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"La austeridad es muy importante para tener calidad de vida"

El estrés, el equilibrio familia y trabajo, la calidad de vida son los temas que mueven al sicólogo belga Steven Poelmans."Para tener una vida de calidad hay que tener un sentido de largo plazo, ver a dónde quieres ir y por qué quieres hacerlo", es uno de sus planteamientos.

17 de Julio de 2006 | 10:44 |
Hace catorce años que el belga Steven Poelmans vive preocupado de mejorar la calidad de vida de los españoles. Llegó a Barcelona con un máster en sicología organizacional de la Universidad de Lovaina y actualmente es doctor en comportamiento organizacional del IESE Business School de la Universidad de Navarra. En ese instituto enseña sobre la materia, también de liderazgo, gestión de carrera y hace consultoría a empresas sobre políticas de recursos humanos que busquen la calidad de vida de sus empleados. Por si fuera poco, además es director académico del Centro Trabajo y Familia del IESE y ha realizado numerosas investigaciones, entre ellas, una que abarcó a 30 países sobre el manejo del estrés en el conflicto familia y trabajo. En Chile presentó en el mes de abril su primer libro masivo "Tiempo de calidad, calidad de vida" en el marco del seminario del mismo nombre.

Cree que varios factores confluyen para que hoy la calidad de vida sea tema de estudio en seminarios, libros y rediseño de las políticas de recursos humanos en las empresas: "Tiene que ver mucho con el sistema capitalista, que hace que la gente luche por tener una vida mejor. Un elemento importante es la comparación. Hoy no es tan relevante acumular dinero, sino que tener más que el vecino, y ésa es una meta que siempre se mueve y por tanto nunca da paz. Por otro lado, las nuevas tecnologías de información provocan que las personas puedan estar comunicadas en cualquier momento, veinticuatro horas al día, por lo tanto, están más conectadas con el trabajo y pueden ser más interrumpidas. Un tercer fenómeno es la incorporación masiva de la mujer en el mercado laboral, que, desde el punto de vista histórico, es una revolución. Lo que pasa como consecuencia es que el hombre y la mujer tienen que compartir responsabilidades tanto en el trabajo como en la familia, entonces hay muchas tendencias que colaboran y que hacen que haya más presión.

- ¿Cómo se puede aprovechar la tecnología a favor del tiempo de calidad y no en contra?
"Hay un principio de gestión del tiempo en que cada actividad tiene una instrucción. Por ejemplo: si haces una lista de emails, se pueden separar en cuáles son importantes y cuáles no, es un criterio. Entonces antes de conectarse se rehace una lista sobre cuáles se necesitan para trabajar en ese momento, y con esa mentalidad te conectas. La tecnología es una herramienta neutral; con un martillo puedes matar o construir una casa".

-En su libro "Tiempo de calidad, calidad de vida" plantea que es distinto tener momentos de calidad que una vida de calidad, ¿cómo se logra eso?
"Bueno, es un poco más difícil que tener momentos. Existen varias respuestas, pero hay una que me convence más. Hay varios estudios que han probado que las personas que tienen sentido en su vida sirven a los demás. En cambio, hay personas que pierden ese sentido en la vida y tienen muchos más problemas con la salud, más estrés etcétera. Entonces creo que para tener una vida de calidad hay que tener un sentido a largo plazo, no a corto plazo, a dónde se quiere ir y por qué se quiere hacer".
Pasos para tener tiempo de calidad
1) Desconectarse: Poelmans sostiene que para conectarse con uno mismo y con los otros, primero hay que desconectarse. Buscar un lugar, un entorno tranquilo, lejos del teléfono y los medios de comunicación.

2) Concentrarse y enfocarse en la persona: El sicólogo habla de dirigir la energía en forma consciente cuando se esté con otros. "Hay una frase que hay que repetírsela: aquí y ahora eres la persona más importante de mi vida", dice.

3) Empatía: Cree que al igual que cuando se entra a una ciudad nueva, se tiene que "vagabundear en el mundo de la otra persona", sobre todo, mostrar interés, preguntar ¿cómo estás? , ¿qué has hecho últimamente.? "Sólo con empatía es posible comunicar", agrega, y hace una metáfora con el acto de bailar y la calidad de tiempo. "Cuando bailo, se debe tener contacto con los ojos para no pegarse, sentir la música para seguir el ritmo. No hay nada más desagradable para una mujer en un baile que un hombre que no la guíe, y para el hombre nada más desagradable que una mujer que no se deja guiar. Entonces es importante hacer un baile con respeto. Hay que saber cuándo guiar y cuándo dejarse guiar".

4)Aprendizaje: Según Poelmans, después de cada conversación se crea valor. "Te sientes, reflexionas y ves de qué estamos hablando. Cada aprendizaje es un acto de voluntad".

