¿Tiene la cama al lado de la ventana? ¿O un espejo frente a la puerta de entrada? ¡Muévalos! Según el Feng Shui, está entorpeciendo la circulación de la energía universal (el "chi"), y ello puede ser motivo de desastres económicos o la mala salud.
Esta filosofía milenaria cada día cuenta con más adeptos en todo el mundo, y nos enseña, entre otras cosas, cómo redistribuir el mobiliario en una habitación para crear corrientes positivas de energía y armonizar el ambiente, coordinando las luces, colores, plantas y objetos decorativos.
Colores: El rojo imparte energía; el azul relaja; los tonos tierra proporcionan un sentimiento de seguridad.
Plantas y flores: Se recomienda sembrar flores rojas a la entrada de la casa para atraer el dinero. Nunca tenga plantas moribundas y medio secas dentro de su hogar.
Dormitorio: No instale su cama en el centro de una habitación espaciosa. Se recomienda ver la puerta de entrada desde el lecho. Evite los metales en la cama y cabecera; el colchón matrimonial debe ser de una sola pieza.
Oficina: Según el Feng Shui, la ubicación del escritorio es fundamental para trabajar creativamente. Si se coloca de espaldas contra la pared, nos ayudará a sentirnos más fuertes. Si le damos la espalda a algún colega, nos sentiremos inseguros. Si no puede modificar el espacio, unos espejitos con plantas en el escritorio resuelven el problema.
Cocina: Los hornillos de la cocina deben estar limpios, pues representan la prosperidad; y nunca situados al lado del lavaplatos. Si no se pueden cambiar de posición, cuelgue en la pared una cuchara de madera entre ambos.
Living: Los sillones deben estar pegados a la pared y sin obstaculizar una ventana. Los muebles, es mejor que no estén en los pasillos.
Comedor: Si la mesa tiene las puntas cuadradas, hay que compensar el balance colocando un florero o un adorno redondo.
Baño: El baño es la zona más conflictiva de la casa, por lo que se recomienda tener siempre el inodoro cerrado.