Tan bueno para el garabato como para el ron (pide marcas y elige; sabe lo que toma), Juan Falcón sabe que atrae a las mujeres en Chile transversalmente, desde el ABC1 a los niveles más populares, pero no es un divo, para nada. Al contrario, a veces parece que tuviera incluso vergüenza de ser entrevistado.
Se reconoce carretero, pero no le gusta que le digan que es un conquistador porque se ha casado tres veces. "Soy de los que piensa que el amor es para toda la vida cuando uno lo hace y lo cultiva y logra que sea para toda la vida; no cuando alguien te dice que tiene que ser para toda la vida y la sociedad me pide y me exige y pobrecitos los niños. Yo tengo tres matrimonios, mis hijos, los cuatro son hermanos; mis mujeres se juntan las tres y van a mis cumpleaños. No me mires con esa cara, no soy el profeta de Peñalolén, pero tengo muy buena onda con mi familia y para mí lo más importante son estos cuatro pendejos", dice firme.
-Pero te han involucrado con tus compañeras actrices también, ¿qué pasa con eso? "Puta, la paso mal, me siento pésimo. Pero yo soy un ser humano como tú como el otro, como el mariconcito de allá, como la prostituta, como el más santo de los santos que va a la iglesia los domingos, pero igual se tira a la secretaria. Somos seres humanos (lo recalca) y yo tengo la imposibilidad en la vida de pasar piola, tratan de hacer noticia con mis weás. No es lo que yo elegí, pero me las banco".
-¿Qué no elegiste? "Que el medio sea como es, pues, y cada vez se pone peor; cada vez descubren más que es un negocio esta cosa de alimentarle el morbo a la gente. Pero qué voy a hacer, yo no voy a comportarme distinto. A la mujer que le pueda decir un piropo se lo voy a decir y si le puedo agarrar el poto, mejor.
"Soy como soy y, a lo mejor, suena raro que lo diga, pero los que me conocen saben que soy así y que no ando tratando de tirármelas a todas y que si alguna vez me he tirado o me voy a tirar a alguien… ¡Weón, soy humano y las weás pasan por algo en la vida!"
-¿Siempre eres tan honesto? "Sí, porque uno no viene a mentir en esta vida. Al que me pregunta estuviste o no estuviste con tal, qué le importa. Es una lata que te vengan a sacar las cosas de tu vida… ¿acaso uno le anda averiguando a ellos su vida?
"Yo soy un weón honesto, miro a los ojos y si me metí con alguien es mi vida y lo voy a asumir con mi mujer y mis cuatro hijos y veré cómo lo resuelvo".
El tema de los hijos está constantemente presente, parece gallina con pollos cada vez que habla de ellos; son cuatro, Carla (18), hija de Paloma; Leonardo (15) y Amelia (9), de Carola, su segunda unión, y Camila (5), con Daniela Demichelli. "Después de mi madre, ellos son los más importante en la vida, y mis mujeres lo saben. Yo no estaría con la Daniela si no se hubiera hecho cargo de los otros tres ni con la Carola si no hubiera aceptado a la Carla. Ellos cuatro son hermanos y no tienen por qué pasar las penas de que el papá se haya separado tantas veces, ¡eso da lo mismo!", dice con esa voz como de regaloneo constante.
-¿Por qué tantos matrimonios? "Las mujeres, que son tremendas. (Aguanta sólo unos instantes hablando en serio, después usa su ingenio y coquetería para correrse y dar vuelta cualquier pregunta de la que quiera zafarse)… Noo, porque así me tocó, qué sé yo".
-¡Eres un fresco! "¿Qué es ser un fresco?"
-Que es fácil que cambies de afectos. "No, pero tengo tres matrimonios y estoy feliz con ellos; tengo tres amigas y cuatro hijos. Todas mis mujeres son mis amigas, de verdad".
-¿Qué características tienes para terminar amigo de tus ex parejas? "No me gustan las peleas, creo que las cosas se conversan y hay puntos de vista que se defienden y te puedes acalorar, pero llegar a la pelea o a ofenderse, es una tontera. Ni con los amigos ni con las parejas y con los hijos, menos".
Agrega que también es amigo de los nuevos maridos de sus ex mujeres y que se lleva muy bien con ellos.
-Y con tu hija grande ¿eres celoso? "Normal., yo creo que el que no cela no quiere y, por supuesto, yo celo. Pero ella fue con su pololo a mi fiesta, se van juntos a la parcela que tenemos en Los Andes…"
-Ah, eres liberal en la crianza. "No, no, no duermen juntos ni se ponen a atracar delante mío. Es casa de familia, van sus hermanos, vamos nosotros".
-Pensé que se iban solos. "No, yo nunca les facilitaría las cosas, no soy motel. Hay papás así, pero a mí me da un poco de cosa".
-¿Por qué? "A ver, yo no estoy de acuerdo en que la gente llegue virgen al matrimonio. Suena súper contradictorio; tampoco dejaría a mi hijo irse solo con la polola ¿para qué hacerles las cosas tan fáciles?"
Titubea, se cuestiona, no sabe por qué, cree que puede ser machismo, pero insiste en que ése es uno de los principios que rescata de la educación tradicional.
-¿Qué piensas del rol de la mujer en la sociedad actual? "Siempre han sido dueñas de los espacios, lo que pasa es que decidieron contarlo".
Su niñez fue como tantas otras en Cuba, con un papá machista y una madre tradicional y dos hermanas que lo regalonean hasta hoy. Lo que recuerda con más cariño es su vida de barrio, con los amigos.
Le gustan los fines de semana en su casa de campo en Los Andes, donde hace mucha vida familiar, se dedica al jardín y a "arreglar cosas". También invitar amigos y familiares y entretenerse con ellos; le encanta el choclón.
Disfruta la música cubana como la trova (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés) y la tradicional cubana que "se escucha poco aquí y la consigo con amigos".
Para mantener el físico de galán hace gimnasia en su casa tres veces a la semana con un amigo que es personal trainer, pero no le interesa demasiado el físico. Sí le atraen las cosas buenas: billetera Luis Voitton, lapicera Mont Blanc; celular de última generación con agenda y cámara fotográfica.
-¿Deseos no cumplidos? (Silencio largo) "Soy bien afortunado, se me cumple casi todo lo que quiero".
-¿Vicio privado? "Fumar, me encanta fumar; pero no es privado, es público. No tengo muchos vicios".