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Educar a las madres ayuda a prevenir muerte súbita en lactantes

Hasta en 50% se reduce la mortalidad por esta causa si se enseña a la mamá a evitar factores ambientales, como no acostar a la guagua boca abajo.

21 de Agosto de 2006 | 15:42 |
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Las guaguas que nacieron muy prematuras logran un sueño más profundo al dormir boca abajo, pero esa posición elevaría el riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita infantil, según un estudio del King's College Hospital de Londres sobre esta patología multifactorial cuyas causas aún no están del todo claras.

El dato confirma las recomendaciones hechas en octubre pasado por la Academia Americana de Pediatría (AAP) y que corrobora un estudio publicado por la Sociedad Pediátrica Canadiense: la posibilidad de reducir el riesgo de muerte súbita mediante la modificación de ciertos factores ambientales.

"Aunque no existe ninguna manera práctica para identificar qué niños pueden morir por muerte súbita, ni tampoco hay una estrategia de prevención segura y probada -incluso si la identificación fuera factible-, la reducción de la exposición a los factores de riesgo modificables ha ayudado a bajar la incidencia de estos casos", precisan los investigadores canadienses Carl Hunt y Fern Hauck.

Uno de esos factores es, precisamente, enseñar a la madre a no acostar al lactante boca abajo, a menos que haya condiciones médicas que lo justifiquen. "La experiencia en el mundo muestra que la educación materna en este sentido permite reducir la mortalidad en 50%", cuenta el doctor Jaime Tapia, pediatra y cardiólogo del Hospital Regional de Concepción, en donde se está desarrollando un proyecto para estudiar esta patología.
Recomendaciones para disminuir el peligro
Posición
Los lactantes deben ser acostados sobre su espalda, en una cama o cuna estables y de superficie lisa. La cara y el cuello deben estar despejados, y no quedar cubiertos por almohadas o "tutos".

Ropa de cama
Evitar cubrecamas acolchados o muy esponjosos. No utilizar almohadas bajo la cabeza. Usar mantas ligeras o un saco de dormir, que ayuda a restringir la movilidad del menor.

Calor
La habitación debe estar a una temperatura agradable y no se debe sobreabrigar al niño. Antes de dormir, y bajo vigilancia, se puede poner boca abajo un momento, para no acalorar su espalda.

Monitores
Los sistemas de monitoreo casero son de utilidad en casos específicos. Sin embargo, no hay evidencia de que estos monitores disminuyan la incidencia de muerte súbita.

Tabaco
Los niños no deben ser expuestos a ambientes con humo de tabaco. Los padres (sobre todo la mujer) no deberían fumar durante el embarazo y la lactancia, y menos aún en el dormitorio.

Factores involucrados

En Chile, el síndrome de muerte súbita infantil constituye una de las tres principales causas de mortalidad en niños menores de ochos meses (70 a 100 muertes anuales), junto a las cardiopatías congénitas y las bronconeumonías.
"El mayor riesgo se da entre los cuatro y los seis meses, después de los ocho meses es muy raro", precisa el doctor Tapia.

Se sabe que hay factores genéticos involucrados, lo que explicaría que los hermanos de niños que han tenido muerte súbita tengan un riesgo más elevado de sufrir el mismo problema.

Entre las teorías más recientes está la relación con una inmadurez del sistema nervioso y con los mecanismos que regulan el centro respiratorio y los estados de vigilia y alerta, como explica el doctor Arnoldo Quezada, presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría.

Al respirar, se emana anhídrido carbónico (CO2). Cuando éste aumenta su concentración, se acelera la respiración para eliminarlo. Al parecer, este mecanismo no funciona en ciertos lactantes, lo que genera una pérdida de oxigenación de la sangre y la disminución paulatina de los latidos cardíacos.

Como se trata de aspectos biológicos que no siempre pueden ser advertidos, los especialistas enfatizan la necesidad de intervenir en los factores ambientales asociados a la muerte súbita, como el tabaquismo. "Los niños de madres fumadoras tienen un riesgo tres veces mayor", dice el estudio.


Campaña informativa

A juicio del doctor Tapia, las recomendaciones de la AAP son útiles de tomar en cuenta, sobre todo en esta época, porque los padres involuntariamente exponen a sus hijos lactantes a mayores riesgos de morir por este síndrome, ya sea por una excesiva temperatura ambiente en sus dormitorios, sobreabrigo al dormir, riesgo de aplastamiento (al compartir la cama) o la postura en la que lo acuestan.

"El aumento de la temperatura, tanto corporal (por un abrigo excesivo) como de la habitación, está asociado a un incremento del riesgo de muerte súbita", dicen los autores canadienses. Asimismo, compartir la cama con un lactante es extremadamente peligroso cuando otros niños o los padres están en la misma cama, en especial si el niño tiene menos de cuatro meses de vida.

Según los investigadores, el lugar más seguro para un lactante es su propia cuna o cama en la pieza de los padres. Si el niño duerme en una pieza distinta, el riesgo aumenta en 36%.

En el estudio se aclara que no se ha visto una relación directa entre la apnea infantil y la muerte súbita.

Los especialistas concuerdan en que es fundamental ampliar la educación y el conocimiento de las medidas preventivas. En Chile, "el impacto que produjo la campaña sobre infecciones respiratorias agudas (IRA) logró disminuir los casos -comenta el doctor Tapia-. Bastaría hacer algo similar en relación a la muerte súbita, para reducir la mortalidad por esta causa".

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