Crítico de la sociedad chilena, cree que la falta de humor y de conciencia nacional, hace que 'CQC' en Chile sea más difícil de realizar que en Argentina o España. Sin embargo, reconoce que, aunque hace sus notas con criterio de edición, la improvisación es la más fuerte de sus aliadas.
-¿Cómo ves "CQC" esta temporada?
"Tengo dos puntos de vista, uno negativo y uno positivo. Desde el positivo creo que 'CQC' malacostumbró a la audiencia, en el sentido que no había ningún programa en que se viajara tanto ni se entrevistara a estrellas de nivel mundial; tampoco que tuviera la edición y la postproducción que tiene. El primer año la gente se sorprendió con su estructura, pero después como que se acostumbró.
"Mirándolo más negativo, creo que un programa no se puede sustentar sólo con la forma. La gente ya vio la linda escenografía y ahora quiere ver contenidos que vayan variando".
-¿En ese proceso están?
"Sí. La gente ya se acostumbró a la forma y como el telespectador chileno es lo menos fiel del mundo, creo que hay que ir variando constantemente. En ese proceso de ensayo, también está el error".
-¿Sientes que tus notas llegaron un poco a "levantar" el programa?
"Lo que a mí me dicen es que me ven súper distinto en el programa. Y yo, igual, a nivel general, navego como en un afluente de 'CQC'; no estoy en el río, no soy de los que anda con el traje negro todos los días".
-Pero haces cosa muy divertidas, como esa pregunta eterna a los protagonistas de "X Men 3".
"Sí, fue muy divertido, pero complicado; yo estaba bastante…"
-¿No te da vergüenza?
"Me pasa que empiezo a hacer las cosas y como que no me doy cuenta de lo que estoy haciendo, como que pierdo la noción de todo. Mira, como ejemplo, yo odio la mayonesa, pero hay notas en que la he comido… no sé qué me pasa".
-¡Algo se "apodera de ti"!
"Jaja… noo. Me preguntan si lo que hago en la tele es como un personaje; yo creo que soy yo, pero un poco más exagerado. No es que, por ejemplo Camiroaga ande animando todo el día en su casa –si lo hiciera sería algo patológico-; uno no es en la tele como en la vida real tampoco, pero algo hay.
"A mí me ponen la cámara y eso y como que no me doy cuenta. Empiezo a desarrollar las cosas y… lo de la pregunta (vuelve) fue algo netamente improvisado. Llevaba más o menos pensado hacer la pregunta eterna, pero lo fui diciendo en el momento y salió así".
-¿Así funcionas?
"Casi siempre. Voy con ideas más o menos generales e improviso bastante en el momento. Eso es en lo que te digo que soy bastante distinto a 'CQC', que es harto estructurado: todo está súper pensado de antes, hay un productor que está como soplando los chistes y todo eso.
"Yo tengo al productor que me dice cosas y todo eso, pero él dice una cosa y a mí se me ocurre otra, vamos más como pingponiando en el momento que llevando un libreto".
-No pareces de libretos.
"Soy bastante alibretos, a nivel como general, a nivel de vida. No llevo un libreto de nada".
-¿Nunca?
"Pa' viajar. En eso soy agotador, porque viajo con alguien y llevo como 200 o 300 páginas de todos los lugares, de qué hacer cada día, en la mañana y en la noche. Desde siempre lo he hecho así. Averiguo todo: que en la esquina tanto hay una señora que arrienda unos autos y que en ese auto te podís ir a tal lado, qué se yo".
-¡Agotador!
"Sí y súper obsesivo con los viajes".
- Además te lo has viajado todo, casi la mitad del mundo.
"Sí, desde los 18 años más o menos. Sudamérica lo conozco casi entero, me falta Colombia no más.
"Me gusta viajar solo. Te diría que para lo único que soy organizado en la vida, es para eso. Si incorporas a alguien es como obligarlo a hacer cosas; aparte que, viajando solo, es cuando más gente conocís: estás solo y los otros también. Gracias a eso, tengo amigos de Australia y de muchos otros lados".
-Como notero ¿cuál ha sido la peor experiencia?
"Las vivo a cada rato; cuando veo una nota mala mía, me frustro… eso me pasa, más que todo. Cualquiera, no una especial; pero también lo veo como una cosa del día a día. Lo comparo y… como que, en este momento, en 'CQC', es súper difícil hacer todo bien. Hago como cuatro o cinco notas a la semana y hay que ser el guionista de los Simpson o Jim Carrey, para ser gracioso en todas".
-¡Tantas!
"Es que hay muchas cosas que han perjudicado al programa, comparado con el de Argentina. Acá dura dos horas y media, en Argentina y en España dura una hora y hacen seis notas a la semana entre todos los noteros; entonces, tienen esa cosa que a mí me gusta mucho y que hago, que es llegar a la nota pensándola con criterio de edición.
"Entonces, cuando está un poco fábrica de salchichas la cosa, o sea haces tantas notas como en serie, no trabaja bien el notero ni el productor ni el editor ni el postproductor ni nada, porque se hace todo muy rápido. Cuando tienes más tiempo, las notas son más nutridas, más contundentes, porque tienes el tiempo para pensarlas más, para que se te ocurran más cosas".
-Tampoco debe ser fácil la pauta, porque no tienes tanta gente conocida, son siempre los mismos.
"Sí, poh. Además aquí, en política, como que no importan mucho las cosas. Si es que roban, por ejemplo, dura un mes la noticia y después ¡chao! O sea, si se ve a 'CQC' como cosa de atacar al poder, acá no pasa nada, a nivel general no se ataca".
-¿A qué te refieres?
"Mira, por ejemplo, el tratado de libre comercio con China es una cosa que se debería atacar, pero a la gente no le interesa que los productos que llegan acá desde ese país, los hacen niñitos de 8 años, y es algo que debiera importar. La contaminación… ¡tampoco!
"Suena a perogrullo lo que te voy a decir, pero la sociedad chilena es bastante grave; la capacidad de reírnos de nosotros mismos está bastante vetada, y uno lo ve a nivel de gente que trabaja en la televisión y los tocan y se enojan; o políticos que uno les ve una yayita y se molestan. Finalmente pasa que la opinión pública se va a favor de ellos y dice ¡Ay, pobres… por qué los están atacando tanto, qué son pesados estos tipos!, en vez de querer destapar estas cosas".
