Con un corto "no lo tengo considerado", la presidenta Michelle Bachelet puso una lápida a la propuesta de elevar la edad de jubilación femenina desde 60 a 65 años, que ya había causado controversia transversal a nivel político. Pero
el planteamiento que hizo la Comisión Marcel es más integral y da argumentos sólidos para aumentar los años de cotización sin que ello perjudique a las mujeres.
Un ejemplo de cuán fuertes son las justificaciones a favor de esta medida es que en el transcurso de los 110 días de análisis, la presidenta de la Comunidad Mujer y miembro de la Comisión Marcel, Margarita María Errázuriz, cambió radicalmente de opinión y ahora está a favor de llevar la edad de jubilación a 65 años.
Para ella, la primera razón es demasiado potente:
si las mujeres logran cotizar esos cinco años adicionales, su pensión final se puede incrementar entre un 30% y hasta un 40%.
Errázuriz temía que extender la edad de jubilar afectará a las mujeres, que ya a los 60 años no pueden encontrar trabajo.
Sin embargo, ella se dio cuenta de que ése es un problema que no sólo afecta a las mujeres, sino también a los hombres. Si se trataba de dar un trato paritario a ambos sexos, con lo que tanto se ha alardeado últimamente, lo razonable es que se equiparara para ambos la edad de jubilar. Edades iguales existen en la mayor parte de los países. Incluso en algunos están buscando extenderlas aún más (67 años), por el aumento en la esperanza de vida.
| Las principales medidas |
1.- Crear un pilar solidario que garantice una pensión básica universal de $75.000. Se da además un subsidio estatal que se reduce progresivamente hasta llegar a un tope de $200 mil.
2.- Igualar la edad de jubilación de las mujeres y de los hombres en 65 años.
3.- Se bonifica a las mujeres del 60% más pobre de la población con un subsidio de un año de cotizaciones por cada hijo nacido vivo.
4.- Se permite que se separe el patrimonio previsional ahorrado en conjunto por un hombre y una mujer casados o que hayan vividos juntos durante el período en que duró la convivencia.
5.- Se propone la licitación de carteras de afiliados que recién se estén incorporando al mercado laboral (unas 220 mil personas). Se lo lleva la AFP que ofrezca la menor comisión, con el compromiso de que quienes ingresen tengan una permanencia mínima de 18 meses.
6.- Propone que las AFP puedan subcontratar las funciones ligadas a las operaciones de recaudación, administración de cuentas y redes de sucursales para facilitar la entrada de nuevos actores a la industria.
7.- Se plantea el reemplazo de los límites de inversión en el exterior por límites a la exposición en monedas (cuán cubiertos o descubiertos estén los fondos de pensiones respecto a la fluctuación de divisas externas, como el dólar).
8.- Se propone que en un plazo de 5 años los trabajadores independientes estén obligados a cotizar.
9.- Se da un subsidio equivalente al 50% de las cotizaciones mensuales efectivas durante los primeros 24 meses de cotizaciones de trabajadores de bajos ingresos. |
Este último punto fue otro de los argumentos de peso para elevar la edad de jubilación. La perspectiva es que tanto hombres como mujeres mueran más viejos, y por ello será mayor el tiempo en que deberán mantenerse con su pensión. Al año 2020-2025 se espera que la esperanza de vida sea de 83 y 86 años, respectivamente.
En la práctica, constató también María Margarita Errázuriz, las mujeres y los hombres se jubilan antes de la edad legal. 61 años en el caso de las primeras y 62 años para los segundos. Pero resultaba razonable mantener la norma en 65 años por el efecto señal que entregaba, que al llegar a esa edad se obtenía un monto mayor de pensiones.
Hoy ya existe una edad de jubilación más alta para las mujeres más pobres. Las pensiones asistenciales, cuyo monto es de alrededor de $45.000, sólo se entregan una vez cumplidos los 65 años. Y en el esquema de pensión básica universal que propuso la Comisión Marcel, esa edad se mantiene.
El diseño del llamado "Pilar Solidario" entrega los incentivos para que las personas trabajen y tengan su propia cuenta de capitalización individual, porque el Estado les entregará un subsidio para obtener una mejor pensión, con un tope de $200.000. Las mujeres, principales beneficiadas con la pensión asistencial, recibirán gracias a la pensión básica universal un estimado de $75.000. Casi el doble de lo que obtienen actualmente y con posibilidades de aumentarlo si lograron ahorrar algo en su vida.
Paridad en serio
La Comisión Marcel intentó, junto con aumentar la edad de pensionarse, disponer otra
serie de medidas que fomenten la equidad para las mujeres y cierre en parte la brecha que existe con los hombres.
Gracias al pilar solidario, todas las mujeres que pertenezcan al 60% más pobre de la población recibirán una pensión garantizada. O sea, el eslogan de campaña de que hay "pensión para las dueñas de casa" se convertiría, gracias a la propuesta de la Comisión Marcel, en una realidad, reconociendo de paso la labor doméstica.
Un problema político que se puede generar es qué va a pasar con el 40% más rico de la población. Hay mujeres que están en ese tramo que no reciben ingresos monetarios, pero que viven en un buen barrio. ¿Les corresponderá a ellas la pensión básica universal?, será una de las interrogantes que seguro surgirá.
Las mujeres del 60% más pobre de la población también recibirán un subsidio por la maternidad.
La Comisión propuso una bonificación especial de un año de cotizaciones por hijo nacido vivo para todas las mujeres que estén en los tres primeros quintiles. Esta medida va a compensar lo que se ha llamado "el doble trabajo" de las mujeres -como trabajadoras y dueñas de casa-, el que, según detectó la comisión, se da especialmente en las edades tempranas de crianza de los pequeños.
También se incluyó como beneficiario de la pensión de sobrevivencia al cónyuge hombre.
Hasta ahora la que heredaba era solamente la mujer, pero se igualó este tema. Para Errázuriz, es una señal que se le da a la sociedad en el sentido de que hombres y mujeres tienen iguales derechos, y de ahí la posibilidad de heredar la pensión de la mujer, pero también iguales deberes, en especial el compartir el trabajo doméstico, cambio cultural que debería ir a aliviar el doble trabajo al que están sometidas las mujeres.
Al sexo femenino la comisión también le dio otros beneficios. Entre ellos, el que se negocien en forma separada los seguros de invalidez que se cobra junto con la cotización de las AFP. Las mujeres tienen menos siniestros, en parte porque realizan labores menos peligrosas que les cercenen sus capacidades de trabajo. Por eso, la prima que les cobrarían las AFP por separado sería inferior a la de los hombres. Lo que se libera iría a incrementar el ahorro previsional de las mujeres en razón de 0,5% del sueldo imponible mensual. Es decir, las cotizaciones de las mujeres quedarían en 10,5%. Al término del período de ahorro, eso equivaldría a una pensión 6% más alta que la recibida en la actualidad.
Por todo este paquete integral de beneficios, es que María Margarita Errázuriz dice que "estaba equivocada" respecto de la edad de jubilación.