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Un mal rato en su trayectoria

13 de Junio de 2006 | 09:40 |
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Tal vez en toda su carrera periodística y de animador, Marcelo Comparini no ocupó tanto espacio en los medios como hace pocas semanas por la broma que junto a Felipe Izquierdo realizó en el programa radial de ambos y que significó que muchos los recriminaran fuerte y airadamente.

-¿Qué significó para ti este cuento de la pitanza y el revuelo que armó?
"Hay varias cosas sorprendentes y sorpresivas de todo el tema este de la llamada. Primero, lo que pasó, nosotros hemos hecho –y digo nosotros, porque el programa incluye llamadas y, aunque no en todas estoy yo participando, asumimos ambos- llamadas que podrían haber tenido muchas más consecuencias que ésta, y no una, cien… de terremotos, de incendio, de gente que se ahoga, de leones que entran a las casas.
"Es igual que una cámara indiscreta, el tema es que la gente se de cuenta que alguien está creyendo algo que no tiene ningún sentido y eso es lo chistoso. Por eso no es divertido llamar a un servicio de urgencia, porque llamar a bomberos, decirles que hay un incendio y que crean es lógico, no tiene ni una gracia, ni un chiste. Lo chistoso es que alguien crea algo absolutamente descomunal y que caiga."

-¿Qué pasó esta vez?
"Tal vez el error de cálculo, en este caso (lo recalca), tenía que ver con que en la zona el que haya gente perdida es algo de todos los días, es muy común. En ese sentido, aparte del hecho de que el volcán ya no estaba en erupción (lo habíamos leído en el diario), plantearle a alguien que estaba saltando la lava –porque esa es la llamada- no tenía ningún sentido… bueno, parece que sí podía tenerlo. Todos esos errores de cálculo llevaron a que a quien nosotros llamamos, de verdad se convenciera de que lo que estaba pasando era real, más allá de toda lógica. Así que lo que sucedió después, su llamada a los servicio de urgencia y también la credibilidad de éstos..."

-Pero eso sí tiene más que ver con la zona y con que puede haber gente perdida.
"Pero… ¡bueno! (pone una cara de entre incredulidad y molestia frente al tema), el hecho es que sí se lo creyeron".

-Me interesa saber qué sentiste tú, no sólo los hechos.
"No, no… primero, espanto de que hayamos provocado todo lo que pasó, e incredulidad; de hecho, Felipe lo comentó, esa noche yo me metí a internet y salía una nota bien chiquitita que decía turistas perdidos y pensé cómo tanta casualidad, no me podía convencer que era la llamada de nosotros, no tenía ningún sentido.
"Después, con el correr del tiempo me sorprendió la reacción de la gente. O sea, le encuentro razón a los que mandaron cartas a los diarios, mails a nosotros, de indignación, que decían se les pasó la mano esta vez; ojo para la próxima, pero en las que había cierto cariño. Pero leí cartas de gente con una crueldad extrema que pedían que quedáramos cesantes, que nos fuéramos de Chile… no sé, como deseando lo peor de lo peor".

-¿Y las autoridades de la zona, la alcaldesa?
"Ella también me sorprendió, su calidad humana, su inteligencia y la comprensión que tuvo para entender que nunca fue nuestra intención que eso pasara y que fueron una serie de eventos desafortunados".

-¿Alguien creyó que fue ex profeso?
"Sí, leí cartas de gente que pensaba que nosotros lo que queríamos era hacer creer que efectivamente estaba pasando eso y que la broma era movilizar y provocar lo que pasó".

-Pero esa es gente que no debe haber escuchado nunca antes el programa.
"Claro".
-Esas reacciones fueron provocadas por lo que salió publicado ¿o no?
"Sí, sí; o sea, cuando uno lee en los diarios broma de gente de radio hace movilizar a no sé cuanta gente, la lógica es pensar estos gallos son unos imbéciles, pero eso es no entender en realidad lo que nosotros hacemos".

Insiste en que el margen de error que han tenido es mínimo y que, calculando, desde que salió el programa, han hecho alrededor de 8 mil llamadas y ésta es la única que ha causado revuelo en 11 años.

-¡Tanto tiempo! ¿Y la fórmula sigue teniendo éxito?
"Bueno, la creatividad de Felipe (Izquierdo) es ilimitada (se sonríe). Hay algún tipo de fórmula que, a pesar de que se ha repetido muchas veces, sigue funcionando; la voz de vieja de Felipe sigue siendo chistosa y la gente sigue entrando en el juego.
"Ahora, una de las razones por las que se está llamando a provincia es porque, a estas alturas, llamar a Santiago no tiene sentido y la única forma de hacer una llamada en que no nos reconozcan es a provincia; mientras el pueblo es más chico, es más fácil".

-¿Les queda alguna enseñanza?
"Probablemente llamadas que puedan hacer que el que conteste involucre a más gente no se pueden hacer más. La gracia es que la cosa muera ahí, la broma tiene que ver con esa persona y nadie más".

-¿La gracia está en no decirle nunca que es broma?
"Dentro de la llamada, yo creo que no; lo que hemos pensado es que, cuando quedemos en la duda, aclarar que es una broma después de que se corte el llamado al aire.
"Alguna vez pensamos decir al final de la llamada que era broma, pero como que el clímax se va a la cresta con una cosa así".

Comparini agrega que en el caso de la broma del volcán, la persona a la que habían llamado se comunicó con la radio justo después de hablar con ellos -"no entiendo muy bien qué pasó después de eso"-, por esa razón, se habían quedado tranquilos.

-¿Me estás diciendo que el auditor sabía que era una broma?
"Sabía que el llamado había sido recibido desde Santiago, desde una radio, pero , bueno, da lo mismo, de pronto los números que le quedaban en su contestadora o en su teléfono se enredaban… no sé. Fue un episodio bastante desagradable".

-¿Por qué tanto?
"Porque ser tratados de estúpidos, de idiotas, de irresponsables (va acelerando el discurso), de desubicados, de todo eso no es agradable. Además, finalmente aquí hay una cuestión de equipo y, aunque uno no tenga que ver directamente con todas las acusaciones, hay que asumirlo".


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