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El humor ante todo, aunque los demás no lo entiendan

09 de Junio de 2006 | 15:05 |
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Marcelo Comparini nació el 27 de diciembre de 1962 –"pésima fecha"-, todo el colegio lo hizo en el San Juan Evangelista y estudió periodismo en la Universidad de Chile, aunque quería ser arquitecto.

"Casi quedé", cuenta riéndose, pero como fue sólo casi, se matriculó en diseño industrial. "Fui al primer día; todos los ramos eran matemáticos y me di cuenta que no era algo que me entretuviese. Decidí estudiar algo que no tuviera matemáticas, más que… página 1, página 2, jajaja".

Su abuelo materno había sido periodista deportivo, en radio principalmente, y había trabajado junto a Julio Martínez, Sergio Livingstone y toda esa generación; a Marcelo siempre le había gustado el deporte, así que pensó que ser periodista deportivo era un buen camino. Al año siguiente, volvió a dar la prueba de aptitud y entró a periodismo.

Si bien hizo la práctica en el área deportiva de las Últimas Noticias y entró a canal 11 a deportes, sus necesidades –de plata, básicamente- lo llevaron a escribir libretos para cuatro programas distintos relacionados con la música, que es otra de sus grandes aficiones. El programa de deportes se acabó y se fue de editor periodístico al "Extra jóvenes". "Fueron circunstancias de la vida que me sacaron del deporte y me llevaron por otro camino", dice.

Se reconoce muy cercano a sus orígenes italianos, no por el carácter, sino porque, por ejemplo, cuando ve películas italianas, se siente muy identificado: "desde los mafiosos de 'El Padrino', hasta 'La familia', pasando por todas las de Ettore Scola".

-¿Cómo así?
"La familia de mi papá, que es completamente italiana, es de película; han muerto ya varios, pero cuando éramos chicos íbamos dos veces a la semana p' allá y la comida con los gritos y la cosa y esa impetuosidad de algunos, de tener siempre la verdad… me siento muy identificado con eso" (se ríe).

-¿Con tener siempre la verdad?
"Jaja, soy bueno para discutir y soy bueno para argumentar; la gente siempre se enoja conmigo. Pero no tengo el enojo de ellos, soy muy contenido, como mi papá que nunca me castigó, ni me retó, ni nada. Él era una seda".

Cuenta que cuando ha sido editor, la gente espera el momento en que deje de ser calmado y estalle y tiene susto de que pase, pero jamás ha sucedido: su carácter es, de verdad, pausado y pacífico; contenido, como dice él.

Es el segundo de cuatro hermanos: "Soy el único que no es nada, ni el mayor, ni el menor, ni la única mujer, que es la tercera y mi señora está en el mismo caso, pero al revés, son tres mujeres y un hombre y ella es la segunda". Ellos también tiene cuatro hijos, un hombre y tres mujeres, pero ninguno quedó en el caso de ellos, porque el mayor es el hombre. Tienen entre 10 y dos años; "es que me casé viejo", reflexiona.

Vive en Colina y su señora, que estudió agronomía, se dedica al paisajismo por la mañana y a los niños en la tarde.

-¿Cuáles son tus aficiones?
"Hay cosas que se han mantenido desde chico, como el fútbol en todo sentido: verlo, leer sobre él e ir al estadio cada vez que puedo. Mi hijo me acompaña harto y somos fanáticos de la 'U'. Además, juego, aunque ahora me lesiono mucho.
"También soy fanático del cine, pero tengo como una especie de prejuicio con el cine arte, me carga esa como suficiencia de la gente del cine arte, así que tiendo a inclinarme, por rabia, al cine hollywoodense más clásico. Me gusta que el guión tenga ingenio".

-También eres fanático de la música.
"Me he comprado discos desde chico; la primera mesada me la gasté toda en discos. Vivo pendiente. Soy bien ecléctico; no he entrado nunca mucho en la música clásica, me gusta más bien el pop, especialmente el creado a partir de los británicos, desde Los Beatles a toda su familia. Pero tengo de todo".

Si bien llega a su casa cerca de las 8 de la noche, después del programa de radio, aprovecha ese tiempo con sus hijos, igual que el fin de semana. "Nada de tiempo para mí, 10% para mi señora y el otro 90 para los niños: jugar, pintar, meternos al computador, chutear… lo que quieran, porque son muy demandantes".

Se declara papá moderno, de los que muda y cuida de noche; es decir, que comparte labores hogareñas, tanto, que cuenta que a sus padres y a sus suegros les impresiona que se miren en la mesa para ver a quien le toca ir a mudar o a preocuparse de alguno de los niños.

Entre sus deseos no cumplidos está hacer un programa parecido, en la forma y en el tono, a los de la noche norteamericanos como Conan O'Brien, "más jugado, más raro. También un
'Saturday night live' bien hecho, una cosa de humor…"

-¡Te gusta el humor! Y negro, además.
"Absurdo, me gusta el absurdo y el humor políticamente incorrecto. Los gringos me parecen fantásticos, se ríen de todo. Me gusta que la gente se pueda reír de los defectos sin problema; creo que el humor debe partir principalmente de la gente que tiene los problemas y de los políticos… y de las tragedias, ¡qué se yo!"

-De no tomarse tan en serio la vida.
"Exacto. Hay cosas que son muy importantes, pero otras que no tanto. Creo que Chile es un país seriote, que no aguanta mucho. Un poco esta reacción airada y como destemplada que se creó a partir de la broma, tiene que ver con no entender que una cosa inocente se transformó en algo que tampoco fue tan terrible.
"La gente no tiene humor o, por lo menos, no entienden ese tipo de humor. Los argentinos se ríen más de ellos mismos".

-¿Vicio privado?
"Después de la educación que tuve, todos los placeres son culpables en exceso" (y lo dice muy serio).

-Sí, claro, el San Juan es tan conservador…
(Se ríe) "No, era muy hippie en realidad. No, ahora en serio, una situación que a mí me parece absolutamente perfecta es instalarme con mi señora, en algunas ocasiones, o con toda la familia, en otras, a ver una película entretenida, un viernes en la noche ¡Me parece perfecto!
"También arrendar una película que yo ya he visto y me ha gustado y compartirla con los demás y ver cómo se ríen, eso es un gran momento, un gran momento".

-¿Con cabritas o sin cabritas?
"Nooo (frunce el entrecejo), sin cabritas… arriba de la cama es muy desagradable".


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