En ese marco, Poelmans plantea crearse propósitos, objetivos y prioridades. "Un propósito es algo que llena a la persona más allá de sí mismo y más allá de la muerte. Alguien que ha vivido su propósito deja un legado, ha sido una persona llena de energía y que también ha dejado cosas buenas: una familia, una sociedad mejor, una empresa bien llevada; puede ser muchas cosas; cada uno tiene que buscar su sentido, es algo muy único y por eso justamente es tan difícil encontrarlo", señala.

-A su juicio, ¿ en qué lugar se encuentra ese sentido?
"Hay que buscarlo dentro de sí. Primero, cada persona tiene que ser un historiador de su propia vida y buscar pistas de lo que podría ser. Segundo, tiene que ver también con sus propios sueños, de lo que la persona se imagina; pero, por sobre todo, tiene que ver con los talentos, las competencias que nos han sido regaladas y a la educación que hemos recibido. Todo ese conjunto puede dar un sentido de vocación que puede llevar a una persona a vivir con mucha calidad".

-Dentro del tiempo de calidad dice que hay que respetar los límites de cada uno y no tratar de ser superhombres ni supermujeres , ¿cree que hoy se cae fácilmente en eso?
"Sí. Tiene que ver por un lado con la ambición y está una vez más este principio de entrar en comparaciones. De vez en cuando recibo en mi despacho a algún alumno que tiene una C (una nota 5) y está muy infeliz por eso; le explico que no hay que olvidar que él pertenece a una elite, a un grupo muy pequeño que ha tenido la posibilidad de estudiar en una escuela muy buena y estar entre los mejores. La gente pierde de vista eso de que la felicidad es algo absoluto, no es relativo, no hay que compararse con los demás, es algo que está dentro de ti. Por otro lado, también hay una oferta muy amplia de posibilidades, de trabajo, hobbies, eso también hace que las personas no sepan elegir, quieren tomarlo todo porque a lo mejor se están perdiendo la oportunidad de su vida, y como consecuencia tienen su carrito lleno de cosas y ya no pueden moverlo. Entonces, la austeridad es un principio muy importante para tener calidad de vida".
-Estamos viviendo en una sociedad de consumo con abundancia de bienes materiales y por otro lado en muchos países con un estado de bienestar muy fuerte. Sin embargo, hay mucha depresión y también suicidios, ¿qué está pasando con la gente?
"Como he dicho en muchas ocasiones, la calidad de vida no es algo tuyo solamente, es algo que compartes con otras personas, porque el ser humano es por definición un ser social y saca su dignidad y su identidad de lo que significa para los demás. Eso es justamente lo que está pasando; el capitalismo también da un empuje muy fuerte al individualismo, que hace que nos aislemos o que aislemos a los demás. El capitalismo también genera bienestar para algunos que son los privilegiados, pero otros quedan marginados; ésa es la gente que llegado un punto prefiere estar muerta que ser muertos vivos".

-¿Qué pasa cuando en una familia no todos buscan tener una vida de calidad?
"Si se espera que el otro dé el primer paso no vas a ir a ningún sitio, hay que dar el ejemplo, tomar la iniciativa e incorporar a los demás. Para mí, la calidad de tiempo es un concepto social. Para eso primero hay que tener calidad de tiempo consigo mismo. Muchos ven eso como egoísmo, pero tener tiempo con uno es importante para buscar tu propia alma, para saber qué temas están pendientes. Una vez hecho eso, se crea el ambiente, la empatía, con un cierto escenario de exclusividad. Yo recomiendo las relaciones uno a uno, si está una tercera persona es más difícil".

- Cuando se habla de los hijos, se enfatiza mucho la calidad del tiempo que se pasa con ellos y no tanto la cantidad, ¿qué opina de eso?
"Hay un mínimo de cantidad de tiempo para tener calidad de tiempo. En el contexto de que los papás no tienen suficiente tiempo para estar con los hijos, se ha comenzado a hablar de quality time, pero ahí hay un gran peligro de autoengaño, necesitas tiempo para crear tiempo, para hablar de cosas triviales. Está probado que las personas que parten comunicando algo trivial consiguen espacios para una buena conversación, para empatizar con la otra persona. Tanto los niños como los adultos tienen ritmos propios y hay que tener tiempo para adaptarse a los ritmos de otras personas".

- ¿Hay diferencias por sexo? ¿Las mujeres buscan más el tiempo de calidad, por ejemplo?
"Es un tema complicado. Según muchas investigaciones, la mujer es más sensible y experimenta más estrés. Eso no sólo se puede explicar por el doble papel en la casa y en el trabajo. Cualquier tipo de mujer, ya sea soltera o casada, percibe más estrés, es más sensible; en ese sentido la mujer es más proclive a buscar tiempos de calidad y son más capaces de conectarse con los hijos, por ejemplo. Los hombres tienen más dificultades para desconectarse del trabajo y conectarse con los hijos. Ahora esa sensibilidad de las mujeres es contraproducente en el trabajo, porque se pelean más rápido, sobre todo entre ellas; también la competencia y rivalidad en la oficina es mayor que entre hombres; las mujeres les exigen más a los otros. Al final del día no se diferencian en la calidad de vida".