Desde hace 5.000 años la medicina china viene entregando su sabiduría para que el cuerpo humano restablezca su equilibrio y salud. Los médicos orientales chinos, desde siempre - y hoy en día no han perdido esa costumbre- , siguen cuidadosamente un patrón: reciben a sus pacientes, les preguntan por sus hábitos alimentarios, los colores que prefieren, qué cosas les enojan. Los escuchan, observan y palpan, para luego decidir qué terapia es la más adecuada para ellos. Acupuntura, tuinas o masajes y qi gong - ejercicios que involucran todas las articulaciones del cuerpo- son las principales técnicas a las que suelen acudir. Pero ¿cuándo utilizar cada una?, eso dependerá de la condición particular de cada paciente, sus gustos e incluso de su resistencia al dolor.
Acupuntura y complementos
Esta técnica tiene como principio el correcto flujo de energía a través del cuerpo y consiste en la inserción de agujas en precisos puntos, favoreciendo el reequilibrio del sistema energético-vital. Dichos puntos se encuentran situados en una serie de canales o "meridianos" a través de los cuales se distribuye la energía vital o 'chi' por todo el organismo. Los puntos más importantes están situados de codos a dedos, en los antebrazos y de rodillas a pies en la pierna.
Tomás Díaz, especialista en acupuntura y profesor de la Escuela Latinoamericana de Medicina Tradicional China, indica que la aguja, al ir por las mismas vías del dolor, engaña de alguna forma al cerebro. "
Desbloquea los distintos meridianos y hace que sean más permeables al paso de la energía, de modo que la comunicación entre el órgano y el cuerpo no sea interrumpida", afirma.
Para el terapeuta Juan Carlos Sánchez Pávez, premiado por la Global Organization for Excellence in Health, la acupuntura es el tratamiento global dentro de la medicina china. "Existen numerosos tratamientos que se desprenden de la acupuntura y que sirven para tratar dolencias más específicas, de acuerdo a las necesidades del paciente". Tal es el caso de la
electrocupuntura, que es la estimulación de ciertos puntos a través de diodos o agujas - iguales a las de acupuntura- con corriente. Se utiliza sobre todo a nivel muscular, para tratar problemas de parálisis o hemiplejia y dolores abdominales, inclusive en China se ocupa como anestesia durante las operaciones y ha sido de mucha utilidad en la estética, ya que aumenta la presión sanguínea y estimula los músculos.
La
laserpuntura, en cambio, consiste en la aplicación de un láser de gas neón de alta potencia en los puntos de los meridianos. Sirve para aliviar la ansiedad, el estrés, las várices y úlceras varicosas, entre otras.
La
auriculoterapia realiza pequeñas inserciones de agujas a nivel del pabellón auricular. Estas agujas pueden sustituirse por magnetos o semillas naturales. Ayuda a tratar la obesidad, depresiones, trastornos de conducta, patologías psicológicas, inclusive ayuda a mejorar la concentración y la lucidez mental.
Para aquellos que temen las agujas, está la
moxabustión, un tratamiento de aplicación con calor sobre los puntos de acupuntura. Utiliza un cono de "moxa", obtenido de la planta artemisa, el cual es colocado a cierta distancia de los puntos de acupuntura desde donde se enciende, provocando una confortable sensación de calor que penetra profundamente en la piel.
"Todas las técnicas curan cualquier mal, pero por diferentes caminos", resalta Juan Carlos Sánchez. "Por ejemplo, la acupuntura está cuando existen más excesos de energía, la moxabustión, en cambio, cuando hay más carencias. En invierno se ocupa más la moxa que en verano porque al aplicarle al paciente algo más cálido le provoca mayor relajo".
Existe además la
cromopuntura, que se aplica en distintas zonas del cuerpo y consiste en aplicar colores a través de máquinas, pintura o aplicando en determinados puntos de los meridianos papeles de colores elaborados de acuerdo a la zona.
Tuina o masaje chino
Es una de las terapias más antiguas que se conocen.
Actúa tanto a nivel físico como mental, porque se concentra en resolver la raíz causal de la dolencia. Al igual que la acupuntura, el tuina trabaja sobre los canales motores del organismo, movilizando la energía corporal (chi) y la sangre estancada (xue).
| Dónde ir |
Escuela Latinoamericana de Medicina Tradicional China. Acupuntura, moxabustión y tuina $17.000 la primera consulta, las demás sesiones $14.000. Qi gong y Tai chi chuan $25.000 mensuales, dos clases semanales (incluye las dos técnicas). Apoquindo 6275 oficina 24 o Av. Las Condes 6728. Teléfono 202 8971.
Centro de Medicina ChinaJuan Carlos Sánchez. Acupuntura y moxabustión $12.000 cada sesión; tuina, $15.000. Américo Vespucio Sur 107 oficina 203. Teléfono 206 2265.
Natura Medicatrix. Tuina, acupuntura y dietoterapia, las tres por $35.000. Padre Hurtado Central 919, Las Condes. Teléfono 371 8317 o 371 8318.
Instituto Salud Integral de Chile. Acupuntura $26.000 cada sesión; tuina, $19.000. Av. Holanda 1627. Teléfonos 9461877 y 9463150. |
El propósito del tuina, tal como indica el especialista Juan Carlos Sánchez, es trabajar holísticamente para dar un perfecto equilibrio y armonía entre el flujo de energía yin y el yang (agua y fuego) para mejorar o restablecer los órganos relacionados.
Consiste en el uso de manipulaciones para tratar tejidos blandos (empujar, agarrar, presionar, sobar circularmente, rodar, frotar, golpear), así como también las articulaciones (rotaciones, sacudimientos, tracciones), y
sirve para tratar problemas de espalda, ciática, lumbalgias, contracturas musculares, calambres, dolor de rodillas, epicondilitis (codo de tenista), bruxismo, cefaleas, estreñimiento.
Ejercicios: qi gong y tai chi chuan
La medicina china dice que hay dos formas de contraer enfermedades: una externa, como ser atacado por un factor patógeno, y una interna o el desequilibrio de los órganos a causa de las emociones; por ello las personas deben desechar esa energía y transformarla en energía positiva. Para ello existe el qi gong o chi kung, como se le denomina en castellano.
Se basa en acciones para mover la energía sobre los meridianos e involucra todas las articulaciones del cuerpo, aplicando muchos elongamientos, muy similar al yoga. "La diferencia es que tiene pasos y movimientos de respiración muy propios, diseñados exclusivamente para mover el chi sobre los meridianos y promover el bienestar y ser un aporte en la recuperación de enfermedades", dice Tomás Díaz.
El tai chi chuan, por su parte, es un arte marcial que consiste en una secuencia de ejercicios caracterizados por la unión de la conciencia y el movimiento corporal. Contribuye a la relajación muscular y ayuda al organismo a desahogarse de manera natural. "Es un liberar de endorfinas que ayuda al cuerpo a mantener la energía positiva en circulación", advierte Juan Carlos Sánchez.
