciudades del país y que muestran un hecho creciente: los chilenos estamos destinando más dinero a entretención.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalan que los gastos en este ítem aumentaron su participación en la canasta de consumo desde 3,9% en 1988 a un 5,5% en 1997. Si a eso se suman las comidas y almuerzos en restaurantes, se llega a un 10,5%, según un estudio de la consultora Gemines.
Y es que en la última década, junto con el fuerte incremento del ingreso per cápita -pasó de US$ 5.020 a US$ 6.223, según cifras del FMI-, la oferta para ocupar el tiempo libre se ha ido sofisticando cada vez más.
En los panoramas fuera de casa, los centros comerciales están entre los que han sufrido la mayor metamorfosis, transformándose en verdaderos polos de entretenimiento que reúnen restaurantes, cines, teatros y hasta canchas de bowling.
Cada uno de estos negocios, a su vez, también se ha ido adecuando a un consumidor cada vez más exigente. Por ejemplo, de las típicas salas de cine de barrio se pasó a multisalas de última generación manejadas por empresas internacionales. También nacieron barrios gastronómicos que ampliaron la oferta de sabores y precios.
En la producción de recitales, la parrilla de eventos creció notablemente en los últimos años. Sólo en noviembre pasado, se hicieron por lo menos 10 grandes conciertos: Luis Miguel, Joan Manuel Serrat, Pearl Jam, Ricky Martin y The Prodigy fueron algunas de las celebridades que actuaron en Santiago.
Esta lluvia de estrellas debiera mantenerse en los próximos años, sobre todo considerando que por fin la capital contará con un recinto especialmente habilitado para eventos deportivos y musicales. Se trata de Arena Santiago, en la ex cúpula del Parque O'Higgins y que funciona desde abril.
Los casinos también jugarán un rol más activo. Los 17 nuevos que operarán en el país no sólo buscarán atraer a los aficionados a las apuestas, sino que captar nuevos clientes con hoteles, música y restaurantes.
Si de entretenerse en casa se trata, los canales de televisión abierta han aumentado su oferta con programas comprados a productores independientes para impedir que baje el número de televisores encendidos. Los cableoperadores, por su parte, están arremetiendo con fuerza e introduciendo la televisión digital para hacer más atractivo su producto y engrosar su lista con más abonados.
Los protagonistas de la industria del entretenimiento hablan de sus planes para seguir creciendo y de los anzuelos que preparan para que los chilenos dediquemos más tiempo y dinero al ocio.
